D E S T I N O

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[...]

Izel había finalmente despertado. Se levantó rápidamente, podía sentir las gotas de agua en su rostro continuaba lloviendo, su corazón parecía querer estallar, la diosa lo miro con una leve sonrisa en su rostro.

Me alegra verte de nuevo, Izel— Mictecacihualt se había levantado, el joven tratando de levantarse falló, la diosa le ayudo, se sentía adolorido.
No seas brusco, apenas acabas de recuperarte, podría salir mal, necesitas acostumbrarte de nuevo— Izel se quejo un poco por el dolor en su estómago, la herida había sanado, pero... Por algún motivo le dolía un poco, Izel ignoró su propio dolor — Muchas gracias, Mictecacihualt— sonrío levemente el castaño — ¿Dónde estan ellos?, ¿Dónde estamos nosotros?, ¿Ganamos?

Mictecacihualt miró a el plano en el que Izel tendría que ir, llena de humo denso e obscuro, no se podía observar del todo, solamente una figura de un hombre, podría reconocerlo, era Tezcatlipoca.
Ellos...
Toma a Meque, tienes que ir a ayudarles. Eres el único que podrá hacerle algo a Tezcatlipoca; te ayudaré con evitar que muera cada persona ahí—
Meque al ver al castaño de nuevo con él, se abalanzó a su cuerpo, subiendo por su mano hasta su hombro, Mictecacihualt estaba alado de él.
Llévanos ahí, Meque— El ojí verde dio la orden y en instantes estaban ahí.
Sus amigos estaban en el suelo, debilitados ante el dios, el suelo manchado de sangre, recordaba la escena... Como en aquél sueño. Fue cuando Tezcatlipoca tomo por el cuello a Yun, él cual forzejeo con la poca energía que tenía.

¡Yun! ¡Yun! Agh.. ¡Maldito!— Dijo K'in quién intentaba acercarse a el dios, quizás quería evitar la muerte evidente de su hermano.
¡Yun! ¡Suéltalo! ¡Déjalo!— Xanastaku y Zyanya gritaron su nombre, Yun solamente pudo soltar un quejido ante el fuerte agarre de el dios, no podían hacer algo y eso frustraba a todos.
Yaolt iba a atacar al dios cuando todo fue diferente. Alguien había llegado.
Por unos momentos el humo se dispersó cuando llego Izel y Mictecacihualt.  Xanastaku, Yun, Zyanya y K'in trataba de ver a través del humo, pero sólo podían observar siluetas familiares.

¡Por fin te dignas a presentarte de nuevo “CAMPEÓN”!— Recalcó la palabra “campeón” con un tono burlesco, sarcásticamente.
Izel apretó los puños, saco a K'i'k y corto su mano, nuevamente estaba ahí su arma, aquella tan característica de un guerrero, un macahuilt, arma que había obtenido tras su enfrentamiento con Mictecacihualt.
Sin pensarlo dos veces fue directamente contra aquél dios, Tezcatlipoca retrocedió rápidamente dejando caer a Yun, sabía lo hábil que podía ser el joven ojí verde, en su hombro posaba aquél ajolote rosa, esta vez no sé separaría de él. Hizo retroceder a Tezcatlipoca una distancia bastante aceptable, lo que provoco que se dispersara y aminorar el humo que les mantenía en el suelo, sus cejas estaban fruncidas, el enojó se podía tocar en Izel. Yaolt fue hacía él, por los jovenes que estaban en el suelo, Izel estaba delante de ellos, intentando protegerles, tan determinado.

¿Estas bien, Yun?— Tomo a Yun él cual comenzó a toser asintiendo con la cabeza.
Izel... Gracias— intentó ponerse de pie sólo, más no lo logro, necesito ayuda de Izel, lo miraba preocupado.
Acto seguido levanto a Xanastaku, Zyanya, Yun e K'in, todos le miraban atónitos, no podían creer en las buenas condiciones que estaba Izel, ni lo imponente que era.
Izel les regalo una sonrisa cálida, reconfortante.
¿Estan bien?, ¿Pueden continuar?— K'in miró a su hermano intacto gracias a el joven de cabellos castaños que le resguardaba y había llegado en buen momento. Corrió lo más rápido que pudo hacía él, lo abrazo fuertemente. Yun correspondió, prosiguieron a ayudar a los demás guerreros a levantarse mientras que Izel ayudaba a sus dos amigas
Izel tú... Estas bien— La voz de Xanastaku sonaba algo rota, quería llorar probablemente de felicidad, Izel le regaló una sonrisa cálida
Gracias por hacer tú mejor esfuerzo conmigo, Xanastaku, Zyanya ¿Estan bien?— Zyanya se levanto con ayuda de el ojí verde, asintió con la cabeza. Ella tenía razón al decirle anteriormente que un verdadero guerrero no solamente se definía por la fuerza en batalla, también por lo valeroso que sea su corazón.
Estamos bien— Respondió Xanastaku al abrir sus alas y tener de nuevo aquella energía en sus puños
Estamos listas, Izel— Sonrío retadora, Izel estaba tranquilo al saber que podía hacer más ahora por ellos.
— ¿¡Por quién nos tomas, eh Izel!? Claro que podemos— Limpió su rostro K'in, estaban tratando todos de recuperar el aliento y Izel les daría el tiempo.
La verdadera pregunta es ¿Tú estas bien?— Yun había tomado la pelota de Ostehtum y la había activado de nuevo con su hermano
Estoy vivo, así que... Sí, mientras los tenga a ustedes puedo con esto— Izel se puso en posición de atacar, de nuevo era el frente.

Onyx Equinox- ¡El campeón de la humanidad!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora