Capítulo 7: Advertencia cierta.

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Salí de a aquella sala cerrando la puerta detrás de mi.

Suspiré, y me toqué la pierna; no, no tenía absolutamente nada.

-Parece que ese "Quien sabe" se volvió un si.- Una voz cálida susurro en muy cerca de mi oído. Lo que hizo que me estremeciera.

-¿Liam?- Dije mientras me giraba.

-El mismo.

-¿Que haces aquí?- Le pregunté confundida.

-No es que te estuviera esperando ni nada por el estilo...- Me contestó mientras se estiraba para ponerse las manos detrás de su cabeza.

-Ya claro- Le dije cruzándome de brazos con una pícara sonrisa. Lo que provocó que él soltase una leve risa.

-Bueno... ¿Quieres dar una vuelta?

-Quizá otro día.- Le respondí mientras me sentaba en una de las butacas.

-¿Y eso? Tienes miedo de enamorarte de mi- Contestó vacilantemente, con una gran sonrisa.

-¡Claro que no!

-Ya claro.-Me dijo cruzándose de brazos con una pícara sonrisa.

-Primero: No utilices mis palabras en contra mía.- Le dije mientras me levantaba de mi asiento y me acercaba lentamente hacia él- Y segundo: ¿Quién dice que una chica como yo se enamoraría de alguien cómo tu?- Pregunté mientas levantaba una ceja.

-Primero: Lo hago si quiero- Se fue acercándose a mi.- Y segundo: Todo el mundo se acaba enamorando de mi.- Me guiño un ojo.

Si, acabo de descubrir el lado arrogante de Liam.

Liam y yo estábamos en una posición algo comprometida; estábamos demasiado juntos, el era bastante más alto que yo pero igualmente podía escuchar su respiración. Pero no me importaba, no iba dejarme intimidar y mucho menos seducir por él.

-¿A si?- Pregunté casi susurrando en sus labios.

-Si.- Contestó él igual.

Le puse mis manos es su pecho.

-¿Sabes Liam?- Volví a preguntar susurrando a sus labios.

-¿Si?

-Tu cercanía me desagrada.- Le empujé sutilmente hacia atrás.

-Oh, ya entiendo.- Dijo. Enarqué una ceja. Pero él me sacó una de sus arrogantes sonrisas. -¿Entonces, por que no puedes venir conmigo a dar una vuelta?- Preguntó finalmente.

-Primero: Aunque fuera otra persona la que me pidiera dar una vuelta tampoco podría. A si que no te hagas el egocéntrico. Segundo: ¿Por qué tienes tanto interés en que vayamos a dar una vuelta? Y tercero: No es de tu incumbencia.

-¿Te gusta enumerar cosas, eh?

-No sabes cuanto.

-Primero: Soy egocéntrico por que quiero y puedo. Segundo: Solo quería enseñarte un poco todo esto. Y tercero: No, no lo es, pero quiero saberlo.

- Bien, ahora mismo ni quiero ni puedo.

-¿No quieres?

-No... es que ahora mismo como que me desagrada tu compañía.

-¿Osea que quieres que me vaya?

-Si, eso estaría bien.

-Pues no lo haré.

-¿Qué?

-No me iré hasta que me digas a quien esperas.

-¿Cómo sabes que espero a alguien?

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