Hacía un maldito calor.
Un maldito calor de infierno, ¿que demonios paso? ¡ayer pareciese que el cielo se caeria de tan feo que estaba! se supone que en Washington no hacía calor, ¡hace frío! pero maldita se si no me estoy derritiendo. Lanse las mantas que tenía ensima al suelo y tome el control del aire acondicionado y lo puse al limite. Entonces regrese a dormir.
*****
Estaba bañada en sudor. Yo odiaba sudar.
Gruñi y me levante de la cama, busque en mi enorme closet algun short pero lo unico que tenía era jeans y medias de yoga, tome unos jeans grises y unas tijeras. En menos de 5 minutos tenía un short nuevo. Coji una camiseta de tirantes gruesos color blanca que decia en letras negras; ''Soy rubia natural'' Elizabeth había sido insistente en comprarla.
Me arrastre al baño, llene la tina y me tumbe en ella. Yo podría estar hay por siempre.
Al parecer ''siempre'' no duro mucho.
Dos horas después salí de mi ahora muy adorada tina por que estaba tan arrugada como una pasa, o un anciano. Sali del baño y me vesti, entonces empeze a sudar de nuevo.
Maldita sea.
En el piso de abajo todos se quejaban del calor. Elizabeth estaba tumbada en el suelo, su habitual cabello desordenado ahora se encontraba en un moño alto y desordenado. Su short de corte alto y super corto dejaba ver sus piernas blancas como la nieve, el short tenía unas rajaduras en la parte de la pierna derecha, también tenía puesto un top rojo sin tirante que decia; ''I ♥ LAS VEGAS'' en letras brillantes y como todos se quejaba en el suelo, Monique tenía un moño tan alto y apretado que hacía que sus ojos redondos se vieran rasgados. Sonrei al notar su vestido corto con cientos de pequeñas flores multicolores.
Mia se encontraba distraida con un libro de portada bonita, era como una flor con fuego o algo por el estilo, ella se encontraba recostada sobre Adam con un vestido de verano. Rapidamente divise a Lynneth que tenía algo que era parecido a una mini falda, claro si las mini fasdas dejaran ver tu ropa interior. Aparte de eso también se encontraba practicamente ensima de Alexander. Tal vez eso me hubiera molestado en algun momento del pasado, pero ahora no, a el podia masticarlo un lobo y terminado de comer un succionador y me hubiera importado menos. Era un idiota de ligas mayores.
Recorri a todos con la vista pero no divise a Lucas, me preguntaba donde se encontraba.
Ese pensamiento fue rapidamente borrado por la imagen de Jace sin camisa entrando en la sala.
Practicamente mi boca callo abierta ante semejante vista. El si que estaba en forma. Con cuadritos y toda la cosa. Vi su cuerto tatuado que no había visto antes por las camisetas con maga que utilizaba. Tenía una especie de dragón/bibora en el costado derecho del estomago que bajaba asta mas haya de la banda de sus jeans, unos simbolos que cubrian casi la mayoria de su brazo izquierdo que parecian tribal y en el pecho justo donde se supone que va el corazón se encontraba un nombre, se notaba claramente cual era, ''Elizabeth'' en una caligrafia bonita. Lo mire boquiabierta por un segundo hasta que me golpie mentalmente y desvie la mirada, encontrandome con los ojos esmeralda del idiota en la otra punta de la habitación. El tenía esa mirada penetrante de ''No veas hay'' en su cara, rode los ojos y volví a desviar mi mirada encontrandome a Adam hablando de puras cosas tontas con Mia para evitar que viera el gran y admirable paquete de musculos y tatuajes que acababa de entrar en la sala, incluso Parker se encontraba entreteniendo a Monique sobre los colores y nose que mas. Y Lynneth.. bueno ella se encontraba desnudando a Jace con la mirada, incluso pareciese que si no tubiera a un hombre a su lado se lanzaria al otro. Elizabeth encambio tenía la mirada bien puesta en Lynneth, una mirada que decia; ''Atrevete de mirar a mi hombre de nuevo y corto'' reí para mis adentros, parecia una elfina enojada.
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Los Últimos Talentos.
FantasySinopsis No soy normal, o al menos las personas normalmente no sienten las emociones de los otros, escapar de casa a los 10 años es una mierda, ahora tengo 17 y prácticamente están cazando mi trasero todos los días, eso fue hasta que me encontraron...