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Cuando los tres alfas llegaron a su clan, Satoru realizó una junta de inmediato donde el líder de los guerreros, y otras personas de los demás altos mandos estaban presentes.
Megumi durante esa reunión se encontraba ansioso, él sentía lo que su beta sentía y que Yuuji este temblando del miedo con tal de proteger a alguien le ponía los pelos de punta - más de lo que ya lo tenía -
Su alfa interno le arañaba al querer salir y correr a la dirección donde su pareja estaba.
Aquello Maki lo notó, y durante la junta le preguntó lo que sucedía, Fushiguro no le contó todo, pero el saber que tenía a Maki con él le hacía sentir tranquilo, aparte de que la alfa le pidió que se calmara para que se lo pudiese transmitir a Itadori.
— Entonces en cuatro días haremos un supuesto ataque sorpresa, iremos hacia el clan del sur, y lo atacaremos. Los más ágiles deberían infiltrarse para saber exactamente donde se encuentra Itadori. Megumi estará a cargo de esa pequeña tropa al tener una marca de unión con él.
— Itadori suele estar en las celdas después de las siete de la noche, y en la misma celda se encuentra un omega que es parte de nuestro clan. — aclaró el azabache.
— El clan del Este nos ayudará, así tendremos mayor oportunidad de rescatar a Itadori. — los demás asintieron ante lo dicho por Nanami y una vez finalizó la junta todos se retiraron a sus respectivos trabajos, por lo que Fushiguro se tuvo que quedar en la oficina con el líder.
— Megumi.
— ¿Qué sucede? ¿Qué pasaba con Yuuji? Todos te notamos ansioso. ¿Sucedió algo malo?
— Yuuji estaba teniendo un montón de miedo, podía sentir incluso que eso era terror, pero trataba de hacerse el fuerte para proteger a Junpei, aquel omega que también secuestraron. Maki me ayudó a calmarme para poder transmitirle paz.
— ¿Sabias lo que sucedía exactamente? — el azabache negó. — Pronto iremos por Yuuji-kun, él estará bien.
Después de eso, Megumi se dedicó a hacer su trabajo de siempre, caminando de aquí para allá, anotando cosas que debía hacer Satoru para que no sé le olvidará al albino manteniendo así su cabeza lejos del tema de su beta.
Todos estaban preparadose para lo que se avecinaba, porque aquel ataque hacía el clan del sur no es únicamente para salvar a Yuuji, sino que es una venganza.
— Gojo.
— ¿Qué sucede Nanamin?
— Ya fue enviado la carta hacia el clan del Este dándoles aviso de lo que ocurrirá. — el albino asintió con su típica sonrisa. — Sucede algo ¿Verdad?
— Ay, por algo eres mi mejor amigo.
— Satoru... — el contrario suspiró borrando así su sonrisa.
