Capítulo 7

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Aburrido.

Este es el juego más aburrido de la historia. Nos encontramos sentadas al rededor de más de una docena de viejos retirados. Jugando "bingo" donde sólo tienes que marcar cada serie de número que otro viejo grita desde el fondo de la habitación. El premio es nada más y nada menos que un juego de sillones para el exterior de tu hogar. Interesante, ni siquiera tenemos un lugar llamado "hogar".

El viejo que tengo a un lado me había apretado los cachetes antes de comenzar, fue tan humillante para mí, y tener que soportar estar en cuerpo de adolescente para no "levantar sospechas" según mi madre.

"-¡O72!-" 

Ruedo los ojos y marco un recuadro en mi tablilla. La voz de mi madre hace que me sobresalte.

-¡Despierta!. No marcaste O72- la mirada de Lila se encontraba perdida -Presta atención. Quiero esos sillones-

-¿Y ponerlos en dónde?- dije sarcástica

"-¡I29!-"

-Les saldrán arrugas en toda su cara si siguen frunciendo el ceño- nos regaña.

-¿Crees que Cinco es el mejor asesino de la Comisión?- dice Lila.

-Era para convencerlo, cariño- mi madre se encontraba sujetando unos lentes delante de sus ojos y con la otra mano marcando las casillas que salen de su cartilla.

-¿Por qué no mato yo a la junta?-

-Tú harás otra cosa, confía en mi- susurra.

-¿No me crees capaz?-

-Claro que sí-

-Entonces, ¿Por qué?. Me muero por un encargo así-

-En todo golpe, siempre hay un chivo expiatorio, ¿Si?. Necesitamos poder negar todo. Las tres-

Eso no me lo esperaba, hay algo que oculta y no me sorprende.

"-¡G47!-"

-G47- mi mamá revisa su tablilla -¡Maldición!- voltea a ver la mía y sonríe cuando marco el recuadro.

-¿Y qué hay de Diego?- las dos la miramos enseguida.

-¿Qué hay de él?- dice agarrando su cigarrillo.

-¿Es parte del plan?-

Ya entiendo a dónde va su pregunta.

-¿Qué pasa?. ¿Te gusta?- solté una risa sin poder detenerla y Lila me mira como si me advirtiera algo. En seguida me puse seria, aclarando mi garganta.

-No seas tonta- fingió una expresión de disgusto.

-Vamos, conozco cada mirada, cada resoplido, cada inflexión de tu voz. Y ese brazalete que llevas en la muñeca no es muy sutil-

-Es un trofeo de un trabajo bien ejecutado- se defiende acomodándolo.

-Enamorarse del objetivo, qué cliché-

Lila se ríe y me mira, yo me encojo de hombros -Qué ridículo-

-¿Segura?. ¿Lo matarías si te lo pidiera?- lo dice en tono serio y mi hermana me da una mirada rápida. -Dudaste- se burla de ella.

-No. No lo hice- habla rápido.

-Si. Dudaste, buen intento-

"-¡B9!-"

Mi madre revisa su tablilla y marca un recuadro -Dios mío- tira las cosas que tenía en la mano y se levanta gritando -¡Bingo, viejos de mierda!-

La hermana de Lila (Cinco H.) COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora