Salí de a aquella sala cerrando la puerta detrás de mi.
Suspiré, y me toqué la pierna; no, no tenía absolutamente nada.
-Parece que ese "Quien sabe" se volvió un si.- Una voz cálida susurro en muy cerca de mi oído. Lo que hizo que me estremeciera.
-¿Liam?- Dije mientras me giraba.
-El mismo.
-¿Que haces aquí?- Le pregunté confundida.
-No es que te estuviera esperando ni nada por el estilo...- Me contestó mientras se estiraba para ponerse las manos detrás de su cabeza.
-Ya claro- Le dije cruzándome de brazos con una pícara sonrisa. Lo que provocó que él soltase una leve risa.
-Bueno... ¿Quieres dar una vuelta?
-Quizá otro día.- Le respondí mientras me sentaba en una de las butacas.
-¿Y eso? Tienes miedo de enamorarte de mi- Contestó vacilantemente, con una gran sonrisa.
-¡Claro que no!
-Ya claro.-Me dijo cruzándose de brazos con una pícara sonrisa.
-Primero: No utilices mis palabras en contra mía.- Le dije mientras me levantaba de mi asiento y me acercaba lentamente hacia él- Y segundo: ¿Quién dice que una chica como yo se enamoraría de alguien cómo tu?- Pregunté mientas levantaba una ceja.
-Primero: Lo hago si quiero- Se fue acercándose a mi.- Y segundo: Todo el mundo se acaba enamorando de mi.- Me guiño un ojo.
Si, acabo de descubrir el lado arrogante de Liam.
Liam y yo estábamos en una posición algo comprometida; estábamos demasiado juntos, el era bastante más alto que yo pero igualmente podía escuchar su respiración. Pero no me importaba, no iba dejarme intimidar y mucho menos seducir por él.
-¿A si?- Pregunté casi susurrando en sus labios.
-Si.- Contestó él igual.
Le puse mis manos es su pecho.
-¿Sabes Liam?- Volví a preguntar susurrando a sus labios.
-¿Si?
-Tu cercanía me desagrada.- Le empujé sutilmente hacia atrás.
-Oh, ya entiendo.- Dijo. Enarqué una ceja. Pero él me sacó una de sus arrogantes sonrisas. -¿Entonces, por que no puedes venir conmigo a dar una vuelta?- Preguntó finalmente.
-Primero: Aunque fuera otra persona la que me pidiera dar una vuelta tampoco podría. A si que no te hagas el egocéntrico. Segundo: ¿Por qué tienes tanto interés en que vayamos a dar una vuelta? Y tercero: No es de tu incumbencia.
-¿Te gusta enumerar cosas, eh?
-No sabes cuanto.
-Primero: Soy egocéntrico por que quiero y puedo. Segundo: Solo quería enseñarte un poco todo esto. Y tercero: No, no lo es, pero quiero saberlo.
- Bien, ahora mismo ni quiero ni puedo.
-¿No quieres?
-No... es que ahora mismo como que me desagrada tu compañía.
-¿Osea que quieres que me vaya?
-Si, eso estaría bien.
-Pues no lo haré.
-¿Qué?
-No me iré hasta que me digas a quien esperas.
-¿Cómo sabes que espero a alguien?
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Invisible.
FantasyDos mundos separados por una gran barrera mágica; un mundo lleno de magia y en el otro la cruda realidad de los humanos. Samantha Brooks aun una aprendiz de maga estará entre la espada y la pared. El que cree que es el amor de su vida, nunca la po...