Capítulo 6

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 A la mañana siguiente: sábado, 1 de Julio.

Cómo cada mañana suena el despertador. Es la una de la tarde y desde que llegue de Miami hace dos días, es la primera vez que me despierto tan tarde.

No sé dónde cojones he dejado mi móvil después de apagar el despertador, a la dos he quedado con Alex para que coma en mi casa y así las dos iremos directas a la fiesta desde aquí. Tengo miedo por lo que pueda pasar, todos sabemos que el alcohol nos vuelve un poco… Bueno ya sabéis, hacemos y decimos cosas que ni queremos, ni pensamos.

Abro las ventanas del balcón y me asomo. Un día precioso. El cielo está más azul que nunca, y el sol parece tener dibujada una sonrisa. Empiezo a colocar mi cuarto y aún me sobra media hora hasta que Alex llegue. Como no tengo nada que hacer cojo la guitarra y comienzo a tocar.

Amo tocarla. Escuchar música me desahoga, y me hace más fuerte, es cómo si fuese mi medicina.

Acordes por aquí, y acordes para allá, y entre acorde y acorde comienzo a cantar ‘Let It Be’ de The Beatles.

Termino con esa enorme subida de tono, y empiezo con otra canción del grupo, esta vez compuesta por McCartney, ‘Hey Jude’. Me siento bien.

Miro por la ventana mientras toco y me encuentro con los ojos de Justin, nuestras miradas chocan y por un momento me ha parecido como si nos conocieramos de toda la vida. Él me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

-¿Eras tu quien tocaba Weasly? -levanta una ceja.

-Sí.

-No te creo. -se apoya en la barandilla.

-No estas obligado a hacerlo...

-Claro que no. -sonríe.

-Ahora si me permites cerraré mi ventana, para que mi playback no se cuele en tus oídos y te deje la cara de estúpido que tenías antes de darte cuenta de que te estaba mirando.

Cierro la ventana y al girarme me muerdo una uña mie tras sonrío, aunque es realmente muy sexy cuando esta así, no puedo estar cerca de él, es una persona toxica para mi y todo el mundo lo dice, así que cuanto más lejos mucho mejor.

Ese mismo sábado, 21:30 pm.

Estoy nerviosa. Sólo queda una hora para la fiesta. Mi hermano Mike que es igual de presumido que una animadora de instituto ya se ha metido en el baño de su habitación y se está preparando. Alex y yo estamos en mi habitació, en realidad mientras Alex se ducha yo compongo. Estoy inspirada. Tengo una letra en la cabeza y comienzo a tararear.

'Y llegaste a mí sin previo aviso. Pusiste mi vida patas arriba, estoy en el momento en el creo que te quiero pero a la vez te odio. ¿Es real? Quizás me esté enamorando con odio'

Dejo la guitarra a un lado. He escuchado el ruido de la mampara y se perfectamente que es mi turno.

-¿Esa canción es tuya Tara? -dice Alex saliendo del baño.

-Sí, la acabo de inventar.

-Está inspirada en... -señala con sus cejas a la casa de enfrente.

-¿Eres tonta?

-Creo que te podrás enamorar de él. Dicen que sólo es una leyenda urbana, pero que los malotes también tienen corazón, eh.

-Si a mi me da igual… Deja el tema, y comienza a secarte el pelo.

Entro en el baño bastante confusa porque en realidad si que estaba pensando en el cuando comence a cantar esa canción. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? Le odio. Es todo lo que odio.

Egocéntrico. Estúpido. Baboso. Gilipollas. Creído. Prepotente. Impulsivo. Hipócrita. Engreído. Reúne todas y cada unas de las cualidades de alguien con el que yo no querría pasar el resto de mi vida. Hay algo dentro de mi que me dice que pare, que me deje llevar y que quizás Alex si que tenga razón no le conozco a fondo ¿que pasará cuando lo haga?

[...]

-Alex es la segunda vez consecutiva que me quemas la frente.

-Si no dejas de moverte. -ríe ella.

-Trae que termino yo. -le quito la plncha.

Y después de varios retoques me miro al espejo. Tengo el pelo totalmente liso y ahora si que me llaga donde a mi me gusta. Alex está preciosa, sólo le quedan los dos últimos retoques. Flequillo, y pintura.

-¿Te ayudo?

-Sí, tráeme las pulseras por favor.

Le llevo las pulseras, se las coloca y ahora si que si. Solo queda esperar a que Mike termine de orepararse pars poder irnos. Unas gotitas de mi colonia favorita, un ultimo retoque en el gloss y listas.

-Ta… Ta… Tara. -su boca se torna a circular.

-¿Si Mike?

-Estás preciosa.

-Gracias. -le sonrío- ¿Nos vamos?

-Aun falta alguien. -Alex me mira.

-¿Cómo?

-Que falta alguien.

¿Quien será? Pero es obvio.

Y este es sólo el comienzo de la noche más larga de mi vida.

Del odio, al deseo. - Cameron Dallas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora