Capítulo 45

521 44 8
                                    

| Narra Tara |

Cojo las llaves de casa, y las meto en el bolsillo derecho de mi jean, y al otro lado el móvil. Entro en la cocina, y allí esta mamá con mis abuelos y mis tíos, y los pequeños, Harry y Louis. Camino hasta ellos para saludarles.

-¿Te vas? —dice mi madre mientras vierte un poco de té en su taza.

-Sí, he quedado.

-¿Vendrás tarde? —dice esta vez mi abuela.

-Supongo que no, si no me surge nada, estaré para la hora de cenar. —sonrío— ¿Qué harás esta noche abuela? ¿Tu famosa lasaña o tu famosa pizza casera?

-Aún no sé, lo que vote la mayoría.

-Yo opto por la pizza. —dice mi abuelo haciendo una mueca bastante graciosa.

-Yo estoy con el abuelo. —y él sonríe victorioso— Ahora os dejo, portaos bien ¡eh! —digo señalando a mis primos— Arriba esta Mike, corred a quitarle la play. —digo mientras les doy dos besos— Luego nos vemos.

Y salgo de casa. Cierro la puerta de un portazo sin darme cuenta, lo que me hace recibir un grito de mi madre. Bufo y sigo caminando. Son las cinco, y una vez más llego tarde.

[…]

Estoy en frente de la puerta del parque. Al fondo veo a una pareja de novios besándose, y regalándose sonrisas. Me resultan muy familiares, y creo que a algunos de los dos conozco.

Me siento en el banco esperando que aparezca por algún lado.

Una hora más tarde…

Hace una hora que estoy sentada en este asqueroso banco de madera, escuchando música, y llorando. Me ha dejado plantada. Yo pensé que esto sería diferente, que no habría caídas cómo las hubo anteriormente, que no tendría que preocuparme de si estaba con otras o no. El frío, empieza apoderarse de mi cuerpo, y me hace falta algo más que esta simple sudadera, quizás un abrazo suyo, no lo sé.

Estoy a punto de volver a romper a llorar, y encima mi reproductor no es que me ayude mucho. Las lágrimas empiezan a brotar. Las gafas de sol ya no me sirven de nada porque el cielo está empezando a hacerse oscuro. Mi mente me dice que salga corriendo de aquí y que lo olvide, pero mi corazón me dice que espere diez minutos más, que el vendrá.

| Narra Justin |

Soy un idiota. Ryan me llamó para que fuese a su casa un momento porque necesitaba ayuda con una cosa. Y ahora llegaré una hora más tarde. Corro hacia el parque con la esperanza de que aún este ahí. Sigo cagándola, y estoy seguro de que una vez más mi relación con Tara se irá a la mierda por mi culpa.

Una semana atrás… {Flashback}

Son tan solo las cinco de la tarde y las paredes de mi casa se caen encima. Lou lleva llamándome como dos horas, y no se cansa. Especialmente hoy, no tengo ganas de hablar con nadie. Hoy haría un año y un mes con Tara. Un puto año juntos, si yo no la hubiese cagado de la manera que la cagué la última vez.

No quiero salir de casa aunque todos estos rincones se me estén quedando pequeños y todo me recuerde a ella, cada esquina de mi casa, cada rincón, cada lugar. El salón me recuerda a la primera vez que la traje a casa y Jazzy se puso a jugar con ella. La cocina a cuando me preparó la comida cuando mi madre se fue a pasar el día a casa de mis abuelos. El baño a aquella vez que se quedó a dormir en mi casa y nos duchamos juntos, y mi habitación, especialmente mi cama a todos los besos que nos hemos dedicado, acompañados de sonrisas. La echo de menos a ella, esa jodida rutina que nos mataba pero que a la vez nos hacía aún más fuertes.

Del odio, al deseo. - Cameron Dallas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora