Lihuet rápidamente se habituó a la casa de Rothgar, sintiéndose cómodo y tranquilo, fue rápido de habituarse y confiar, parte de su rutina era ir al restaurante y luego a casa. Haciendo a Rothgar sentirse necesitado de salir disparado del trabajo a la casa, le encantaba llegar y ver qué había cena y un hermoso chico esperando nervioso con una buena plática para pasar las horas, haciendo que su día de mierda valiera por mil la pena.
Los días que siguieron a su cambio de domicilio, Li anunció a su hermano Arturo del lugar en donde se estaba quedando, de esa forma hizo una cena para presentar a los dos hombres, Li estaba algo tenso por la reacción de su hermano hacia Rothgar, quien siempre le aseguró que por él estaría más que feliz de conocerlo y poder asegurarle lo que era más que obvio, que Li estaba a salvo con él. La cena se llevó a cabo y para sorpresa de Li, estos dos no paraban de hablar y de compartir gustos y aficiones, de pronto los dos hombres habían congeniado de inmediato, cosa que no había sucedido con su anterior pareja, y eso hizo increíblemente feliz a Li.
Los moretones y heridas de Lihuet ya no estaban, así que volvió a su misma manera de ser, delicado, hogareño y trabajador.
Cuando Rothgar veía que era hora de ir a comer, rápidamente se escabullía de sus amigos los cuales en tres semanas no había visto, para dirigirse a la cafetería y ver a Lihuet.
Obviamente Alfredo seguía con Reinaldo al igual que Anhelí con Sergio, los echaba de menos, pero también amaba esa privacidad y por eso tampoco insistía en verles.
—¿Adónde crees que vas?, La aguda voz de Anhelí le llegó como una amenaza, una amenaza de la cual no podría escapar.
Así que, optando por enfrentar a su amiga, se giró para hablarle, —hola, pequeña...
Anhelí se paró en seco, mientras su mirada observaba atónita a su amigo como si este se tratara de un marciano. —¿quién eres tú, engendro del mal y qué has hecho con mí malhumorado, déspota y antisocial amigo?
Rothgar levantó la ceja de forma irónica al escuchar a su amiga. —vaya, no creí que todo eso era para ti, —fingió estar ofendido.
Anhelí le abrazó con fuerza poniéndose de puntitas. —nunca me llamas así, de haber estado con Sergio te hubiéramos molido a golpes para que reacciones y vuelvas a ser como eras antes, porque te has mantenido lejos.
Rothgar se colocó junto a su amiga para poder continuar su camino con a ella. —Supongo que iremos a comer.
—Vaya, además de guapo, inteligente, —rió la chica de forma juguetona.
—De hecho, iba a comer en sabor café.
Anhelí tomó el brazo de Rothgar y caminaron, —¿En dónde has estado?, —la chica miraba a su amigo quien tenía un semblante relajado, como si estuviera...
—¡Estas saliendo con alguien, desgraciado y por eso no nos has buscado! —el fuerte grito emocionado hizo que Rothgar cierre los ojos.
—Baja la voz mujer, —dijo Rothgar entre dientes.
Anhelí emocionada daba pequeños saltitos alrededor de él —Sí, bajo mi volumen, pero dime ¿quién es?, ¿le conozco?, —la chica se notaba muy excitada con la noticia.
Rothgar confiaba en Anhelí y en Alfredo para todo, así que estaba bien si le platicaba de Lihuet. —¿Recuerdas al dueño de sabor café?, Roth miraba de soslayo a su amiga que dramáticamente abrió la boca en forma de o.
—¡Ay, no me digas!, —una vez más la exagerada emoción de su amiga se desbordó. —Esa persona me encanta, —Rothgar sonrió de lado al ver la reacción de Anhelí, pues sabía que era sincera e inclusiva, al igual que Sergio, —me encanta lo lindo y delicado que es, —parando de pronto Anhelí volteó a ver a su amigo que la vio contrariado, —¿Qué sucede An?
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Deliciosos Pecados
RomanceY ¿Si el amor viene en formas extrañas y con expresiones diferentes? El mismo Rothgar Castillo está apunto de quebrantar su propia regla cuando conoce a Lihuet Yaotsin, cariñosamente conocido como Li. Ambos verán como poco a poco el amor nace ante s...