Del odio, al deseo. - Cameron Dallas

Capítulo 7

Salimos de mi casa y veo a Justin saliendo de la suya, me da un poco de verguenza mirarle pero yo soy fuerte. Le miro y este sonríe cuando despues de mirarme de los pies a la cabeza se da cuenta de que soy yo.

-Weasly cada día me sorprendes más.

-Soy una caja de sorpresas. -sonrío.

Subimos en el coche y a los diez minutos estamos frente a la playa. Me bajo del coche y miro atrás para ver a Alex, que sale por la otra puerta. Pero veo a Justin mirandome el culo.

No hemos llegado en el mejor momento. No está abarrotado de gente, pero tampoco se puede caminar bastante bien.

Al fondo está el grupo de las 'animadoras' del colegio de Alex, la cabecilla del grupo es Ashley, Ashley Buttecup, idolatrada por muchas jóvenes sin cerebro, y odiada por muchas más. Es el polvo de una noche de medio barrio. No conocen a chico que no se la haya tirado, o chico con el que se haya liado. Es un imán, pero hay que reconocer que es bastante guapa. Mide cómo un metro sesenta, con los ojos grises cristalinos, y el pelo rubio largo. Su pecho deja mucho que desear, al igual que su sonrisa que está un poco torcida debido a que necesita brackets. Espera no, ya los lleva.

-Tara, cuánto tiempo, me alegro de verte. -me dice falsamente.

-¿Si? Pues mira tú Ashely, que yo a ti no mucho.

-Estas cómo muy...

-Cambiada, sí esa es la palabra -dice la otra.

Se llama Alisson, y la persigue a todos sitios. Es su perrito faldero.

-Eso es Ali, muy bien dicho.

-Tú sin embargo sigues igual de estirada y guarra que siempre. Pasa buena noche Ash. -le guiño un ojo.

[...]

La noche transcurre cómo cualquier fiesta. Alex lleva unas copas de más y anda tonteando con Harry, su vecino. Aunque también es el primer amor de Alex, pero esa es otra historia. Al otro lado de la fiesta estoy yo. Los tacones me pesan, y el efecto del alcohol ya me está haciendo un poco más domable. Lo nota, lo se, lo siento.

Siento que tengo los ojos de Justin puestos en mi, y un par de veces que le he mirado le ha notado lamerse los labios mientras me echaba una mirada de arriba abajo. No sé si por su borrachera o por otra cosa.

-Te veo muy sola.

-Mejor estar sola que mal acompañada.

-¿Sabes qué?

-¿Qué Miller? Controla tus palabras, ya sabes, los dos vamos bebidos...

-Hay algo en ti que te hace diferente, Tara.

-¿Me has llamado Tara? Oh Dios -río- Es obvio Miller, no soy como ellas.

-No, no es eso.

-¿Entonces?

-Poco a poco Weasly, poco a poco.

En el fondo me moría por escuchar un 'no sé lo que es, pero me gusta' Nuestras miradas son eléctricas, y con ellas podrían encender la vieja casa abandonada del barrio. Nos atraemos eso esta claro.

Dos horas más tarde, el mismo sábado, en la misma fiesta.

El alcohol ya puede conmigo, y la situación no pinta muy bien. Hay jóvenes borrachos metidos en la playa desnudos, otros se besan apasionadamente encima de la arena y seguramente que mañana se arrepientan. Otros están sentados en la barra por que no pueden con ellos mismos. Alex se ha ido con Harry dejandome 'sola'. Mike se está tirando a una perra en los servicios del bar, los estúpidos están sentados en la arena fumándose unos porros, y Miller está sentado a pocos metros de mi.

Se levanta y se acerca a mi aunque me da miedo lo que pueda llegar a decir. He de decir que borracha soy más agradable, pero no se si con el funcionara.

-Weasly.

-¿Otra vez tú Miller? Te voy a regalar una foto, y quizás te dure más. -le doy otro trago a mi bebida.

-Eres la chica más borde que he conocido.

-No Miller, soy la chica que más difícil te lo está poniendo. Y sé que en el fondo te gusta. No soy una de esas que están ahí, vomitando y que no pueden con su cuerpo, recuérdalo.

-Eres diferente.

-Claro, diferente. No Miller, soy lista y me hago valer. Ni soy el polvo, ni la puta de nadie. A mí quiéreme y después cuando yo este segura de que me quieres, me follas. Mientras tanto no probarás ni mi lujuria, ni mi cuerpo sin ropa.

-Eres una creída.

-Y tú...

Me besa, no me deja contestarle cuando ya me esta besando. Lo peor de todo es que me encanta que lo haya hecho, aunque no se porque motivo.

Introduce su lengu en mi boca y yo como una tonta no pongo resistencia. Se separa de mi y vueve a besarme despues de dos segundos en los que conseguimos respirar. Y así uno tras otro...

-¿Te vienes conmigo?

-Recuerdalo Miller, no soy ni tu polvo ni tu puta.

-Tranquila Weasly.

Me vuelve a callar. Esta vez es un beso lento, cómo si hubiese sentimiento.

Quizás después de todo esto mañana me arrepienta, y a él le brillen los ojos.

-¿Dónde me llevas Miller?

-Shh...

-No me voy a callar Miller, y menos para ti.

-Me llamo Justin, encantado.

-Empezaste tu con el jueguecito de los apellidos, estúpido.

-Weasly, Weasly... -dice sin soltar mi mano.

-Me llamo Tara. Encantada.

La tensión se puede cortar con un cuchillo, y me estoy po ie do algo nerviosa al no saber donde me lleva. Estoy borracha pero no soy gilipollas.

Dos minutos después hemos llegado. Es un parque, precioso. Dónde si te tumbas en el césped puedes ver las estrellas, y la luna está noche está mas bonita y grande que nunca.

-Aquí.

-Ya voy, llevo tacones recuérdalo.

Me siento y el a mi lado, dandome la mano para ayudarme. Le miro a los ojos y me sonríe, ladea su cabeza y no se que hacer, estar aquí me pone nerviosa.

-Weasly.

-Dime.

Y cuando me mira, me vuelve a besar. Me roba un beso. Y otro. Y otro. Y otro más. Cada vez son más pasionales y lo que en realidad me hace falta aquí es quitarme la ropa.

-Quizás mañana los dos estaremos arrepentidos Miller... -me aparto un poco de él.

-Quizás, eso no lo sabes.

-Lo sé Miller. Me conozco.

Me levanto y me dispongo a irme pero me agarra del brazo y me impide hacerlo.

-Hey Justin, poco a poco... -le miro a los ojos.

-De tu boca mi nombre suena mejor.

-Buenas noches, Justin. -dejo un beso en sus labios.

Me voy de allí y ahí termina la noche más confusa que he vivido en mis diecisiete años de vida. Casi dieciocho. No sé que pasará, pero sinceramente voy dejarlo en manos del destino.