Capítulo 12

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<<Coge aire... y suéltalo. Vamos repite la misma acción hasta que sientas que tu cuerpo se va relajando poco a poco y notas como tu mente se despeja y se queda completamente en blanco y ahora vamos otra vez de nuevo.. >>

¿En blanco? Y un cuerno.

Apagué la maldita televisión justo en el momento en que aquel estúpido intento de gurú repetía sin parar aquella frase que algún guionista le había obligado a aprenderse para tener entretenidos a los espectadores que pasaban su aburrida mañana viendo aquella chorrada de programa.

Yo era uno de esos imbéciles que estaban pasando su día viendo aquella tontería, por supuesto.

Genial, Aaron, simplemente genial.

Fruncí el ceño mientras me dignaba a levantarme de una vez de aquel sofá donde había aterrizado la noche anterior después de tener ese casual encuentro con Ella.

Bueno.. de casual nada que tú mismo la llevaste hacía ese callejón donde la...

Es increíble que ni siquiera mi conciencia este de mi parte.

-Coge aire – repetí cerrando los ojos y deteniéndome frente la puerta de mi habitación – y suéltalo.

Repetí aquel mantra un par de veces para apartar de mi mente cualquier episodio de la noche anterior.

Pero no funcionó.

Suspiré.

-Mierda – puse los ojos en blanco -.

Me dejé caer sobre la cama, sentándome en uno de sus lados mientras mantenía mis cabeza sujeta con ambas manos.

Alejarme del enemigo era lo único que me había propuesto y ni eso soy capaz de hacer.

¿Quién era el enemigo? Oh sí, por supuesto que era Elena.

Aunque lo que realmente quería era que fuese más que una amiga, la quería a ella completa y de todas las formas posibles.

Y si en alguna de esas podía ser sin ropa pues tampoco me iba a negar.

Torcí una sonrisa.

Maldito pervertido.

No podía negar que sus besos producían una extraña reacción en mí, como si me hubiese mantenido aletargado durante bastante tiempo y solo con un leve toqué de aquellos suaves, gruesos e irresistibles labios había despertado.

Sacudí la cabeza.

Realmente la productora de Disney se esta perdiendo al gran guionista que llevo dentro.

Pero era la verdad, estaba comenzando a crear una pequeña obsesión por los besos de Elena.

Estupendo, como si tu obsesión por ella durante estos años no fuese suficiente.

Cállate conciencia.

Claro que había estado toda la vida colado por ella pero fue en el momento en que nuestros labios se unieron cuando comprendí que, por mi suerte o desgracia, no quería volver a besar otros labios que no fuesen aquellos nunca más.

Y aquel pensamiento en vez de alegrarme me enfureció aun más.

Estaba enamorado de mi némesis.

De aquella persona que por más que te esfuerces sabes que nunca saldrá bien, sea por una razón u otra. Es el modo en que el destino tiende su poder para reírse un poco de ti, deja que pruebes lo que nunca podrás tener ya que ella es demasiado buena para ti.

Y ahora solo puedo recrearme en esos besos que se a ciencia cierta que debo olvidar.

Doblemente mierda.

Siempre fuiste tu +20  (Mientras Dure Versión Aaron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora