T W E L V E

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Mark quería soltarse, quería decirle al Taeyong real que volviera, que estuviera con ellos, pero Sungchan le sujetó más fuerte, fue cuando el clon de Taeyong habló.

—Estoy bien, Mark. —dijo con suavidad. —Tú también eres un líder, sabes que hay que hacer sacrificios, mientras éste clon no desaparezca estaré conectado con ustedes y con el equipo de Shotaro. —Explicó el clon.

—Está bien. —Dijo Mark.

Las palabras del chico del cabello de dos colores le habían calmado. Sungchan sabía que Taeyong no volvería, alguien tenía que retener a la Fuerza Roja dentro del cubo, si el clon de Taeyong era golpeado y desaparecía ya no podrían hacer otro, así que debían cuidarlo con su vida.

Sungchan y Mark estaban parados en la nada. Todo a su alrededor tenía un oscuro color negro.

—¿Dónde estamos? —preguntó Mark viendo a su alrededor, ni siquiera sabían de dónde se sostenía.

—Estamos en el final de los tiempos. —Dijo Sungchan con seguridad.

—¿Ustedes pueden viajar hasta este punto? —Preguntó Mark con asombro, parecía un niño emocionado viendo todo a su alrededor. —¿Saben todo lo que puede pasar?

—No realmente. —Sungchan suspiró. —Hay variantes externas, apocalipsis, líneas temporales, dimensiones, mundos paralelos. —Sungchan guardó silencio. —Hay más mundos a parte de los que conoces, no solo es Way-5, Shiny, Dreamland o el mundo 127. Hay infinitas posibilidades de universos.

Mark no comprendía el significado de aquellas palabras. Él, aunque tenía grandes poderes y el talento para explotarlos, prefería seguir aprendiendo y disfrutar su vida.

—Shotaro quiere saber si ya llegamos. —Habló el clon de Taeyong.

—Sí, dile que estaré esperando su señal. Contamos contigo sino no funcionará. —Explicó Sungchan.

El clon asintió, pero de repente se detuvo, su mente empezó a distanciarse.

—¿Qué pasa? —preguntó Mark.

—La Fuerza Roja despertó, el original está luchando contra él. —dijo el clon. —Empezaré a contar. —Miró a Sungchan. —Shotaro está en su lugar.

—¿Dónde está Shotaro? —preguntó Mark de repente. Aunque se sentía preocupado por el Taeyong original, también quería saber dónde se encontraba Shotaro y Lay.

—Están en el inicio de todo. —Murmuró Sungchan.

—¿Y es cómo aquí? ¿Es un lugar negro? —cuestionó.

Sungchan lo vio con sorpresa y le sonrió con ternura. Mark, Mark, él estaba destinado a mucho más, éste era su inicio, ahora era un joven, pero en lo que se convertiría dentro de unos seis años más sorprendería al mundo.

—Están en el Kwangya. —dijo Sungchan con una mueca.

—Esa palabra... ¿Qué significaba eso? —preguntó Mark con seriedad.

—Es donde todo comenzó. Un lugar más allá del cosmos. —Sungchan acarició la cabeza de Mark. —Mark, promete que cuidarás a Donghyuck en cualquiera de los mundos donde te encuentres. —murmuró Sungchan.

Mark suspiró, una parte de él se sintió celosa, no le gustaba que Haechan fuera mencionado cuando Sungchan hacía esa cara de arrepentimiento, Mark se sentía triste por amar a Hyuck, pero eso no era todo...

—Lo prometo, pero ¿por qué? —cuestionó Mark.

—Donghyuck, al igual que tú, son piezas demasiado importantes en este universo, incluso si no estuvieran juntos como pareja en el futuro, siempre cuida de él, porque estoy seguro de que él también cuidará de ti.

Super One III: Simulation LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora