Anastasia me mira con una sonrisa enorme sonrisa y yo estoy parado frente a ellas sin reaccionar. ¿Su primera palabra fue papá?, joder si fue papá. Sin darme cuenta una enorme sonrisa aparece en mi rostro, pero se me desvanece rápidamente al recordar la clase monstruo que soy. No las merezco, no merezco el amor de Maddie y de Ana, no las merezco en mi vida y eso duele.
Salgo de la habitación rápidamente y me encierro en mi despacho, en mi cabeza se proyectan imágenes de mi infancia con la puta adicta, mi relación con la maldita de Elena y los miles de golpes y cogidas que un pervertido como yo a hecho con sus sumisas.
No las merezco maldita sea, no las merezco ellas son puras, están llena de amor y de luz y yo estoy lleno de mierda y de miedo.
La puerta de mi despacho se abre de golpe, volteo hacia la puerta y la veo allí parada, mirándome fijamente. Sin darme tiempo a reaccionar ella avanza rápidamente hacia mi y envuelve sus brazos en mi, en un abrazo de eso que no quisieras que se acabe nunca.
-Se que esto es mucho para ti, pero no estás solo en esto. Me tienes a mi, siempre me tendrás a mi. - Ella no se aleja de mi, y eso me tranquiliza, - Se que tienes muchas cosas por decirme y que no estás preparado, pero cuando lo estés yo estaré para escucharte y apoyarte.
Mierda, realmente soy el hijo de puta mas afortunado, ella es tan dulce y comprensiva y maldita sea, no soy digno de ella, pero soy egoísta y no pienso dejarla ir.
-Tengo miedo a no ser el padre que ella merece - Le confienzo a Ana el miedo y la angustia, que me a estado carcomiendo desde que Maddie llego a mi vida.
Ella levanta la cabeza y me mira a los ojos, expresando total comprensión y amor en los suyos, acaricia mi mejilla, con su suave y delicada mano y yo cierro los ojos disfrutando de ese cálido tacto
-Lo se y es normal que lo tengas, nadie nace preparado para ser padre Christian e incluso cuando ya lo son y piensan que lo saben todo, aparece algo nuevo y te demuestra que no es así, que te hace ver, que aun tienes mucho mas por aprender. Entiendo tu miedo, pero ese miedo demuestras que la amas, porque si no fuera así, no te importaría nada que clase de padre serias para ella. - Ella como siempre tiene razón, se que nadie nace listo para ser padre y yo tengo la suerte de tener a personas maravillosa que me ayudaran en este camino.
***
Observo, como Ana y Maddie juegan en la gran y enorme cama de mi cuarto, Maddie se ríe ante las cosquillas que Ana le hace en su panza, es una imagen hermosa.
Ana levanta su mirada y se topa con la mía, ella me hace un gesto para que me acerque y sin dudarlo lo hago. me acuesto junto a Maddie, dejándola en medio de nosotros
-Gracias por estar aquí con nosotros - Ella pone los ojos en blanco al escuchar mis palabras, no eh dejado de agradecerle desde que llego, por estar aqui
- Ya te dije que no tienes nada que agradecerme, me encanta estar aquí con ustedes. - Ella me dedica una hermosa sonrisa, de esas que me hace entender que todo vale la pena, si es por ella y esa sonrisa todo vale la pena
-Y a nosotros nos encanta tenerte aquí, sobre todo a ella - Le señalo a Maddie que está subiendo arriba de ella para poder jugar con su cabello
-Bueno ella necesita un cambio de pañal, porque el que tiene ya está mojado - Mierda desde que la conocí es la primera vez que me encuentro en está situación, intento irme pero Ana me detiene - Epale señor ¿a donde cree que va? venga para acá, tienes que aprender a cambiarle el pañal Christian, yo no voy a estar para siempre.
De solo escuchar sus ultimas palabras un escalofrió recorre mi cuerpo, ese es mi mayor temor que ella no esté conmigo para siempre. Ana me mira a los ojos y por la forma en que me mira se que mis ojos muestran miedo y no por cambiarle el pañal a Maddie. Ella se acerca a mi con Maddie en sus brazos.
-Prométeme que eso nunca pasara, prométeme que siempre estarás acá. Joder bebé prometemelo - Ella me mira preocupada por mi reacción y sin pensarlo me abraza.
Rodeo su cintura con mis brazos, nos fundimos en un abrazo los tres, Ana, yo y nuestra hija. Susana tenía la razón al querer a Ana como la medre de Ana, solo alguien tan dulce y buena como ella puede ser la madre de Maddie.
-Te lo prometo amor siempre me tendrás aquí - Ana besa mis labios y me deja con ganas de más. - Pero bueno está pequeña aun necesita un cambio así que andando.
Ana me fue indicando lo que tenía que hacer y fue la cosa mas difícil que hice en mi vida, ana me grababa y mientras lo hacía me iba dando indicaciones. Joder ¿como sabe ella cambiar pañales?, mierda de seguro es ese bendito instinto maternal que tienen las mujeres. Cuando por fin termino de cambiarle el pañal suelto un suspiro de Alivio.
Ana apaga la cámara y me mira, por su rostro se que se está aguantando la risa. Si, si muy divertido, ella no es la que se demoro 15 minutos cambiando un puto pañal.
***
Despierto por el bendito sonido de la alarma, la apago rápidamente pensando que puedo despertar a Maddie o a Ana, pero me sorprendo al ver que estoy solo en la habitación. Salgo rápidamente de la cama y me dispongo a buscarla, en le baño no están, apenas salgo de mi habitación unas risas inundan mis oídos.
Voy a la cocina que es donde provienen las risas y me encuentro con la imagen mas hermosa que han visto mis ojos. Maddie está arriba del meson de la cocina, con un sobrero de chef y un mini delantal azul, sus piecitos están llenos de arina al igual que sus manos y su rostro.
Aun no se han dado cuenta de mi presencia así que me recargo en el marco de la puerta y me dispongo a observarla. Ana puso una canción infantil en su celular y Maddie mueve su cuerpecito al ritmo de la canción.
Maddie es la primera en verme y sus brazitos se alzan hacía arriba en señal de que la tome en mis brazos. Sin dudarlo lo hago. Ana me ve y me sonríe
-Buenos días amor - Oh mierda, quiero escuchar esa frase todo los días
-Buenos días hermosa - beso sus labios castamente - ¿Y Gail? - pregunto al ver que mi ama de llaves no está aqui.
-Oh, me dijo que te dijera que tuvo un problema, al parecer su madre enfermo - Iba a decir algo, pero el sonido de mi celular me interrumpe.
Le entrego a Maddie a Ana y salgo hacía mi despacho para responder tranquilamente.
-Grey - Mi voz suena firme y autoritaria, espero unos segundos en espera a que alguien me responda
-Sr tenemos un problema - La voz angustiada de Steffan me pone en estado de Alerta. Steffan es uno de los chicos que está vigilando al hijo de pura de Eric
-¿Que sucede? - No quiero sonar preocupado y trato de mantener la calma, pero me estoy imaginando lo peor
-Se escapo sr, ese hijo de puta escapo.
Hola a todas, lamento no haber actualizado y haberla dejado con ganas de mas, se que están aburrida de mi y mis "promesas" de actualizar mas seguido, pero trato de hacerlo y algo sale mal.
Hace poco tuve un accidente y no pude estar activa, estoy en plena etapa de recuperación así que tratare de estar lo mas activa posible.
Perdón una vez mas y espero sepan entender