Capítulo 12.

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Capítulo 12

PDV Singto 

No pienso en lo que pasará a partir de ahora. Mientras los padres de Fang no se han movido de mi lado y siguen brindándome palabras de aliento, tampoco pienso en lo mucho que sigo debiéndole a ella y a su familia. Solo puedo pensar en…

-Amor, intenta comer un poco más. Me preocupa lo delgado que estás. A tu mamá no le gustaría verte así.-han pasado dos semanas desde su muerte y aún nada parece real.

-Fang tiene razón, cariño. -estaba como en un sueño. No recuerdo ya cómo fue que acepté temporalmente quedarme en casa de Fang y su familia. Creo que me sentí comprometido por todo lo que me ayudaron con el proceso funerario. 

-Gracias, pero de verdad no tengo hambre. -por fortuna una llamada en mi celular me ayudó a librarme del asedio. 

-¿Off? -En estos días prácticamente me habían obligado a despegarme de la oficina también y se habían comprometido a tal grado con ello que no había tenido señal de nadie de la oficina… ni siquiera de él.

-Singto, ¿estás solo? -preguntó mi amigo. Me disculpé haciendo una reverencia y me retiré de la mesa rumbo a la estancia. 

-Ahora sí, ¿qué sucede? -su tono, lejos del típico canturreo que suele utilizar me estaba alarmando. 

-En serio no quería preocuparte, por eso no te había llamado antes pero…

-¿Qué pasa? -algo en el fondo de mi corazón comenzaba a inquietarse por una razón en especial.

-Es Krist… -mi corazón dio un vuelco al confirmarse mis sospechas.

-¿Qué pasa con Krist? -fue inevitable alzar la voz.

-Se desmayó hace un momento, tuve que llamar a una ambulancia. Estaba muy débil y cuando se fueron aun no recuperaba el conocimiento. -mi corazón se aceleró aún más.

-¿Dónde está? 

-Lo llevaron al hospital que está en el centro y…

-¿Por qué no fuiste con él? -mis manos estaban sudando. Quería más información para poder moverme cuanto antes. Estaba molesto también. 

-¿Quién se iba a quedar a cargo si no estaba ninguno de nosotros tres? Por fortuna, Nawat estaba aquí y… 

-¿Dejaste que ese imbécil se fuera con Krist? -Lo interrumpí- ¿En qué rayos estabas pensando? -esta conversación estaba demorando más de lo que mis nervios toleraban. 

-Oye, oye, no soy el responsable de todo esto. Te lo dije: no debes jugar con Krist si lo que siente por ti es más serio que una calentura. 

-¿Qué tiene eso que ver? 

-¡Todo! Estás ahí con tu “novia”... el chico tenía días que se estaba matando de hambre. Era como un zombie. Me sorprende que haya aguantado tantos días trabajando normalmente.

Ya no quise escuchar más. Le colgué. Tenía la información necesaria. Corrí casi hasta la puerta de la estancia pero antes de abrirla alguien se interpuso en mi camino. 

-¿A dónde vas? -era Fang y tenía una expresión que nunca antes había visto. 

-A la oficina, surgió algo urgente. -quise pasar por un lado de ella pero me tomó del brazo. Yo solo quería ir a ese hospital. La miré exasperado.

-¿Algo urgente? ¿Con Krist? -seguro escuchó parte de la conversación.

-Sí.- no le di más detalles y quité su agarre de mi brazo. No quería armar una escena con su madre y los empleados en la casa. 

Soy tu más grande admirador - Peraya / Krist SingtoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora