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♡ Katsuki es el novio que se preocupa porque llegues sana a casa.  ♡









Estabas recostada en tu cama, previamente habías tomado un baño tibio y tu cuerpo se encontraba libre de tensiones. 

Escuchaste pasos del otro lado de la puerta, sabías quien era el paradero de aquellas pisadas así que no desazogaste por descubrirlo.

La puerta se abrió de golpe, revelando el fuerte andar que normalmente hacía Bakugō cuando se hallaba molesto.

Horas atrás el rubio se encontraba esperando impaciente a que salieras de tu agencia para marchar juntos a su residencia, descubriendo por medio de otros discípulos que ya no te encontraban ahí. Kirishima había llegado antes que él y se ofreció a llevarte. Enserio odiabas tener que esperar el maldito autobús, así que no perdiste la oportunidad de irte con un amigo hasta tu vivienda.

— ¿Estas molesto amor? — preguntaste mientras te recargabas en el respaldo de tu cama.            — Cielito.—

Aprovechaste el momento en que Katsuki se cambiaba de playera para pararte cuidadosamente  y rodear con tus bracitos su dorso, beneficiándote por sentir un momento sus bíceps marcados. 

Si que se mantenía ocupado ejercitándose, eso te gustaba y Katsuki lo sabía. 

Aplicaste un poco de fuerza en tu agarre, advirtiéndole al cenizo que no te ibas a separar de él. 

Si no había otra forma de moverte, entonces Katsuki te cambiaría la jugada a ti.

De un momento a otro Bakugō te tomo de las piernas para que las colocaras sobre su cadera y así poder llevarte con facilidad hasta su cama. Tu te aferraste a su cuello, ocultando tu rostro en este. Incluso cuando se enojaba, trataba de ser lo mayor cuidadoso contigo, colocándote sobre la cama como la delicada princesa que eras para él.

— Mi amor, no sabía que me esperarías para ir a nuestro departamento. Discúlpame Katsu.— murmuraste mientras que el mayor se acomodaba sobre ti, y tú ponías tu cabeza sobre una almohada para tener comodidad.

Bakugō gruño levemente. No estaba molesto, pero pretendía estarlo para aprovechase de tus cariñitos que le otorgabas de vez en cuando.

Comenzaste a acariciar su cabello en círculos. Sabías que tu rubio era fan de tus caricias así que tal vez olvidaría lo sucedido con esto.

Acunaste tus manos sobre sus mejillas al notar que sus intenciones de resistencia habían cesado. Empezaste a darle caricias recorriendo con tu dedo pulgar cada parte de su hermosa carita. — Te amo mi amor. Enserio, perdóname por no esperarte, no creí que fueses a llegar.—

El mayor alzo su mirada para ver tu rostro, al carajo el orgullo, discúlpalo a él por estar haciéndose el sentido con tal de que le prestaras atención.

 Aquellos orbes rojos te miraban con perversidad, se acerco hasta rostro con intensiones de darte uno de sus posesivos besos, como siempre, reclamándote como suya. Era curioso como las situaciones se ponían a favor del cenizo.

Con tremendo tesoro que tenía como novia, quien demonios se molestaría con ella. 

Él no, era imposible hacerlo.

Cediste gustosa a su beso, lo merecía, la preocupación que tenía contigo como para ir hasta tu agencia y caminar juntos hasta su casa, eran los beneficios que tenías al tener un novio que se preocupaba por ti. 

Importarle a alguien. Sonaba bastante bien.

— Te amo ___________— dijo mientras volvía a posicionar sus labios contra los tuyos.— Carajo, no sabes cuanto lo hago.—

Tu sonrisa se ensancho, quien diría que tener al gran héroe Dinamight como novio sería la mejor decisión de tu vida.

Juntaron sus frentes después de terminar con el beso. Sus cuerpos se habían tornado a una temperatura elevada y sus respiraciones eran agitadas. 

Ahora el anochecer sería testigo de sus actos sexuales.

[ Katsuki Bakugō One-Shot ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora