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   Besitos





Eran las 11 de la mañana y el conocido grupo de amigos de Bakugō esperaba impacientemente a su querido amigo ojirubí.

Sin duda era algo de que hablar, se suponía que saldrían para comprarle a Sero una peluca de mujer y ver cuántos hombres caían en su juego de " seducción ".

Ahora resulta que el rubio quien era el que pagaría las cosas, no se encontraba por ningún lado.

Kirishima ya se lo esperaba, últimamente se estaba desapareciendo de su vista, yendo a no se dónde para regresar hasta muy tarde con ellos. Y lo peor de todo es que no daba ninguna explicación.

Katsuki enserio odiaba tener que pagar las cosas, pero cuando hacían alguna tontería se le pasaba el enojo, burlándose de ellos a escondidas, también odiaba que lo vieran reírse, pero esa no era una excusa para su repentina desaparición.

A excepción de cierta chica, con quien se estaba viendo a escondidas desde ya hace un pequeño tiempo, y más tarde se había vuelto oficialmente su novia.

Claro que sin decirle a nadie, no quería que su dulce chica terminara traumada por tantas preguntas de parte de la rosada, o tener que soportar los intentos de "coqueteo" de Denki, y como olvidar a Sero con sus mangas, estaba seguro que le contaría  a detalle sobre cada uno de ellos.

Aquel cenizo no podía negarse a cumplir sus caprichos de quedarse con ella hasta muy tarde, él sabía que lo estarían esperando, pero ignoro todo para estar a su lado. Recibiendo besos.

— Katsu~, demuéstrame cuánto me amas.—Murmuraste en su oído.

El mayor tragó grueso, ella lo volvía loco, su manera de hablar, su rostro, sus fracciones, sus labios. Carajo, TODO.

Él haría todo por ella, le daría todo lo que le pidiera, no importaba si no estaba a su alcance.

Estaba poseído por tus encantos.

Incluso pudo sentir el infierno de no estar con ella en momentos de clase. Siendo ella parte del salón 1B.

Por un momento sintió las manos de su chica acariciando sus mejillas, para después empezar a acariciar su labio con su dedo pulgar.

Quería estar solamente con ella, acurrucados y besándola ferozmente como a ella le gustaba, también de manera lenta, así podía disfrutar más tiempo del sabor de sus labios.

— Esos idiotas saldrán a buscarme, si no voy con ellos lo más probable es que terminen haciendo cualquier tontería y arrepintiéndose de eso.—

Ella lo entendía y por ahora aprovecharía el tiempo.

Bastaron unos pequeños segundos para tener al rubio debajo de ella, tomando al mayor desprevenido.

Antes de que Bakugō dijera algo, la chica lo había interrumpido con un dulce beso, disfrutando de la textura de sus labios.

La habitación se comenzaba a llenar del sonido de sus bocas juntándose.

Te detuviste para después acurrucarte sobre él, abrazando sus caderas y apoyando tu rostro en su pecho.

Podías escuchar su corazón latir, estaba nervioso, sabias perfectamente que eras la primera novia de él y eso te ponía feliz.

No había nada en el mundo que la hiciera más feliz que un cenizo con poca paciencia.

— Katsuki — Dijiste para romper el silencio.

Este solo te miro para que prosiguieras.

—Si te dijera que puedes tocarme ¿Lo harías?—

La idea de hacerlo no le parecía, sabia que podría cagarla de muchas maneras.

Ella se volvió a posicionar sobre él, mirándolo detalladamente.

— Cariño, no te ruborices.—

— YO NO HAGO ESO, N- —

_________ acuno sus manos sobre sus mejillas, antes de que siguiese hablando, le dio varios besitos a sus cachetes. Te encantaba hacerlo, sus cachetes eran muy suavecitos, pero si lo comparabas con la suavidad de un bebé se enojaría.

Por último besó la frente de Bakugō.

— Me gustas demasiado Katsuki, donde estuviste todo este tiempo, enserio te necesitaba.—

Si el destino los hubiese juntado desde antes, Katsuki no permitiría verte triste, le encantaba verte con tu sonrisa que te caracterizaba, y haría todo lo posible para que tus días no fuesen nublados.

— Ahora estás conmigo y te trataré como la reina que eres.—

Su mirada se dirigió a tu cuello, era como una tentación hacerlo. Dio pequeños besitos a esa parte, provocándote cosquillas. Oliendo al mismo tiempo tu aroma, tan dulce,
tan adictivo como toda tú.

Juntaron sus manos, entrelazándolas.

— Gracias por ser la única que cree en mi.—

[ Katsuki Bakugō One-Shot ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora