Yuuji había despertado en un lugar húmedo, oscuro, duro y sucio.
Apenas había despertado completamente se dio cuenta que estaba en una celda. Miró a su alrededor y encontró a un omega de cabellera negra.
— Eh... disculpa. — empezó una conversación para obtener la atención de aquel omega.
— Itadori...
— ¿Sabes mi nombre? — el azabache asintió. — Disculpa pero ¿Acaso eres Junpei Yoshino?
— Lo soy. — Itadori sonrió de felicidad, bueno, encontrarlo no fue tan difícil.
— Tu alfa estará feliz de ello. — al soltar eso, los ojos de Junpei se llenaron de lágrimas. — ¿Eh? ¿Dije algo malo?
— Mi alfa... — entre hipidos apenas podía formular bien la oración. — Ya no está, murió. Ya no tengo su marca, ya no lo siento.
— Lo siento, lo siento mucho. — el pelirrosa abrazó a Yoshino quien correspondió sin pensarlo, hundiendo su rostro en la glándula de olor del beta.
Ambos se quedaron abrazados por un largo tiempo, hasta que el omega cayó dormido por haber gasta sus energías en llorar.
Itadori se sentía horrible, no podría imaginar lo que se sentiría el que tu marca se borrará porque tu compañero murió.
Él no quería eso, no quería que Megumi muriera y tampoco quería que él muriera.
Se mantendría vivo para ver a Fushiguro, para reencontrarse con él.
Horas transcurrieron, nadie había entrado a el calabozo, sólo eran ellos dos. Con Junpei ya despierto ambos tuvieron una amena conversación.
Se conocieron y trataron de pasar el día con ello, sumidos en su platica, imaginando que no estaban encerrados, que no tenían hambre ni frío, tampoco que tenían miedo.
El primer día ahí no había pasado nada malo, gracias a su suerte, sin embargo el segundo día fue arrastrado por algún guardián hasta la sala donde se encontraba Sukuna en su trono.
El beta fue empujado y tirado al suelo, apenas pudo meter las manos para no caerse de cara y sólo quedaron ellos dos.
— Levántate y ven aquí. — Itadori hizo caso a aquella orden. Se levantó camino lentamente, subió los pocos escalones hasta llegar al último. — Aquí. — el alfa señaló sus piernas. — Ahora. — usó su voz de mando, por lo que, sin resistencia el beta se subió a las piernas del mayor. — Serás un buen omega y harás todo lo que te ordeno.
Sukuna aún tenía en mente que Itadori era un omega, porque para aquel líder lo era y siempre lo fue.
Aquel día el beta estuvo al lado de Sukuna quien utilizaba sus feromonas para rodear a Itadori de estas. El beta se ahogaba de aquel aroma a pino, nada se compraba a aquel aroma a café su alfa.
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━ 𝐁𝐘 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐒𝐈𝐃𝐄 | FushiIta.
Fanfiction▉ 呪術廻戦 ; ⚣ ❨❝ gracias por quedarte a mi lado a pesar de todo. ❞ ❩ 𝗳𝘂𝘀𝗵𝗶𝗴𝘂𝗿𝗼 𝗺𝗲𝗴𝘂𝗺𝗶 𝘅 𝗶𝘁𝗮𝗱𝗼𝗿𝗶 𝘆𝘂𝘂𝗷𝗶 [omegaverse] ▉ Donde Megumi huye de...