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Un mes había pasado desde que los héroes habían vuelto a la normalidad y para alivio de todos sus recuerdos estaban intactos, lo cual fue un alivio para el pueblo al saber que ya no estaban indefensos ante un ataque

Pero esto era lo menso que le importaba a los guerreros que pasaban la mayor parte de su día en la habitación de Rubius esperando que esté diera alguna señal de despertar. Se les miraban las ojeras por las noches de sueño pérdidas y cuando tenía suficiente fuerza le hablan al teñido esperando que esté los escuchará y despertara.

Varias veces le había preguntado a los doctores por qué Rubius no despertaba esperando encontrar consuelo en su repuesta, pero estos les aseguraban que no había nada físico que le impidiera al teñido despertar.

Incluso llegaron a pensar que se trataba de alguna clase de maldición, pero ninguna de las doncellas encontró rastro de magia alguna haciendo que la desesperación y culpa aumentará en los héroes. Después de todo Rubius se encontraba en ese estado por su culpa y el saber que podía nunca llegar a despertar los torturaba lentamente.

Las ofrendas en el altar de los dioses cada vez eran más, buscando alguna respuesta del pro qué el teñido no despertaba o incluso que realizaran alguno de sus tan conocidos milagros, pero estos se mantenía en silencio y se negaba a mandar cualquier señal que sirviera como repuesta a aquellos guerreros que derramaban lágrimas mientras les reclaman por no hacer nada para salvar a aquel que se suponía era su favorito.

¿Acaso este era su castigo por fallar en su misión? Tan enojados estaban los Dioses como para no interferir por aquel al que le daban todo lo que pedían solo para verlos sufrir.

Todos estaban nuevamente reunidos en aquella habitación, con la mirada clavada en el piso y de vez en cuando alguna mirada a la cama donde descansaba el teñido, de cierta forma se torturaba pasando todo el tiempo que podían en aquel lugar, solo es...

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Todos estaban nuevamente reunidos en aquella habitación, con la mirada clavada en el piso y de vez en cuando alguna mirada a la cama donde descansaba el teñido, de cierta forma se torturaba pasando todo el tiempo que podían en aquel lugar, solo escuchando como el monitor de la máquina indicaba que su amigo seguía con vida y culpandose por lo sucedido.

- ...Chicos - todos llevaron su mirada hacia el marco de la puerta donde se encontraba Nieves jugando con algo entre sus manos.

- ¿Pasa algo Nieves? - dijo Luzu levantándose de su asiento hacia la chica que lucía algo nerviosa.

- Bueno…yo estaba en la casa de Rub y encontre esto - les paso una USB al castaño y comenzando a jugar con sus mangas - Creo que deberían ver lo que hay adentro - dijo antes de retirarse de la habitación dejando a los héroes algo confundidos.

– ¿Qué quería Nieves? – preguntó Fargan acercándose a Luzu que jugaba con la USB en sus manos, la cual decía "Ver en caso de accidente".

– Creo que Rubius nos dejó esto – dijo Luzu en voz baja llamando la atención de todos los presentes que se acercaron para ver de qué se trataba.

– ¿Te dijo algo más? – habló el albino que miraba con algo de miedo la USB.

– No, solo que debíamos ver lo que traía –

💫ᶜʰⁱᵏⁱᵗᵒˢ💫 | KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora