E L E V E N

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Shotaro sintió nerviosismo y a la vez tranquilidad cuando se dio cuenta de que Sungchan lo cargaba.

—Llegaste. —Soltó con dolor en su voz. —Tardaste.

—No sabía que estabas en problemas, además estaba consiguiendo un equipo. —Sonrió.

—¿Los chicos de Dream y de Vision están bien? —cuestionó.

—Lo están. —Mark se metió en la conversación.

Shotaro observó al chico, era Mark del mundo Shiny, de SuperM y de Dream. Trató de levantar la vista, conocía a los otros dos morenos, uno había corrido en Dreamland, el otro era uno de los extraterrestres de EXO, Kai.

Los chicos del tiempo tenían que saber todo de todos.

Mark los estaba guiando, ahora quien tenía el cubo era Haechan, era obvio saber en quién confiaba Mark como para darle la herramienta que salvaría al mundo.

Shotaro detuvo a Sungchan, luego se bajó de su espalda y empezó a regenerar su organismo con el poder del tiempo.

—La Fuerza Roja es demasiado peligrosa. —Habló el japonés. —Destruyó el mundo Way-5, por lo tanto, Sungchan y yo pensamos en cerrar los flujos de entrada y salida de esta dimensión.

—¿Se puede hacer eso? —preguntó Donghyuck con un tono preocupado.

—Solo nosotros podemos hacerlo, tenemos que viajar al inicio de todo y al final de la historia, colocar nuestras tarjetas y cerrar el flujo de la dimensión Way-5 al mismo tiempo. —Explicó el japonés. —Por eso es necesario que todos se vayan de este lugar. ¿Alguien sabe cuántos humanos quedan en este mundo?

Todos se quedaron callados, habían estado separados y los clones de Taeyong habían desaparecido, no se podían comunicar entre ellos, lo cual hubiera sido una importante ventaja.

—Lo más seguro es que quede SuperM. —Dijo Sungchan con seguridad.

—¿Mint está con nosotros? —cuestionó Osaki. —¿Crees que pueda entrar a la mente de Kun? —Susurró. —Creo que él sabe algo del cubo rojo y también del Kwangya.

—Taemin murió. —Dijo Kai con seriedad, más cuando escuchó la palabra que habían mencionado esos dos chicos.

—¿Qué es el Kwangya? —preguntó Mark.

Shotaro y Sungchan se le quedaron viendo, no, era difícil explicarlo, así que se quedaron callados y prefirieron cambiar de tema.

—Haechan, sé que amas a Mark y no quieres alejarte, pero es conveniente que te vayas. —Sungchan fue claro. —Por favor.

—Lo sé, pero déjenme encontrar a Renjun. —Habló. —Sé que sigue aquí. —Murmuró. —Quizá también pueda ayudar a encontrar a Ten y a Winwin, estaré tranquilo y me portaré bien, lo prometo.

Sungchan suspiró. Mark tampoco podía decir nada, conocía cómo era y actuaba su novio.

Fue cuando la resonancia de Haechan hizo eco en las paredes metálicas. Había gritos unos pisos arriba, también había disparos y se sentía una enorme presión.

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Super One III: Simulation LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora