💫ᶜʰⁱᵏⁱᵗᵒˢ💫 | Karmaland

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Un día después de que el híbrido se había ido de vacaciones y el pueblo ya sentía su ausencia y sobre todo los demás héroes ya que con su partida los trabajos y tareas que normalmente le tocaban al osos pasaron a manos de los demás, incrementado los que ya tenían y dejándolos completamente agotados para el final del día ya que habian unas que tenían que ser realizadas ese mismo día.

- ¿Qué les tocó hacer a ustedes? - dijo Alex mientras se masajeaba un hombro, todos se habían reunido en la casa de este para pasar un rato juntos.

- Tuve que recoger la basura del pueblo entero - dijo el albiino que tenía el cabello mojado ya que se había bañado ahí para intentar quitarse un poco el olor a basura.

- Yo tuve que ir al orfanato y al asilo de ancianos a pasar tiempo con ellos, fue bastante divertido y gane un perfume en el bingo - dijo Fargan sacando el perfume del inventario y sonriendo orgulloso.

- Suertudo, yo tuve que que ayudar a unas cuantas personas con sus huertos - dijo Auron mientras se pasaba una toalla por la cara ya que estaba un poco sucia.

- A mi no me tocaba nada hoy, pero Coringa hizo un desorden en mi ropa y tuve que pasar el día ordenando - Luzu se había ofrecido a cuidar de los animales del teñido pensado que sería fácil, nunca se imagino que le dieran tanto problema.

- Yo y mi niña tuvimos que reparar el granero y todavía no terminamos - 

- ¿Cómo le da tiempo de hacer todo esto? ¡Nunca lo veo haciendo nada! - dijo el azabache de ojos morados y todos asintieron, siempre que se toparon con el teñido estaba descansando o divirtiéndose, ¿Cómo es que hacía todo lo que le correspondía y le sobraba tiempo? Nunca más lo volverían a llamar perezoso y holgazán, iban a seguir hablando cuando la notificación de un mensaje les llegó a todos.

Los días siguientes se la pasaron haciendo trabajos intentado terminar los más importantes para poder irse tranquilos y aunque no fue fácil y necesitaron ayuda de todos en algunos, lo lograron. El día de la misión se reunieron en la casa de Merlon y este les dio los últimos detalles antes de que se fueran al pueblo vecino, el cual quedaba a dos días de distancia por lo que tuvieron que preparar equipo de acampar y cosas para cocinar al exterior, mientras caminaban iban hablando tranquilamente de sus cosas, contando chistes o simplemente estaba en un silencio cómodo, cuando vieron que comenzaba a oscurecer decidieron que era buen momento para y comenzar a instalar las tiendas de campaña y sacar las cosas para cocinar. Todos comieron mientras hablaban y reían, pero con la sensación de que les faltaba algo o en este caso alguien, terminaron de comer e hicieron los grupos para la vigilancia.

~•~

- ¿Qué hacían en casa de Doblas? - al albino y al azabache estaban a la par de un pequeño río un tanto alejado del campamento, les tocó el último turno ya que una vez despiertos no podían volver a dormir.

- Eso debería preguntar yo, Lobo Nocturno - ambos eran mejores amigos y conocen cada uno de los secretos del contrario.

- Los seguía a ustedes, no iba a dejar que le hicieran alguna maldad a Rubius -

- ¡De verdad me consideras capaz de hacerle eso! - dijo con falsa indignación y el otro solo miró con una cara de "de verdad tengo que responder" lo que le saco una risa al albino.

- Solo quería hacerle una invitación formal a la Hermandad - esta vez el que río fue el azabache.

- Sabes que Doblas es la persona más correcta que conocemos, nunca aceptaría nada que perjudique al pueblo - 

- Por eso lo quiero invitar, no creo que sea un santo, debe haber una parte de él que no conocemos y yo quiero descubrirla -  ambos se quedaron en silencio después de eso a la espera de que la hora de levantar a los demás llegará.