Capítulo trece

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Los picnics nunca pasan de moda.

Y la japonesa estaba conciente de eso, y también de lo mucho que le gustan a Dahyun, de cómo los disfrutaba con su ex novia, su mejor amiga, está al tanto de su fascinación, y no va a desaprovechar la oportunidad.

Ya que el día está perfecto para tal acción, no dudó ni un segundo en planear esa salida, es domingo, en un parque, lleno de personas y muchos niños corriendo y jugando al rededor, disfrutando de su infancia.

Como le encanta degustar buenos platos, también le gusta hacerlos, tiene buena mano en la repostería, y este fin de semana no se privó de eso, brindándole también unos exquisitos sabores al amor de su vida.

—¿Cómo está? — le preguntó a la menor, con una sonrisa en la cara, mientras esta se metía un pequeño pedazo de torta de chocolate a la boca.

—Mmm. — la coreana la miró, sorprendida por la explosión de ingredientes en su paladar, dándole el visto bueno.

—Uff, qué bueno que te gustó, — suspiró satisfecha — estaba preocupada porque no sea de tu agrado.

—Bueno, — dijo aún con la boca llena, y gesticulando con sus dedos — la verdad que te luciste.

—Gracias pichona.

"¿Pichona?" Dahyun se quedó pensando. Y por unos momentos viajó a otra dimensión, que debido a la poca estimulación, parecía que se estaba disipando en su cabeza, siendo olvidada de una ruda manera.

Momo lo notó, que perdió la concentración por breves segundos, no entendía porqué, y pretendía devolverla a la realidad.

—Dubu, ¿Estás conmigo?

—Sí, lo siento — la menor sacudió su cabeza para prestarle atención otra vez —¿Qué más has hecho?

Momo le sonrió y se acomodó mejor en la lonita, mirando todo lo que había preparado, que lo había dejado a la vista, y especulando qué sería lo próximo que le haría probar, parecía una casa de té aquel espacio.

—Hice lemon pie. — le cortó un pedazo y se lo entregó, esperando por su reseña.

Dahyun lo volvió a tomar, y de la misma manera, entusiasmada lo posó en su lengua, y dejó que esta hiciera todo el trabajo, para dejarle reconocer el sabor, del cual se quedó encantada, de vuelta.

—Esto está muy rico Momo.

—Qué bueno que te guste.

Luego de la degustación, ambas comenzaron a comer, y a acabar con todo el repertorio de azúcares que pudieron consumir, obviamente que va a sobrar, lo acompañaron con un natural jugo de naranjas, en verdad la mayor se esforzó.

Jugaron varios juegos de mesa, y hablaron de cosas random el resto de la tarde, pasándolo bien y disfrutando el cómodo momento.

Dos meses habían pasado, desde su "unión" como pareja, nada raro había sucedido, todas se quedaban en el molde y los reclamos se habían acabado por completo. Los cambios fueron casi rotundos, aún había una pequeño fuego anterior, pero se intentaba apagar día a día.

¡Pum!

De repente sintieron un golpe fuerte, robándoles toda la atención, y haciéndolas cambiar el rumbo de la conversación inesperadamente.

—¡Aaaaa! — un niño se había caído justo al lado de ellas, y estaba gritando en agonía.

—¡Ay no! — dijo Dahyun sin poder reaccionar cuando el sonido llegó a sus tímpanos.

Sin pensarlo dos veces, Momo se levantó fugazmente, y se dirigió directo al niño, para checar su estado. El cual no fue nada bueno, se había lastimado bastante y tenía ambas rodillas sangrando.

Third wheel || SaidahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora