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♡ Una aventura es mas divertida si huele a peligro ♡





El hogar de _________________ no era un lugar donde podías hablar libremente, al menos no para ella, quien, era constantemente regañada por sus progenitores al no tener lo mínimo de femenina a la vista de ellos. Debería de medir sus palabras, arreglarse, ser parte indispensable dentro de la formación del hogar , y ,sobretodo, aprender a satisfacer a su futuro marido. 

Pero.

Muy adentro del bosque, donde los mejores clanes entrenaban. Si caminabas por lo más profundo de las arboledas. Podías encontrarte con grandes montañas, lejos del dominio de tus padres, aprovechabas el tiempo para hablar contigo misma sin mesura alguna, maldiciendo todo lo que pasaba en tu vida cotidiana.

Aquella tarde fue diferente, excusándote en ir a la biblioteca del pueblo por un libro para matar el tiempo. 

— Te dije que no te quería ver aquí. — exclamo cansado Bakugō Katsuki, quien terminaba de afilar una de sus dagas. — Vete pequeña.— murmuró, mientras limpiaba el sudor de su frente con sus manos. Haría lo que fuera para evitar la mirada de su novia. —Si te ve mi vieja lo lamentaras.—

Sus palabras sonaban frías y cortantes, no tiene sentido, esa no es forma de hablarle a una pareja. Quizá estaba pasando por otro de sus caprichos familiares, pero también hay que recordar que Bakugō es la persona menos indicada para que te hable cariñosamente, él era imprudente y de pocos intereses.

En cambio, la forma tan dura y firme que Katsuki utilizaba con su amante no era la más adecuada para que ella terminara haciendo lo que él quisiera. No era una mujer que obedeciera a otras personas, especialmente a hombres. Las intenciones del cenizo eran otras, la amaba, pero si la trataba fríamente tal vez ella terminaría yéndose de su lado y ninguno sufriría el rechazo que le darían sus padres si los descubrían.

Sería lo mejor para ambos.

¿Es correcto querer tocar tu piel desnuda una vez más?, no tienes idea de cuanto quiere hacerlo, quería expresarse atreves de sus acciones y escucharte repetir cuanto lo necesitas. Es injusto para ambos, para él, que es el que más quiere sentir tus interiores todo el maldito tiempo, ir más allá de lo que están ahora y despertarse contigo a su lado como solías hacerlo a escondidas de tus padres. Bakugō Katsuki siempre termina preguntándose si era lo suficiente como para protegerte.

Tu encantador olor se lo sabía de memoria, inundaba sus fosas nasales como lo hacía ahora, era capaz de estar en un mar de gente y reconocer tu delicioso aroma. —Mi amor, te extraño.— susurraste sobre el oído de mayor mientras jugabas con la tela del vestido que tenias puesto. —Me necesitas y lo sabes Bakugō.—

Carajo, no sabes cuanto.

—Tal vez.— dijo despreocupado. —Nunca lo sabremos.—

Cerraste la barrera que había creado el rubio, restregado inocentemente tu pierna sobre su hombría. Que divertido era esto. Existían mil excusas para apartarte de su lado en esos momentos, pero cuando se calienta no piensa.

Basto en rosar un poco sus labios para ya tenerte aprisionada entre sus brazos.

Sentir el cuerpo de Bakugō es algo que nunca te cansarías de tocar, podías sentir sus músculos, no importaba cuanta ropa llevara puesta, y su aroma tan varonil, al diablo si estaba sudado, este hombre te derretía de cualquier manera. Te aferraste más a él, todo por sentir el cielo.

_________________ logró tirar al cenizo en el pasto, solo por precauciones te sentaste sobre sus piernas para que no intentara pararse.—¿Se supone que ahora te reclame como mío? — reíste mientras colocabas tus manos sobre sus bíceps. —¿Katsuki?— tu sonrisa desvaneció al ver a tu pareja tan seria. —Por favor no termines algo que durara por el resto de nuestras vidas.— 

Esta vez él suavizo su mirada, dándote como respuesta una de sus sonrisas más sinceras. —Tu padre hará lo posible para separarnos, me mandara a matara si nos ve, y tal vez... te golpeé. No me importa morir si es por ti, pero no soportaría ya no volverte a ver ni tocar.— murmuro mientras sus manos jugaban por debajo de la tela de tu vestido. —Me gustaría llenarte de riquezas y que todo fuera tuyo, no me importa quedarme sin nada, mi mayor tesoro siempre serás tú.

Los pómulos de Bakugō jamás se vieron tan rojas como lo estaban ahora. ¿Este es mi Katsuki Bakugō?.

_________________ volvió a sonreír, esta vez acariciabas con tus dedos pulgares las mejillas de tu novio. Te detuviste repentinamente para dar un pequeño beso en sus labios, al parecer Katsuki lo tomo demasiado bien ya que comenzó a devorarte de besos feroces y bruscos. —Seremos discretos, no dejaremos que nadie nos vea.—

Bakugō te tomo de las mejillas, aprovechando para quitarte los rebeldes cabellos que tapaban tu rostro.  

Se quedo pensando unos momentos, volviendo a permanecer en silencio. Simplemente te veías hermosa en el atardecer, eras el sol que lo alumbraba en tiempos oscuros. Inconscientemente acariciaba con sus pulgares cada rincón de tu cadera, llegando a rozar tu vientre y volviendo a posicionar sus dedos en donde inicio la primera vez.

Katsuki frunció el seño ante el repentino pensamiento que le surgió.

— ¿Eres capaz de dejarlo todo para venir conmigo? ¿por más egoísta que suene?—

— Sí. —

Ni si quiera tuviste que pensarlo mucho, querías salir de ahí desde que naciste, y ahora que tenias al hombre de tu vida no te detendrías a pensar en las consecuencias, era tu vida no la de ellos.

La mirada de Katsuki era más que felicidad, ni si quiera podía describirlo con palabras, simplemente las emociones positivas explotaban adentro de él. Sus nervios llegaron a que sus labios temblaran al sonreír.

— Katsuki Bakugō, te amo como no tienes idea.— susurro mientras abrazaba al rubio, dejando varios besos sobre su rostro, deteniéndose para ver los ojos rubíes que tanto amaba .—Te amo.—

Ese fue el primer "te amo" que recibía el rubio por parte, de ahora en adelante, esposa y madre de su futura familia. 

— Te haré mi mujer, nos haremos ricos y tendrás todo lo que soñaste. Lo prometo.—

[ Katsuki Bakugō One-Shot ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora