Entre nosotros (Erasermic)

PRÓLOGO - LA NAVE

Podían considerarse como afortunados, la nave en la que viajaban no había explotado aunque se habían quedados varados en medio de la nada. Si bien se trataba de un modelo antiguo ninguno de los tripulantes habría esperado que se estropeara en medio del viaje por ello, todos se encontraban sentados en la cafetería, los diez estaban en silencio mirándose unos a otros.

- ¿Y ahora que hacemos? – preguntó tímidamente Taishiro Toyomitsu, quien llevaba su una bolsa de patatas en sus manos tratando de disimular sus nervios a través de la comida

- Supongo que lo único que podemos hacer ahora es arreglar la nave y regresar a casa – suspiró pesadamente Toshinori Yagi quien se encontraba sentado a su lado.

- ¿No tenemos ninguna forma de continuar? – gruño Enji Todoroki, quien estaba de pie con los brazos cruzados sobre su pecho.

- Sería muy arriesgado e ilógico, cuando hablamos de arreglar es mas bien “parchear” la nave porque aun así no sabemos si podremos arreglar esta chatarra de manera que nos lleve de vuelta – murmuró Aizawa Shota

- Estaremos una temporada aquí dentro entonces ¿Y los suministros? – continuó Hizashi llamada, quien se frotaba el mentón.

- A penas llevamos una semana aquí dentro así que tenemos la comida de sobra para unos seis meses, el doble si comenzamos a racionarla ya – continuo Keigo Takami.

- Si te soy sincera me preocupa mas el oxígeno ¿Sabemos si esta dañado?– continuó Rumi Usagiyama

- Lo revisamos Nemuri y yo de camino hacia aquí, por suerte no estaba dañado y los generadores estaban bien – sollozó Emi Fukukado quien se abrazaba al brazo de Aizawa.

- Deberíamos de empezar con los arreglos lo antes posible – habló ahora Sekijiro Kan. Nemuri asintió antes de hablar.

- Tenemos que identificar los fallos y comenzar a arreglarlos y esperemos que no se rompa nada más en el proceso.

Todos asintieron ante la propuesta de la morena mirándose con preocupación los unos a los otros. Después de todo estar varados en medio del espacio no era plato de gusto para ninguno de los allí presentes.

Aizawa Shota se encontraba junto a Hizashi, ambos iban de camino a la zona eléctrica para revisar que de todo lo que había seria lo más urgente y si había algún elemento secundario del cual poder recortar energía ya que hasta la más minima cantidad que pudiera conseguir de extra seria agradecida.

- ¿No crees que tenemos muy mala suerte Sho-chan? – comentaba alegremente el rubio dentro de su escandaloso traje amarillo. Mientras el moreno se escondía más dentro del suyo

- Supongo

- Al menos estamos juntos – río tímidamente Hizashi quien no parecía estar afectado en absoluto por las circunstancias.

- Nada puede aplacar tu buen humor – comentó Aizawa con una sonrisa en la cara

- Si tu estas conmigo es imposible – dijo el rubio abrazándose a Aizawa que se encontraba dentro de su traje negro.

- Vamos al trabajo – murmuró el moreno, sintiéndose mucho más tranquilo solo por tener al rubio a su lado.

Después de que todos los tripulantes determinarsen cual era las zonas esenciales para ser reparadas y de que se repartieran las tareas cada uno de ellos regreso a sus habitaciones ya que habían decidido comenzar con las reparaciones después de descansar durante unas horas, después de todo trabajar con el cansancio y el disgusto encima no iba a ser lo más adecuado.

Aizawa se encontraba mirando el techo de su habitación cuando escucho un crujido, se incorporó mirando a todos lados. En la habitación no había nadie más y todo estaba en su sitio, miró por la ventana directamente a la nada, dejó escapar un suspiro. Bostezo estirándose levemente dirigiéndose de nuevo a la cama cuando tropezó con la rejilla de ventilación que estaba mal atornillada. El moreno suspiró pesadamente apretando algunos de los tornillos que parecían haberse aflojado.

Cuando termino se metió en la cama arrebujándose entre las mantas haciéndose un ovillo, quedándose dormido rápidamente.

En la oscuridad de los pasillos una figura se movía por la nave en completo silencio llegando sin ser visto hasta la sala de comunicaciones donde parecía que ya le estaban esperando con los brazos cruzados delante del pecho. La oscuridad impedía ver bien de quien se trataba.

- Llegas tarde – susurro con una voz profunda la figura que ya se encontraba en la sala.

- Tranquilo… tenemos todo el tiempo del mundo – respondió tranquilamente a su interlocutor

- En cuanto despierten y comiencen a separarse atacaremos, hay mucho dinero en juego, mas te vale no fallar – la figura avanzo hasta quedar en frente del recién llegado – encárgate de la zona norte, yo me encargare de la zona sur.

- Esta bien… - respondió sin mucho interés mientras se daba la vuelta para regresar a donde debería de estar

- Y deberías de mantener las distancias con ellos, nuestra misión es eliminarlos a todos, no vamos a crear lazos sentimentales

- Lo mismo te digo – dijo dejando entrever una siniestra sonrisa.

Ambos abandonaron la habitación, alejándose en dirección contraria, cada uno hacia sus respectivas habitaciones. Al llegar a su habitación se dejó caer en la cama, mañana comenzaría la cacería, lo cual le entusiasmaba pero al mismo tiempo una sombra de preocupación surgió en su pecho y con ella acrecentándose, cerró los ojos tratando de descansar.