Estrellas y constelaciones

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—¿Orión?

Eri pregunta al tiempo que mira hacia el cielo estrellado.

—Sí ¿Puedes ver que hay tres estrellas seguidas?

El joven a su lado intenta señalarle, pero ella no entiende.

—Lo siento, no entiendo...

Ambos se encontraban en un balcón de la casa, ésta por cierto, tenía tres pisos, aunque cada uno era muy alto.

Shoto estaba recostado en un sillón-cojín que era extrañamente cálido y Eri estaba junto a él en una mecedora.

—Ah, ya sé.

Eri se levanta y se para frente a él, Shoto la miraba en silencio.

—¿Puedo...? —ella mueve sus manos de manera nerviosa mientras mira al lado de Shoto—. Esto... eso... ahí...

Shoto mira a su lado, luego asiente.

—Sí.

Eri sonríe y se recuesta a su lado en el cojín.

Una pequeña ayuda por parte de Shoto y ella quedó sentada en su pierna derecha, quedando también recostada en su hombro-pecho.

—Ahí, esas tres.

La de ojos rojos mira hacia el cielo estrellado y encuentra la constelación que el de pelo bicolor le señalaba.

—Esas tres...

—Entre esa, y esas otras... —mientras hablaba señalaba estrellas—. Forman la Osa Mayor, esa otra... es capricornio.

—Oh, en la tele hablaban de eso en las mañanas...

Unos pasos silenciosos se acercan a ellos, luego una manta cae sobre sus caras.

—Abríguense, podrían resfriarse.

Y tenía razón, ciertamente ninguno estaba bien abrigado.

—Momo-san, Momo-san, ven.

—¿Mm?

Eri se levanta de al lado de Shoto y toma un sillón-cojín, del mismo en que el joven estaba recostado, y lo acerca al de él.

Luego de recostarse en la mitad de ambos le da dos palmadas al lugar vacío junto a ella.

—Ven.

Momo sonríe y se sienta junto a ella.

Shoto había sacado en algún momento su teléfono y lo estaba revisando.

—¿Sucede algo?

Eri también se fija en el teléfono de Shoto.

—¿Eh? No, no es nada. Aizawa-sensei pregunta por Eri.

—¿En serio?

—¿Oh?

Ambas se acercan más para ver el teléfono del chico.

—"Está... bien, no... se preocupe". Enviar.

Luego, como si fuera la cosa más normal, pone la cámara frontal y toma una selfie. La envía.

—Eh.

Momo se inclina un poco más hacia Shoto, causando que Eri se acomode en las piernas de ambos, la izquierda de ella y la derecha de él; realmente fue porque se sentía incómoda al ser apachurrada por Momo, quien cada vez quería acercarse más al teléfono de Shoto.

Una vez estuvo sobre ambos, Eri toma la manta que más antes le había dado Momo y mientras la mira le hace ojitos.

—¿Puedo...?

Al ver los ojos de Eri, Momo solo puede asentir.

Luego de suspender su teléfono, Shoto lo deja junto a su asiento y mira a las otras dos personas.

Ellas hablaban felizmente de las constelaciones. O más bien Momo explicándole todo lo que sabía a Eri.

Shoto las observa en silencio, luego se recuesta en el hombro de la pelinegra, callándola en el acto.

Frente a su cara tenía el pelo de Eri, algo despeinado.

Cierra sus ojos y por culpa, o quizás gracias, al cansancio del día, cae dormido.

Y el sueño cae sobre los tres.

[ · · · ]

—Señorita, por favor, despierte.

Yaoyorozu abre sus ojos y se encuentra con los de otra persona.

—Por favor, evite dormir a la intemperie, podría enfermar.

Momo mira de inmediato a su lado derecho.

Eri dormía recostada en su pecho y Shoto en su hombro.

La calor no tardó en llegar a su cara.

—L-, Lleva a Eri-chan a su habitación.

—Entendido.

La mujer que la despertó hace una reverencia y toma a la pequeña, para luego cargar y alejarse.

Momo mira fijamente el rostro tranquilo y dormido de Shoto.

Sonríe.

—Shoto- ¡Todoroki-san!

Luego de su tropezón, da dos palmadas suaves en el hombro del chico que dormía a su lado.

Bajo las estrellas de la noche, sus ojos se encontraron.

—Yaoyorozu.

Un pequeño estremecimiento por parte de ella.

—Hace frío, vamos adentro.

Y siguiendo a Shoto, su buen momento acabó.

¿Cuidar a quién? | TodoMomo & EriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora