Mira bien, mocosa

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[ Capítulo extra, subido el 21 de diciembre > Cumpleaños de Eri-chan ]

Intenta girar la perilla.

Hace un poco más de fuerza.

—¿Eh?

Siente su cuerpo ponerse frío.

—¿Sho-, Shoto-san?

Toca la puerta.

—¿Mo-, Momo-san? No puedo abrir la puerta.

Eri alza su mano para volver a tocar la puerta, pero se detiene.

—¿Shoto-san?

Intenta girar la perilla. Izquierda, derecha.

—Shoto-san. ¡Shoto-san! ¡Momo-san!

Golpea con más fuerza.

Se detiene.

Da un paso atrás.

Estaba encerrada en el baño.

En el baño de la habitación de Eri se encontraba Momo, así que decidió preguntar por otros inodoros. Terminó en el baño cercano a la piscina donde se habían duchado anteriormente.

Y la puerta estaba atorada.

Eri decide guardar silencio.

Ellos la encontrarían.

Notarían que no estaba.

No... ¿y si no se dan cuenta? ¿Y si los molesto?

Sus manos se envuelven entre ellas mientras el miedo empieza a invadir su corazón.

No quiero. No encerrada otra vez... no, no.

Eri empieza a transpirar y sus manitas a temblar.

—¿Ha? ¿Ocupado?

Alguien desde fuera intenta abrir la puerta.

—¿Quién es? Rápido.

—¿... abrir?

—¿Eh? ¿Dices algo?

—¿Puedes abrir?

—No puedo abrir, sal rápido.

—Imposible.

—¿Imposible?

Eri se acerca a la puerta e intenta girar la perilla.

—Intento girarla y no puedo abrir.

—Mira los cerrojos, mocosa.

—Cerrojos... oh, ese.

Eri retira un pequeño metal que había caído en un anillo de metal.

La puerta se abre.

—Abrió...

—Claro que abrió, en esta casa no hay nada imperfecto.

La mirada prepotente de la joven hija del chef cae en Eri, quien se encoge de hombros.

—Y pensar que te encerrarías sola ¿estabas llorando, enserio?

—No estaba llorando.

—Pereces gelatina, deja de llorar.

—Tú-

—Ya, quita, quita.

La pequeña de pelo negro la saca del cuarto y cierra la puerta.

Eri frunce el ceño.

[ · · · ]

—Ha...

Ryoumi suspira al ver su cara de trasnochada en el espejo del baño.

—Jejeje...

Alza sus manos, victoriosa.

Había pasado la noche en vela pensando en el platillo que se serviría para el desayuno de la maestra presente en casa, Momo Yaoyoruzu y sus acompañantes, Shoto Todoroki y la pequeña Eri.

Si bien ella solo tenía 12 años su padre le encargaba la preparación de menú para la casa, aunque por culpa de bromear un poco en los primeros días usando su quirk, la habían castigado dejando solo que decida el desayuno.

—Será explosivo.

Estira sus brazos y luego de un gran bostezo camina a la puerta e intenta abrirla.

No puede.

—¿Eh?

Revisa inmediatamente los dos cerrojos.

El más bajo, el del palillo de acero, estaba trabado.

—Ha, ¿se cierra solo? Parece que se dañó.

Quita el cerrojo y abre la puerta.

Una pequeña de su edad, un poco menor, la esperaba fuera.

Era la acompañante de su maestra, Eri.

—¿Y ahora?

Ryoumi le sonríe.

—Gracias.

—¿Eh?

—Por ayudarme, gracias.

—Ah... sí, bien.

La de pelo negro camina hacia la cocina. Aún debía de limpiar los platos.

—¿Cómo te llamas?

Se detiene.

La mira.

—¿Yo? —Eri asiente—. Ryoumi.

—Esto... Ryoumi...san, en verdad, gracias.

Ella hace una reverencia, cosa que termina de desubicar a Ryoumi.

—Actúas muy rígido, mocosa.

—No soy una mocosa.

Ryoumi suspira.

—Ve con Yaoyoruzu-sama.

—Es Yaoyorozu.

—¿Qué?

—?

La albina inclina su cabeza ligeramente.

—¿No lo sabías?

—¿No es Yaoyoruzu?

—No, rozu.

—Rozu.

—Yaoyorozu.

—Yaoyorozu.

—Sí, así.

—...

—...

Ambas se miran en silencio unos segundos.

Es Ryoumi quien empieza a reír.

—Qué raro, realmente creía que era Yaoyoruzu. —Rasca su cabeza—. Gracias, sería vergonzoso nombrarla mal.

—Yo practiqué mucho para poder aprenderlo, eres increíble.

—¿L-, Lo soy?

—Hm, hm.

Eri asiente, Ryomi rasca su mejilla.

—Ah. Debo ir a la cocina, hablamos luego.

Ella sacude su mano y se aleja.

Eri se queda viéndola, con una sonrisa en su cara.

Hable con una desconocida...

Eso era un avance.

—¿Tienes algo que decirme?

Momo voltea a ver a la pequeña que la había seguido con claras intenciones de hablarle.

—S-, Sí, Yao-...

Ryoumi se silencia.

—Yao... Yaoyo... —empieza a transpirar—. Yaoyo-, yo-

Eri la miraba con expectativa en sus ojos.

—Yaoyoyazu-, snif-

El nombre de Momo era complicado para las niñas pequeñas.

¿Cuidar a quién? | TodoMomo & EriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora