Invaluable

Capítulo 5.

Desespero

GABRIEL

Luego de dejar a Abi en su casa llego al trabajo y verifico la mercancía como diariamente.

Camino tramo por tramo y las piezas están en orden, el almacén es bastante grande por lo que me toma media mañana realizar el inventario físico. Las piezas son costosas ya que se trabaja con autos europeos y son los más caros del mercado. Una pieza faltante de aquí sería mi cancelación inmediata como poco. Otra opción que sería la cárcel por robo. Y no, no quisiera verme en esas.

Entro al sistema y Confirmo lo que ya había hecho en físico.

Debería hacerle caso a Abi e ir a Words Music, no pierdo nada a fin de cuentas.

-¡Buenos días! ¿Qué dice el padrino de mis seis hijos?- entra Patricio con una orden se salida a unas piezas de Ferrari.

-¿Seis? Mantente alejado no vaya a ser contagioso el querer seis hijos- tomo el papel y reviso las indicaciones y el sello del pedido.

-Tú, tendrás doce- lo miro mal.

-Ni en tus pesadillas- introduzco la información en el sistema y el sube las piernas en la mesa.

Habla de lo loca que fue la amiga de Abigail pero que al final no era mala gente, le digo que lo sé mientras continúo con lo mío.

-Manuel, Federico- digo al teléfono- Llegan en menos de nada-. Al pasillo 6 columna 4 descarguen- les paso la hoja y ellos hacen el resto.

-Ella es brusca pero no mala- encoje el ceño como si lo que digo no cuadra.

-Tenías razón, hermano- hace esa sonrisita que...

-Joder Patricio, con ella no. Es la amiga de Abigail, ¿Entiendes?- revienta en carcajadas.

-No me la voy a comer, bueno...no literalmente- niego y quiero aclarar por qué con ella no cuando el teléfono suena. Le hago el gesto de que guarde silencio.

-Ortiz, el sistema en las salidas me presenta error en la semana pasada, revisa bien. Me está presentando millones de salida, cuando fueron miles.

-Revisaré, señor Ochoa- frunzo el ceño me rasco la nuca y abro las entradas de la semana pasada.

-Hermano, debo irme- se levanta cuando los chicos le dicen que el camión está cargado. Asiento y pegamos puños.

Verifico y no hallo problema alguno en mis reportes y controles. Lo actualizo y encuentro una alerta de intrusión en el sistema. Alguien hizo una simulación de datos, Como si introdujo datos falsos por encima de los verdaderos, le doy a eliminar lo que estaba en rojo, aparece en verde ahora indicando que no hay problemas.

« Hay que revisar el programa ».

-Señor Ochoa, ¿Correcto ya?

-Sí, Ortiz.

-Tendremos que llamar al ingeniero en sistemas para que verifique las posibles fallas.

-Te lo mandaré en la semana.

-Como diga, señor- termino la llamada.

"Las princesas tienen dulces sueños, espero hayas tenido el tuyo". Le doy a enviar y la sonrisa idiota no abandona mi cara. Sé que dormimos juntos pero no pierdo la costumbre.

"En tus brazos Dulce Morfeo, todos los sueños son placenteros ", Te amo.

Respondo con un "también yo" y un corazón.