Capítulo 6.

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Habitaciones Extrañas.

— ¡En qué momento me ibas a decir que trabajas aquí! — expresó con dureza y a la vez emoción por tenerla aquí.

— Quería que fuera una sorpresa pero noto que estás brava — no digo nada y solo la abrazo.

— ¿Viviremos aquí o donde te quedaras? — ella se separa de mí y me agarra de la mano.

— Aquí hay habitaciones para los profesores, hable con miguel y dejo que me quedara en una de estas y no me cobrará — la vuelvo a abrazar, después de una tarde llena de estudios y una clase larga con Owen, me dejo llevar por mis pensamientos, como hice que de mi mano saliera una llama cian? ¿Es posible eso? ayer posiblemente me drogaron y ahora tengo reacciones secundarias o que? ¿por qué? salgo de clases y me choco con el tipo de la comisaría.

— Necesito hablar con usted señorita — él me agarra de la muñeca y me guía hasta un aula solitaria.

— No dejare que juegues con mi mente, ni siquiera se como tienes más poder que cualquier otro demonio — Eh perdona?

— No sé de qué me estás hablando, ni te conozco y ¿tienes confianza en agarrarme? los demonios no existen, te creo sobre brujas, eres de esos que creen en los ángeles y los demonios? vaya estupidez — salgo del aula.

Caminando hacia mi habitación llena de nudos en mi cabeza siento que es necesario dormir un rato, llego y encuentro a Rebeca con un tipo moreno sentados los dos en la cama de ella hablando.

— Eh perdona, los dejo solos.

— No Amelia, tranquila, ya nos íbamos, te veo mañana Liah — ella me agarra de los brazos y me da un pico en la mejilla, se va. Por mi parte, llego directo a la ducha, me pongo la pijama, terminó por acostarme en mi bella y dulce cama, cayendo en los brazos de Morfeo.

Camino por los pasillos de las habitaciones, 402, 403, 404 hasta que llegó a la penúltima 408, la puerta se encuentra cerrada, veo que las manos que quieren abrir no son las mías, son de un hombre y están manchadas de sangre, esta persona consigue abrir la puerta, en el centro de la habitación hay un círculo de sangre con muchos símbolos, el se ubica en el centro de los símbolos, alcanzo a notar como el cuerpo de una chica se encuentra con muchos cortes, la misma sangre que sale del cuerpo va cuidadosamente hacia los símbolos, el hombre saca un libro y cada vez que hace un movimiento con la mano, una frase en la página se va tornando de un color cian, y lo último que veo es como el piso se abre y yo despierto.

Abro mis ojos, estoy en la habitación del sueño, veo mis pies y están las mismas runas pero no está hecha de sangre, sino de ceniza, miro a mi alrededor y la habitación está totalmente abandonada, tiene hasta telarañas, veo mis pies y estoy en mi pijama, sonambulismo quizás? me devuelvo a mi habitación después de ver todos los detalles posibles de la extraña habitación.

Llego a mi cuarto, la cama de Rebeca está tendida, esta chica nunca duerme aquí o ¿qué está pasando? veo mi reloj de mesa y noto que recién son las 6 am, levantó las cobijas y veo que hay plumas, algunas con la punta llenas de sangre, me empieza a picar la espalda pero aun así quitó las plumas y me acuesto.

Escucho un gruñido de parte de mi estomago, quien me hace levantar, veo el reloj y son las 8 am, veo la cama de Rebeca, ella se encuentra abrazando sus piernas sollozando, miro su cama y veo que hay una hoja, «que hago?» es lo primero que pienso, me levanto de mi cama y la abrazo.

— ¿Qué pasa Beca? — ella intenta parar de llorar y levanta la cabeza, agarra la hoja para mantenerla en la mano sin que sepa que dice.

— Problemas con mi pareja — la detallo un poco, siento que es cierto pero me oculta algo.

Seres Afables©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora