Monique no dejaba de llorar.
Y eso partía mi corazón
Ella merecía ser feliz, una lagrima rodó por mi mejilla, me puse de pie de un salto y corrí a toda velocidad a mi habitación antes de que me pusiera como magdalena.
Me sentía culpable, no negaba eso.
Nosotros pudimos haber echo algo. Yo debí haber echo algo.
Las lagrimas no derramadas nublaron mi visión mientras me lanzaba boca bajo a mi cama, entonces empece a llorar, una y otra y otra vez.
Tal vez juntos hubiéramos podido lograrlo.
Juntos...
Esas palabras palabras se perdieron en silencioso vació de mi mente.
Juntos lo podíamos todo.
Pero aveces, ''juntos'' no era suficiente.
Esas fueron las últimas palabras que recordé antes de consumirme en la triste oscuridad del sueño que ahora me rondaba.
*****
No quería bajar a cenar.
Vería a Monique, con sus enormes ojos vacíos llenos de dolor.
Entonces yo me echaría a llorar, y todo se iría a la mierda.
Así mejor opte por ir a robar comida a la cocina y cenar sola.
Si, eso sonaba bastante mejor.
Baje lo mas sigilosamente posible, pase cerca del comedor pero todo se encontraba oscuro. No había nadie, solo un horrible silencio, un silencio que me hizo recordad aquello gritos de dolor.
Sus gritos de dolor.
Mi piel se erizo al recordar aquello. Un escalofrío subió desde mis dedos del pie hasta mi pecho. No quería recordar aquello. Nunca mas.
Obligue a mi mente a olvidar lo todo, eh ir por mi comida.
Me prepare un sándwich, pero sin el pan normal ya que no había. Por primera vez en mi vida, olvide la mierda de ser vegetariana y le puse todo lo que encontré.
Jamón, salchicha, tocino, salami, peperoni, queso y un poco de pechuga de pollo, con bastante espinaca y aguacate, no me gustaba mucho la mayonesa así que la sustituí por un raro aderezo de chipotle. Termine de prepararlo y tuve que esperar a que el microondas sonara para poder comerlo. Mientras tanto, tome una soda, un paquete de papas con algo de salsa picante y unas galletas. Esta noche tenía bastante hambre, no había comido en todo el día, pronto sonó el pitido que indicaba que mi cena se encontraba lista, una vez en mis manos me encamine de nuevo a mi habitación.
Me detuve en seco al pasar por aquella puerta que siempre se encontraba cerrada, sin ningún ruido, solo que esta vez lo había.
Lynneth lloraba al otro lado.
Fuertes sollozos de aquello que rompían corazones.
Obligue a mis pies a seguir caminando, ignore los sonidos que provenían de la puerta multicolor.
Tenía que ignorarlo todo.
No sucedería lo mismo de aquella vez.
*****
Ellos lo estaban matando.
Y yo solo podía mirarlo desde mi escondite.
Mire como hundían su brazo en el pecho de Parker, el brazo del succionador se lleno de luz donde se suponía que iban las venas.
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Los Últimos Talentos.
FantasySinopsis No soy normal, o al menos las personas normalmente no sienten las emociones de los otros, escapar de casa a los 10 años es una mierda, ahora tengo 17 y prácticamente están cazando mi trasero todos los días, eso fue hasta que me encontraron...