💫ᶜʰⁱᵏⁱᵗᵒˢ💫 | Karmaland

💫7💫

Como si de un milagro hecho por los mismos Dioses se tratase los miniheroes se quedaron quietos mirando la película, el teñido le llevó la galleta gigante con chispas de chocolate que le había prometido al Mini Alex que la recibió gustosamente dándole una mirada de superioridad a los demás que vieron la galleta y luego al teñido pidiendo con la mirada una también.

- Lo siento chicos, Alex se ganó la galleta por atrapar a Fargan y Willy - dijo negando y viendo como todos fruncieron el ceño y hacían un puchero.

- Tampoco es como si quisiera una galleta - murmuró Auron dándole la espalda al teñido y viendo de reojo como Alex se comía lentamente la galleta.

- ¡Ya se! - dijo el albino levantándose del sillón e indicando a Fargan que hiciera lo mismo para después abrazarlo.

- Mira atrape a Fargan, ¿Ahora me darás una galleta? - el albino le dio una gran sonrisa y el teñido tuvo que contener el impulso de apretar sus mejillas, mientras que los minis lo volvieron a ver sorprendidos, en sus cabecitas esa era una gran idea, Vegetta se levanto rápido de su asiento y abrazó al albino y al alado.

- Mira, yo atrape a los dos, ¿Puedo tener una galleta? - el azabache lo veía con ojos de cachorro mientras el albino y el castaño intentaban escapar para atrapara al contrario y así ellos poder tener la galleta pero el azabache los tenía bien atrapados y el teñido juro que le podía dar diabetes en ese momento de lo adorable que era esa escena a sus ojos. 

- Vegettita sueltalos, no le voy a dar galletas - el azabache hizo un puchero y volvió a su asiento un poco indignado por no conseguir su galleta al igual que Willy y Fargan - Pero les puedo hacer palomitas mientras terminan de ver la película - con eso los ceños fruncidos y los pucheros se fueron dando paso a sonrisa y a repuestas positivas por parte de todos ante la idea.

- ¡Yo las quiero saladas! - dijo Auron siendo apoyado por Willy y Alex.

- ¡Yo dulces! - dijo Luzu junto a Vegetta.

- ¡Mantequilla! - gritaron Fargan, Lolito y Mangel.

- Esta bien ustedes quédense aquí mientras voy a la cocina, ya vengo - los héroes se iban a concentrar en la película hasta que volviera el teñido si no fuera por que cada vez que Alex morida la galleta hacías un "Hmm" haciendo que toda la atención se fuera a él y como comía la galleta como si fuera la cosa más deliciosas en el mundo, todos sentían que la boca se les hacía agua mientras miraba como poco a poco la galleta se hacía más pequeña hasta que ésta desapareció y Alex se relamió los labios  para después mirarlos de forma divertida, todos fruncieron el ceño y volvieron a ver la película mientras el pequeñín soltaba una pequeña risa.

- ¡Traje las palomitas! - dijo el oso con tres tazones llenos de palomitas, los Minis se acomodaron en los grupos que habían pedido las palomitas y el híbrido se las paso las palomitas y continuaron viendo la película, Rubius aprovechó que todos estaban concentrados para empezar a recorrer la mansión y guardar todo lo que podía ser peligroso, guardo las pesadas en la sala de cofre, se aseguró de guardar todas las decoraciones que pudieran quebrarse, cerró la puerta del pequeño gimnasio que tenía el azabache en la casa y así con el resto de las cosas hasta que estuvo satisfecho.

Volvió a la sala para encontrar a los minis cabeceando intentado luchar contra el sueño mientras veían Moana, el teñido vio por la ventana dándose cuenta de que ya se estaba haciendo de noche.

- Chicos, es hora de dormir - los minis se levantaron del sillón y el teñido apagó el televisor, comenzaron a caminar hacia el baño y Rubius saco de su bolso un cepillo de dientes y una pijama para cada uno que había comprado Merlon, después de eso se decidieron las parejas.

Luzu con Alexby, con protestas de Auron ya que él quería ir con el castaño, Willy con Vegetta, Fargan con Auron y Mangel con Lolito, dejó a cada par de minis en una habitación y luego fue a la propia cayendo rápidamente dormido.

Mientras todos dormían una tormenta empezó haciendo sonar truenos haciendo que los minis se despertarán aterrados debido a los fuertes sonidos, salieron de sus cuartos hacia la habitación del híbrido que se encontraba tranquilamente durmiendo y se acomodaron a su lado cayendo dormidos a los pocos minutos sabiendo que el híbrido los protegía.