Capitulo 11

214 34 4
                                    

PDV Fang

-Krist… Krist… -en medio del caos, las enfermeras trataban de hacerme a un lado para poder realizar las maniobras necesarias. Ella me sostenía tan fuerte con una expresión desesperada que aumentaba conforme el ruido del monitor que marcaba su acelerado corazón se hacía más estridente.

Al final arrancaron sus manos de mi abrigo y me quedé viendo como perdía el conocimiento y empezaban a hacerle presiones en el pecho. 

-Señorita, necesitamos que salga de la habitación. 

Obedecí sin decir nada mientras veía aún a través del vidrio el interior de la habitación. No puede ser. Jamás imaginé que mi visita terminaría así. Solo quería encontrar un poco de paz en medio de todos los pensamientos que deambulaban por mi cabeza. 

"Krist...Krist…" 

-Es familiar de la paciente, ¿cierto? 

-¿Qué? -respondí aturdida.- Sí…

-Lo lamento. Hicimos todo lo que pudimos.

No puede ser…

Ella, quien había sido mi apoyo y aliada cada vez que mi corazón se inquietaba respecto a Singto.

¡Singto!

Fue la llamada más difícil que he tenido que realizar y aún así, como suele pasar a menudo, no respondió de inmediato. Cuando finalmente lo hizo, después de una larga pausa dijo simplemente "voy para allá" y colgó.

Llamé a mi familia también mientras lo esperaba. Ellos me dijeron que ayudarían con el inicio de los trámites y que me quedara aquí para apoyar a Singto. Aunque no era necesario que me lo dijeran. 

-¡Amor! -cuando lo vi llegar con su cara pálida y mirada perdida corrí para abrazarlo. Me aferré a él mientras le decía nuevamente. -Lo lamento tanto, las enfermeras han dicho que sufrió un paro cardíaco.

Él se quedó quieto sin siquiera responder el abrazo. Esperaba una reacción similar. Si yo estaba en shock no me imagino cómo estaba él. Ella parecía ir tan bien en su recuperación. 

-Creo que debemos ir con el personal administrativo para que puedan darte detalles de los procedimientos. -en medio de mi abrazo vi como una mano aparecía en el hombro de Singto y apretaba ligeramente.

Segundos después Singto me apartó delicadamente y apenas dirigiéndome una mirada me digo:

-Ya volvemos. -y sin más miró a la persona que estaba a su espalda señalándole para que fueran más allá del pasillo.

Ni una lágrima. Cuando estuvo a su lado él volvió a poner su mano en su brazo mientras lo masajeaba y le dirigía miradas compasivas. Singto se fue con él.

En ese instante fue como si mis ojos se libraran de una venda invisible. Krist, siempre él. Alguien que había aparecido de la nada y de pronto ya estaba viviendo en casa de mi novio quien tantas veces me dijo que no quería vivir con nadie más que sus padres porque le gustaba su propio espacio. 

A todo esto, ¿quién era él? ¿Por qué la señora Prachaya había dicho su nombre tan desesperadamente?

No me gustaba. Ella quiso decirme algo y en honor a su memoria debo averiguar qué es.

---‐--
Nota: Con el fin de ya no demorarme tanto en actualizar, estaré subiendo capítulos cortos. La misma historia que ya tengo en mente solo que fragmentada en pedazos más pequeños.

Soy tu más grande admirador - Peraya / Krist SingtoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora