Estoy en una vacía y blanca habitación, no se donde estoy y por mas que busque una salida no la encuentro, escucho voces a lo lejos sin embargo no puedo distinguir quienes son y que dicen. No se que hago aquí y una extraña sensación de vació inunda mi pecho, aquellas voces suenan como eco en mi cabeza, intento concentrarme en ellos,reconozco la de mis padres y la de mis hermanos, pero no los veo, el silencio se hace presente durante unos segundos, siento un tacto cálido y suave en mi mano, sin embargo no veo a nadie tocándome, pero aquella sensación de vació se esfuma por completo al sentirlo.
-Mi amor por favor despierta - Una voz dulce y llena de dolor llama mi atención, sus sollozos me causa una presión en el pecho y me siento malditamente desesperado al escucharla, desesperado por saber de quien es esa voz - Se que te has preocupado por mi y el bebé, pero estamos bien te lo prometo, pero por favor despierta.
¿Despertar?, pero si estoy despierto solo necesito salir de aquí, saber quien eres y porque estas aquí. ¿sera una de mis sumisas?. No, imposible ella sabe que tienen prohibido tocarme y hablarme de esa forma, aparte ella nombro a un bebé, así que probablemente no me este hablando a mi, pero Joder soy la única persona en esta maldita habitación. Quiero gritar por ayuda, pero la voz parece no salir de mi.
-Maddie te llama mucho, le dijimos que estas durmiendo porque estas muy cansado, pero que muy pronto despertaras - ¿Maddie? ¿quien es Maddie?. Me siento confundido, perdido. Sensaciones extraña incluso para mi. Dejo de respirar al sentir un pequeño peso sobre mi pecho, seguida de suaves caricias, observo mi torso y pequeñas gotas mojan mi camisa, como si fueran lagrimas ¿que esta pasando? Mi corazón late, late al compás de aquellas caricias.
-Puedo sentir los latidos de tu corazón, laten al compás de mis caricias - Ella guarda silencio, pero sigo sintiendo aquella calidez en mi pecho. Me siento en paz, por primera vez en mi vida me siento en paz y no se porque o quien me lo esta provocando
Cierro mis ojos disfrutando de aquella paz, ella comienza a tararear una hermosa melodía, mi mente se deja llevar por aquella voz, no quiero abrir mis ojos, solo quiero sentir aquellas caricias y escuchar la voz de aquella mujer. Es como si no necesitara nada mas que eso, no se donde estoy, probablemente este muerte y ella es un ángel que me quiere guiar al paraíso, pero alguien como yo merece ir al infierno. Abro mis ojos lentamente, miro todo lleno de confusión. ¿estoy en un hospital?. Bajo mi mirada encontrándome con un pequeño bulto y una hermosa cabellera que huele jodidamente bien. ¿Quien es ella? ¿por que carajos me esta tocando?. Intento moverme un poco acto que hace que aquella persona se levante lentamente. Unos ojos azules llenos de luz me observan, las lagrimas caen por su rostro y una sonrisa encantadora adorna su rostro al verme. Es hermosa, malditamente hermosa. Es mas que eso, es como un ángel, un hermoso ángel.
-Sabia que ibas a despertar - Sus brazos se envuelven a mi alrededor con entusiasmo
-Yo... - No puedo ni siquiera terminar de hablar, porque me veo interrumpido nuevamente por ella
-No digas nada, tranquilo, llamare a la enfermera. - Ella sale con una sonrisa en su rostro, mientras que yo miro a mi alrededor confundido ¿que fue lo que paso?.
Poco tiempo después, veo a mis padres y a mis hermanos entrar, seguido de otras personas a las cuales no conozco, aquella chica me sigue observando con una sonrisa en su rostro.
-Cariño, que bueno que has despertado, estábamos tan preocupados por ti mi cielo, estos tres meses han sido una agonía - ¿Tres meses?, ahora si que no entiendo nada. - Hemos cuidado a Ana y a Maddie muy bien, así que no debes de preocuparte por ellas
-¿Quienes? - Pregunto aun mas confundido que antes
-Muy gracioso hermano - Elliot se ríe sin ganas de mis palabras
