Capítulo 3

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Varios años antes :

Aquella semana era la típica en la cual el colegio decidía que debíamos dedicarla en su totalidad a fomentar el trabajo en equipo, pero no creáis que nos dividíamos en pequeños grupos para desarrollar proyectos dedicados a la creación de un cohete o a dibujar planos que algún arquitecto pensase utilizar como modelo a seguir a la hora de construir un puente. Éramos solo niños que lo único que querían era divertirnos a nuestro aire así que digamos que ese "trabajo en equipo" se veía reflejado en múltiples juegos y talleres que nuestro querido director pensó en su momento que serían la monda.

Porque claro, eso de rellenar de agua el envase de un yogur y ponerlo sobre nuestras cabezas para que siguiésemos una linea recta con los ojos cerrados mientras que algún compañero nos indicaba como debíamos seguir, no es que fuese el juego más divertido del mundo. Sobre todo cuando lo único que conseguían es tener a un puñado de críos empapados en agua.

¿Divertido, eh? Nuestro director era lo más.

-Esto es un muermo – masculló Alex acercándose a mi lugar, después de conseguir que su compañero de equipo acabase con un gran chichón en la frente que podía verse a leguas -.

La profesora Bett, encargada de vigilar el juego del famoso yogur con agua, caminaba directa hacía nosotros. Su rostro era la viva imagen del cansancio, estaba seguro de que ella también odiaba tener que estar allí plantada como un poste observando aquel estúpido juego.

-¡Alex! -dijo nada más situarse frente a nosotros - ¿Qué acaba de pasar?

Mi amigo se metió las manos en el interior de los bolsillos de sus pantalones cortos, y la miró sin saber muy bien a que se refería.

-No es mi culpa que Rob se tropiece – comenzó a decir Alex – debería mirar por donde va.

-¡Pero si lleva los ojos tapados! - se quejó ella -.

-Es cierto, ¿usted también cree que este juego es peligroso? - contestó él -.

Solté una risita, y la profesora Bett me miró frunciendo el ceño.

-Hablare de esto con el director – nos apuntó con el dedo -vosotros dos no os librareis esta vez.

-¿Y yo que tengo que ver en esto? - Enarqué las cejas -.

-Silencio, Aaron – la profesora Bett, dio medía vuelta y se fue hacía el lugar donde los demás estaban esperando para seguir con el juego -.

Suspiré.

-No te preocupes, ya se le pasara – dijo Alex como si tal cosa -.

-Esta vez te has pasado – le regañé -.

Alex bufó y miró de reojo al lugar donde el pobre de Rob aun estaba sentado en el suelo tocándose la cabeza.

-Así aprenderá a no molestar a Meg – respondió él -.

Entorné los ojos mirándolo.

-Estas por Megan – dije -.

-¿Que dices? ¡Odio a las chicas! Solo hacen hablar de tonterías -dijo él con rapidez -.

-A Alex le gusta Megam – tarareé en voz baja, solo para que el me escuchase -.

Él me dio un codazo, y tiró de mi para alejarnos de allí.

-Ya sabes que mis padres me obligan a que me porte bien con ella – respondió él en tono cansado – hablando de eso.. ¡vamos a buscarla! Estoy seguro de que el trío maravilla estará junto y podremos molestarlas a las tres.

Siempre fuiste tu +20  (Mientras Dure Versión Aaron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora