Entre nosotros (Erasermic)

EPILOGO 1.0 - FUTURO (FINAL TRISTE)

Habían pasado casi 15 años desde que aquella fatídica misión había tenido lugar. La expedición que había comenzado con 10 tripulantes regreso tres semanas después de haber partido, casi cinco meses antes de lo previsto con 9 tripulantes menos, todos había fallecido a manos de  Hizashi yamada y Toshinori Yagi. Fue un duro golpe tanto para las expediciones científicas como a nivel comercial, ya que durante un largo periodo de tiempo todo ese tipo de actividades fueron paralizadas, especialmente durante la investigación, aunque nunca se llegó a descubrir quien estaba detrás de todo.

Aizawa paso meses en recuperación, puesto que aunque la recuperación física no fue larga la psicológica si que necesito de mucho mas tiempo, después de todo y como era propio de su naturaleza oculto muchos de los detalles como su romance con Hizashi, cuya perdida tuvo que llorar en silencio entre noticias, donde no se hablaba de otra cosa que no fuera lo sucedido en aquella nave a manos de esos dos hombres. Una vez se encontró con ganas se reincorporó a su vida laboral, tratando de reconstruirla, aunque anímicamente estaba destrozado y todos los que le conocían se dieron cuenta de su evidente cambio volviéndose mucho mas retraído y serio.

Entro a trabajar a la UA como profesor, dedicándose a formar a las nuevas generaciones, su experiencia a bordo de esa nave era esencial para que esa desgracia no volviera a repetirse pero al mismo tiempo se termino condenando a una vida de recuerdos dolorosos que afloraban cada día en su trabajo.

Irónicamente en el aniversario del regreso de la fatídica expedición tendría lugar el despegue de un nuevo grupo de trabajo con mismo rumbo y destino. Los integrantes eran: Deku Midoriya, Uraraka Ochako, Tsuyu Asui, Iida Tenya, Kirisima eijirou, Bakugo Katsuki, Kaminari Denki, Jirou Kyoka, Shinso Hitosi y Todoroki Shoto el hijo pequeño de Enji Todoroki. Aizawa los habían entrenado y formado personalmente, y ahí estaban viéndolos partir comos el mismo había hecho en su momento.

Mientras miraba como esos jóvenes se despedían de sus familias dirigiéndose a la nave posteriormente, el moreno no dejaba de dar vueltas a una hoja de papel, con rastros de sangre y una vieja foto. Había leído y guardado esa carta por años, una disculpa formal de un padre que había descubierto el instinto paternal en una nave de la que nunca había llegado a bajar

- Quizá, este sea el momento – Pensó para luego acercarse al de cabello bicolor.

- ¿Todoroki? ¿Podemos hablar? – el joven le miró con curiosidad – no hace falta que la leas ahora, ni si quiera hace falta que la leas, creo que tu padre nunca pensó que podríais leerla pero allí arriba, en algún momento te sentirás completamente solo y puede que entonces, lo que hay aquí te reconforte. – dijo tendiendo los papeles al menor que los cogió, mirándolos con su habitual rostro invasivo y los guardo dentro del bolso de su traje.

- Está bien – dijo sin más antes de irse

Suspiro con cansancio, ese día estaba despertando muchos sentimientos que creía enterrados, fue entonces cuando vio al chico de cabellos morados y traje negro. No pudo reprimir una sonrisa, se acerco al que se había convertido en su pupilo.

- Profesor, me alegro de que haya venido – dijo contento por ver al hombre que le había enseñado todo lo que sabia

- No podía perdérmelo – dijo para luego darle un abrazo – ten cuidado y recuerda que allí a donde vais al confianza es lo más importante

- No lo haré – dijo para luego subirse a la nave

Después del despegue, Aizawa se dirigió a su despacho terminó los papeles que tenia pendiente y se recostó, para luego abrir uno de los cajones. De ahí saco una foto donde estaban todos los miembros de la tripulación que habían servido con él en aquel viaje, el mismo tipo de foto oficial que acababa de ver hacer en el angar… junto a ella había otra, una donde aparecía con su adorado rubio suspiro lanzando de nuevo las fotos al cajón.

Podrían haber pasado años pero la herida seguía pesando, cada vez que cerraba los ojos aun podía revivir el momento en el que lo había perdido, momento en el que una parte de el había muerto, la perdida de sangre había sido fatal y Aizawa no pudo ayudarle y menos aun con las herramientas de la enfermería que estaban estropeadas. Siempre se había planteado que hubiera pasado si esa maldita herramienta hubiera funcionado, o si el hubiera podido hacer algo pero lo único que consiguió fue verle morir con una sonrisa en su rostro.

Suspiro pesadamente volviendo a guardar todo en su sitio, dispuesto a terminar con el papeleo después de todo ya estaba acostumbrado a eso, a vivir con todas esas muertes a su espalda, con los recuerdos… pero a lo único a lo que no podría acostumbrarse era al silencio.

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Hola!! Que tal??
Con esto se da por terminada está historia, espero que os haya gustado a pesar de los retrasos en la publicación y muchas gracias por haberla seguido hasta aquí.
Nos vemos. Y cuidaros mucho.
Un saludo.