—¡Kenma, baja ahora mismo! ¡Kuroo está aquí!
El nombrado reaccionó a la llamada de su madre, guardándose el teléfono móvil en el bolsillo de la chaqueta del Nekoma y colgándose la bolsa de deporte del hombro. Bajó las escaleras con cuidado de no tropezar y sonrió ligeramente una vez divisó a su mejor amigo, quien charlaba animadamente con su progenitora.
—Prométeme que cuidarás de él, por favor, ya sabes cómo es a veces —decía la mayor.
—Mamá... —murmuró Kenma entre dientes, ganándose una mirada por parte de los dos restantes.
Kuroo se rio, rompiendo con la distancia entre el rubio y él para proceder así a revolverle los cabellos con cariño.
—No se preocupe, Mamá Kozume. —Se llevó una mano al pecho—. Kenma está a salvo conmigo.
Kenma resopló, meneando la cabeza para liberarse del agarre contrario. Le dirigió una mirada recelosa a Kuroo y se propuso entonces a abandonar su casa, deteniéndose unos instantes en la entrada para ponerse las zapatillas deportivas.
—No te voy a esperar —comentó, agarrando el pomo de la puerta.
Tetsurō se acercó a él, no sin antes haberse despedido de la madre del contrario con una ligera inclinación de cabeza.
—Nos vemos mañana, Mamá Kozume —dijo Kuroo.
—Hasta mañana... —agregó Kenma.
—Hasta mañana a los dos. Espero que os lo paséis bien.
Ambos asintieron y se alejaron de la vivienda, poniendo dirección al gimnasio en el que siempre entrenaban, donde, seguramente, les estaría esperando el autobús que les llevaría hasta la prefectura de Miyagi.
—¿Cómo crees que le irá al Karasuno? —cuestionó el azabache en voz alta mientras caminaban.
Kozume miró unos instantes hacia arriba.
—Shōyō me ha dicho que les va bien. Creo que quieren hacer esta práctica justamente para comprobar cuánto han mejorado.
Kuroo le observaba mientras hablaba, atento a sus palabras. Al escuchar esto último, frunció el ceño, una mueca divertida amaneciendo en su semblante.
—Pues esos cuervitos se van a enterar. ¡No podrán vencernos ni aunque quisieran! —Extendió los brazos hacia el cielo.
Kenma suspiró. ¿Por qué su mejor amigo tenía que montar tanto escándalo cuando apenas eran las cinco de la mañana? Definitivamente, salir tanto con Bokuto le estaba haciendo daño. Se hizo una nota mental para escribirle luego a Akaashi para que se encargase de mantener ocupado a su novio por los próximos días. Kuroo necesitaba una desintoxicación de estupidez o la última neurona que le quedaba terminaría pereciendo también.
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Kuroken week (2021)
Fiksi PenggemarUna serie de one-shots dedicados a la pareja Kuroken (Kuroo Tetsurō x Kozume Kenma) por su week Día 1: College!Au Día 2: Soulmate!Au Día 3: Didn't know they were dating Día 4: Trapped together Día 5: Fake dating Día 6: Friends to lovers Día 7: Free...