Los Últimos Talentos.

Capitulo 3 ''Recorrido''

CAPITULO 3

-Recorrido-

El suave canto de los pájaros y las ramas de los arboles golpeando contra la ventana de la habitación me despertaron junto con unos ligeros golpes en la puerta. Me arrastre sin las mas mínimas ganas fuera de la cama, los increiblemente largos pantalones de pijama se me había prestado Mia se desdoblaron como por milésima vez. Genial.

Abrí la puerta para encontrar a unas sonrientes Mia y Monique -Hora del desayuno- dijo alegremente la castaña.

Monique frunció en ceño al mirar mi habitación - A este lugar le hace falta color- mascullo ella. Siiii eso no pasara.

-A comer- Mia tomo mi mano y practicamente me arrastro fuera, ir a desayunar en pijama no sonaba muy atractivo. Cuando llegamos al comedor (que por cierto era enorme) la molestia por bajar a desayunar en pijama con auténticos desconocidos se esfumo al verlos, todos ellos estaban igual o peor que yo, un ejemplo era Adam se veía aturdido como si lo hubieran arrastrado fuera de la cama. Mia me sentó entre ella y su madre.

En la mesa había grandes bols con cereal, fruta, y creo que era abena, junto con leche, algún tipo  de chocolate untable con pan tostado y jugo. Todos empezaron a poner comida en sus platos a lo loco yo solo miraba todo lo que habría matado por comer meses atrás. Una cálida mano apretó mi brazo.

-Come lo que quieras cariño- la sra.Amelia hiso un gesto a la comida. Yo no proteste a su petición, me moría de hambre. Tome un poco de cereal de trigo inflado -mi favorito- con leche y también algo de platano con chocolate que por cierto se veía fantástico.

Justo cuando estaba a punto de meter una cucharada del tamaño del mundo a mi boca me percate de la mirada penetrante que tenía Alexander en mi, justo al lado de el se encontraba Elizabeth luciendo radiante en su pijama, ahora mirando en la luz normal su cabello si que era azul, pero no esos escandalosos azules como en las estrellas de Hollywood lo que mas extraño era que estaba súper segura de que era natural. Y a su lado como siempre se encontraba Jace que incluso parecía mas guapo que ayer. Ugh. Ignore la potente mirada de Alexander que ciertamente me derretía por dentro y mejor empecé a comer tranquilamente mi cereal que sabia condenadamente bien.

Al terminar de desayudar me había duchado y cambiado ya que los srs.Ryder querían mostrarme os terrenos de la casa. Cuando llego el momento de la ducha había decidido no usar otra vez ropa de Mia ya que me quedaba demasiado grande y había terminado con pantalones deportivos azul cielo, una blusa rosa pálida y claro que no podían faltar tenis amarillos. Maravilloso parecía un osito cariñosito.

-Todo esta rodeado de bosques- afirmo el sr.Ryder lo que claramente yo ya sabia, el maldito lugar era enorme con rejas altas a los costados de bosque y estaba muy segura que si salía haya fuera me perdería o terminaría en el estomago de uno de esos hombres chuecos de las películas de Camino Asia El Terror. Si mejor no.

-Puedes salir cuando quieras- me informo la sra.Amelia.

Ambos me habían mostrado cada rincón de la casa: las habitaciones, la biblioteca (que era fabulosa), el patio trasero, la cocina, la sala, el gimnasio y ahora por último el patio delantero que como todo en este lugar, era enorme lleno de diversas flores y un par de bancas, se podía estar todo el tiempo aquí ya que los arboles tapaban la mayoría del sol y realmente en el norte de Washinton no salía mucho el sol que digamos.

-Tenemos que ir a prepararte- ambos empezaron a caminar hacia la casa.

-¿Prepararme?- pregunte, no entendía.

-En el gimnasio los chicos se preparan para luchar, por cualquier cosa que llegase a ocurrir- me aclaro la sr.Amelia, ella miro a su relog -que es justo ahora-