Capítulo quince

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Por alguna extraña razón, la más afectada por esta situación, en este preciso momento, es la menos culpable, la soltera de Sana, que aún sin poder reaccionar, ni entender bien lo que está pasando, le tiemblan las piernas del nerviosismo al ver a su ex novia de esa manera, totalmente sacada.

—¡¿Me van a decir qué mierda está pasando?! — intercambiaba su mirada de una en otra.

La cara de Momo es de total enojo, al igual que la reciente afectada, mayormente porque le arruinaron su noche y las intenciones que tenía.

—¿Qué haces aquí? — le preguntó la japonesa mayor, ya que la otra no podía ni modular las palabras. Tratando de no mostrar ninguna expresión.

—¿¿Que "qué hago aquí"?? — le exclamó con desdén. — Ustedes díganme qué carajos estaban haciendo.

—Te tendría que haber preguntado a dónde ibas a ir. — volvió a hablar Momo, ya que esto es prácticamente un diálogo entre ellas dos.

—¿Qué? ¿Para qué? Para besarse sin censura a mis espaldas y yo quedar como una payasa, já.

—Para no haberte dejado salir.

Dahyun se quedó completamente anonadada luego de escuchar esa respuesta, y Sana, que tampoco está muy lúcida, de igual manera reaccionó de la misma forma, hasta la pobre Chaeyoung.

—Qué diceeeeeees. Tú no puedes prohibirme nada, como sea, perdón por arruinarte tus planes pero ahora quiero que me expliquen todo.

—No jodas. — dijo agresivamente la nipona mayor otra vez.

Pero esta vez sacando a Sana de sus cabales, y obligándola a intervenir en el trato que su mejor amiga le estaba dando a la persona que tanto amó.

—¿Qué demonios te pasa Momo? Yo también quiero explicaciones, y nos las vas a dar ya.

Liberándose de toda culpa, y en contra de la voluntad de la pareja, las agarró a ambas de las muñecas y se las llevó al patio más cercano para poder hablar, y entenderse con más claridad.

Chaeyoung, super enojada por toda la situación, se terminó yendo a su casa, sola, sin avisarle a Dahyun si quiera por mensaje, no la quería ni ver en este momento, se sintió usada, ya que su amiga lo tenía todo pensado de lo que iba a hacer y aún así la arrastró a sus boludeces, arruinándole la noche.

Fuera de todo el aturdidor sonido, y lejos del resto de borrachos, las tres se encontraban fuera, recibiendo una agradable brisa, que las ayudó a esclarecer un poco sus ideas y lo que sea que tuvieran para decir, en un ambiente muchísimo más tranquilo.

—Ahora sí, — habló Dahyun, mirando a las compatriotas — hablen, qué fue lo que sucedió.

La inocente Sana, no tan inocente tampoco, no tenía nada para decir, porque jamás se le cruzó por la cabeza besar a su mejor amiga, y aunque esté bajo el efecto del alcohol, tampoco lo puede culpar, ya que ni siquiera tuvo intenciones de cortar el beso.

—Fue casual, Dahyun, solo pasó, no es para tanto. — por dentro, Momo estaba sonriendo, en grande, porque lo que tanto planeó lo pudo lograr, pero no lo concretó, ya que fue descubierta con las manos en la masa.

—¿Ca-casual? — a la menor se le escapó una carcajada — por favor no me veas la cara de pelotuda, porque no te creo un carajo Momo.

—Sana, dile.

La nombrada solo la miró, no lo recuerda tan casual, porque claramente hubo intenciones de parte de su bestie por hacer eso, que ahora, razonándolo un poco, se puede dar cuenta, y no entiende qué está pasando.

Third wheel || SaidahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora