Siempre fuiste tu +20 (Mientras Dure Versión Aaron)

Capítulo 23

Bien, iba a hacerlo.

Me balanceé sobre mis talones mientras mantenía las manos en los bolsillos de mi pantalones deportivos y miraba fijamente aquella puerta que tenía frente a mí, como si esperase una especie de señal del destino o algo así.

Podía hacerlo.

Estaba seguro de que si seguía paso a paso lo que había leído en Internet la noche anterior terminaría logrando mi propósito de pedir una cita a Elena.

Y quizás si tenía un poco de suerte ella finalmente diría que sí.

Vale, sí me había pasado toda la noche y parte de ese día intentando averiguar de que forma una persona podía tener éxito a la hora de pedir una cita a alguien. Yo tenía una nula experiencia en ese ámbito.

Jamás. Nunca. Ni soñando.

Había salido formalmente con otra persona en una estúpida " cita " de esas.

Aaron, primer paso : ¡No pienses que es estúpido tener una cita o te rechazaran mucho antes de abrir la boca, y no queremos eso!.

Touche.

Rebobinando entonces.

Nunca había salido formalmente con otra persona en una increíble, maravillosa y...

No te pases con la ironía.

...Cita.

La cosa es que estaba nervioso, demasiado incluso como para considerar mandar toda esta dichosa idea que Tyler me metió en la cabeza a la basura.

Por supuesto que me moría de ganas de llevar a Elena a un sitio donde disfrutara y se sorprendiera. Quería que experimentara cosas conmigo. Algo que la marcara y que siempre recordara con una bonita sonrisa si echaba la vista atrás.

Tenía una necesidad de crear planes con ella que fuesen solo nuestros.

Por lo tanto la cita debía ser perfecta.

Y ese era el problema.

Sentía pánico ante la idea de que todo se fuese a la mierda. ¿Y si no le gustaba el lugar? ¿Y si ella prefiere otro tipo de planes? ¿Y si se aburre... o..

Y si mejor te callas un poco Aaron y dejas de pensar.

Mejor.

¡Yujuu!

Respiré hondo intentando relajarme para alejar de mi los pensamientos destructivos y negativos.

Era irónico que intentase animar a Tyler para que él tuviese un pensamiento más gratificante de él mismo, cuando justamente yo siempre que se trataba de Elena me envolvía en una burbuja de negatividad donde siempre me ponía en lo peor.

La palabra rechazo me daba escalofríos y eso era algo que me carcomía por dentro.

Podía ser la persona más positiva del mundo pero cuando estaba cerca de ella tenía la tendencia a pensar que jamás sería suficiente.

¿Qué iba a pasar cuando se diese cuenta de que realmente no me necesita tanto como yo a ella?

Hasta ahora me las había arreglado bien. En el pasado mantenía mi enamoramiento unilateral por ella de forma más o menos llevadera ya que ni en un millón de años pensaría que aquello cambiase a algo mutuo.

Pero ahora que Elena me había dado una pequeña esperanza..

Sabía que estaba jodidamente perdido.

Había considerado la posibilidad de que toda esta historia no terminase bien, sabía que acabaría destrozado pero aun así..... aun así... iba a aprovecharla mientras durase.