Cuarentena

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Realmente me hubiera gustado decir que dormí terriblemente mal, eso al menos hubiera implicado que dormí. Me pase toda la noche pensando en Jane, en como salvarla y rescatarla de ese loco.
Ni siquiera puede acercarme a la cama, me pase la noche entera garabateando en mi libreta sin poder pegar el ojo.
Estaba tan cansada que para cuando los cinco guardias entraron a mi cuarto no pude dar resistencia.
Me llevaron al centro del salón y me sentaron en una silla delante de todos los escritores en sus respectivos escritorios. Liz fue la primera en hablar.
- Claris, ¿puedes explicarnos a todos que sucedió con Erick?
No tenía ganas de preguntar así que opte por lo que me sacara antes de ahí y les conté todo desde que atacó el hotel.
- entonces Erick anda tras la chica. - comentó un escritor a mi derecha.- puede ser una trampa contra el consejo.
- no planea atacarnos- dijo otra que estaba a mi izquierda- o no hubiera raptado a la chica, el planea que ella vaya a buscarla.
- no lo creo, pienso que....
Todos en el salón empezaron a discutir, el cansancio me hacia menos tolerable, sobre todo con el tema de mi hermana.
Ya estaba a punto de levantarme he irme, pero pude ver a Dereck desde atrás de uno de los escritorios, pude ver como me decía que mantuviera la calma.
De pronto Liz se levanto me dijo.
- Claris, el consejo a decidido que por tu seguridad se te confinara al cuarto de torre durante el resto de tu estancia.
- ¿que?¿hasta cuando van a dejarme salir?
Liz me miro compasiva
- hasta que Erick sea detenido
- ¿y si no lo detiene?
Liz se mordió el labio y desvío la mirada.
- guardias, escolten la.

Los guardias me sacaros de la mansión y me llevaron por el jardín que se veía desde mi anterior cuarto, al parecer no me había dado cuenta de que en el centro del laberinto había una pequeña torre de como unos dos metros, puede que ese sea el objetivo, que a la distancia no se apreciará.
En cuanto los guardias me dejaron sola, vi que mis cosas ya estaban ahí, al parecer ya estaba decidido que me encerrarían como reclusa. Me enoje tanto que agarre un jarrón y li arroje al suelo.
- pobre jarrón- dijo Dereck desde el pórtico - recuérdame no llevarte nunca a un museo.
- ¿¡qué haces aquí!?
- sigo siendo tu guardián...
- ¡pues guarda desde afuera!
- ... Y tu amigo
- ¡si fueras mi amigo no hubieras dejado que me encerraran!
- yo no pude hacer nada, no tengo voz en sus asambleas.
- ! Entonces ¿cómo supieron que Erick me seguía?!
- les dije por que pueden ayudar a rescatar a Jane
-¿¡cómo!?
Dereck ya estaba exasperándose, solo que no sabia si por que ya no me aguantaba o por que no sabia que contestarme.
Puede que haya sido el confinamiento, o el cansancio o que veía más lejos la posibilidad de rescatar a Jane, pero no puede evitar echarme al suelo a llorar.
- hey, esta bien - me consoló arrodillado junto a mi. - la vas a encontrar, nadie necesita dones para saberlo- dijo sonriendo.
No se como lo hacia, pero sabia siempre que decir para recordarme que lamentarme por mi trágica vida no ayudaría a rescatar a Jane.
Me levante y me senté en la cama, la agitación era exactamente igual a la anterior, solo que un poco más espaciosa.
- de acuerdo, ¿me sacaras de aquí?
- puedo intentarlo, pero sugiero tener un plan primero.
Asentí, pero estaba demasiado cansada para pensar y Dereck parecía entenderlo y se fue diciendo que volvería luego. Tome mi libreta para arrancar los garabatos que había hecho anoche y vi que no eran dibujos, había escrito otra historia.
No tenía idea de donde se encontraba, solo sabia que todo estaba muy obscuro, también podía oír el sonido de las olas rompiendo en las rocas
- ¿p-por qué haces esto?- tartamudeo
- no te preocupes, en cuanto tu hermana llegue por ti, tu ya no me servirás- dijo y luego escucho que se marchaba.
Jane sabia que no tenía nada en los ojos, la obscuridad era del lugar, no sabia de que le serviría eso, pero era lo único que tenía por el momento.

Cerré mi libreta de un golpe, tenía que tranquilizarme ya que otro ataque de furia tampoco serviría de nada (salvo para gastar las pocas fuerzas que me quedaban) así que me dispuse a dormir un poco más calmada que cuando entre al cuarto, al menos ya sabia en donde se encontraba mi hermana.

Los 6 Originales I: Escritores de DestinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora