Onyx Equinox- ¡El campeón de la humanidad!

V I C T O R I A & D E R R O T A

[...]

Tezcatlipoca comenzaba a perder la paciencia ante el mortal que se paraba sinicamente enfrente de él, aparentando no tener miedo y retarlo, aunque eso ya lo había hecho antes de el punto actual en dónde se encontraban.

Se pudieron apreciar a dos dioses más que llegaban no tan inesperadamente, se sabía que estarían ahí, la apuesta había iniciado entre dos, pero lamentablemente las cosas pasaron a implicar a 4 para ser exactos.

Quetzalcóatl y Mictecacihualt hacían presencia en aquél lugar que pronto parecía un lago de sangre.

Si tan solo...

—Te tardaste, Quetzalcóatl— Dijo el dios con cabellera azabache, la furia de Tezcatlipoca era palpable, ese hombre siempre estaba con el rostro serio y tal vez siempre molesto.

—Me parece que llegue en buen momento, Tezcatlipoca— Quetzalcóatl por otro lado, era un hombre de poca expresión, aunque si lo veías sin más podías afirmar que tenía un semblante muy tranquilo en ese momento, casi siempre en realidad.

—Veo que te acompaña Mictecacihualt— La diosa no se dejo intimidar ante el nuevo dios del sexto sol, lo miro de reojo y dijo sin alguna expresión sin más —Que patético, Tezcatlipoca— Haciendo referencia a como se sentía superior a un mortal cuando había una gran diferencia de poder y tamaño, realmente no sería una pelea justa, le hubiera gustado intervenir más a su favor, pero técnicamente había hecho ya lo necesario, ahora todo dependía del ojí verde que tenía el ceño fruncido.

—Hacia mucho que no te veía, Izel— Dijo de lo más tranquilo Quetzalcóatl al joven campeón, quién no dijo más que con un movimiento de cabeza asintiendo.
—Por fin reunidos de nuevo, Tezcatlipoca, Izel— Dijo aquél dios con cabellos blancos como la nieve, Quetzalcóatl. Alado de él estaba la reina del inframundo, la cual se limito a ver a Yaolt y a los chicos quienes estaban en el otro extremo del plano.

—Solamente son dioses jugando con una vida mortal...— Dijo de forma altanera al ver a Tezcatlipoca el cuál soltó un chasquido de lengua en señal de repulsión al escuchar a la diosa.

—Así que ya somos tres en esto, Quetzalcóatl— Miro fijamente al dios de la serpiente emplumada, Quetzalcóatl nego con la cabeza y Tezcatlipoca arqueó la ceja.

—No. En realidad seguimos siendo dos en la apuesta, pero lamentablemente más dioses han dado su opinión en contra de que se elimine a nuestra mejor creación, no dejarán que se vaya así cómo así por una apuesta— Quetzalcóatl decía estando tan tranquilo, era envidiable su forma de hablarle a Tezcatlipoca.

—Que cosa más idiota e escuchado ahora mismo, Quetzalcóatl, son sólo seres patéticos, sin valor alguno—
Fueron las palabras que todos escucharon antes de que Izel caminará hacia ellos con su arma empuñada, con tanta determinación, sus amigos, Yun, K'in, Xanastaku, Zyanya y Yaolt se quedaron perplejos al ver su acción.

Izel se acerco lo suficiente para que lo escucharan fuerte y claro
—Tezcatlipoca, sí, probablemente seremos débiles en contra de ustedes, pero viven de nuestra sangre, sin nosotros ustedes tampoco valen nada— alzo su arma y corto su mano convirtiéndola en la última arma que tuvo después de la pelea con Mictecacihualt, la sangre caía a el suelo y los dioses lo miraban fijamente la acción del pequeño mortal ante ellos, Tezcatlipoca definitivamente habría jurado matar a ese pequeño mocoso altanero.

—Alejen a la humanidad de sus problemas, sí nosotros no somos perfectos es porque nos crearon seres imperfectos y que todo esto este sucediendo no fue nuestra culpa, es SUYA— Todos estaban asombrados por la valentía del pequeño campeón, se veía tan vulnerable en un pasado que quizás se rompería en cualquier momento, pero este Izel era diferente, determinado y con unas ansias interminables de ganar y no ver sangre derramada por su culpa
—Dejen esto aquí. Dejen vivir plenamente a su gente, a su pueblo, hay niños, hay ancianos, mujeres una vez toda la humanidad extinta ustedes vivirán poco tiempo, por ello siempre hacen sus creaciones apresuradas y todo sale mal— Izel no se iba a detener  su.. ¿Reproche, tratado de paz o provocación?