Cap 9 - No Es Una Despedida 🐍❤️

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Una semana antes de salir.

Snape tenía planeado llevar a la chica a un lugar fuera de Escocia pero esa semana se convirtió en exámenes finales para quinto y sexto año, la profesora le había pedido a Hermione que le ayude a la supervisión en los salones y aquello le quitó al menos una hora y media de las cuatro que pasaba con él.

Eran días donde parecía estar en una montaña rusa; al subir, el cielo estaba claro y se podía ver lo qué sucedía en su interior pero otras al nivel del suelo, todos esos fierros hacían ruido, la estudiante se hacía tímida, no le decía nada concreto. Cuando eso pasaba se animaba él a decir o hacer algo pero se frenaba por ser incorrecto.

Había salido con ella unas tres a cuatro veces y en aquellas ocasiones sólo hablaron temas de la escuela.

Quiso invitarla a pesar de la responsabilidad, la buscó dos días pero ella no estaba, quizá seguía a todos lados a Minerva. Estaba desesperado aunque disimulaba bien.

-Señor Thomas ¿Ha visto a la señorita Prefecta de su casa?

-No está, señor ¿Desea que le de algún recado?

-No -respondió frío, siguió su camino por el pasillo hasta llegar al salón de la directora y observar curioso desde afuera.

Ahí la encontró, vio a su alumna caminando entre los chicos con las manos detrás de la espalda y un porte conocido, aquello le causó gracia porque empezaba a comportarse como él.

Cuando llegó el martes y ella tardó en estar frente a sus ojos, en ese instante él sintió un tirón muy fuerte en sus entrañas, nostalgia, tristeza, ella estaba a punto de irse y él no sabía qué hacer. Pensaba y se decía que quizá debía renunciar, quizá podría intentarlo en el ministerio, tener más tiempo y dinero, o sólo debía esperar.

-Buenas noches, Señorita -él estaba en el pasaje secreto, a unos metros del principio, ansioso por charlar, tocarla, abrazarla con intensidad, y aquello pasaba cuando llegaban frente al portal.

-Profesor -fue lo que ella respondió al acercarse antes de abrazarlo e impregnar su levita con su suave aroma de flores y vainilla-, lamento llegar tarde es que la profesora me comprometió a...

-No se preocupe, lo sé -interrumpió con una voz explicativa y sutil -la he buscado por todos lados.

Contar eso para el mago había sido como un difícil reto, ni si quiera él sabía por qué había dicho todo eso, sólo se le salió.

-En la mañana pensé que lo vería en el desayuno, quería comentarle que me dieron de alta en el hospital. La infección ya no existe gracias a su excelente sopa.

Él lo hizo como siempre, tomó su mano y le ayudó a subir por las escaleras empinadas e irregulares mientras asentía con atención.

-Excelente noticia.

Ya arriba, en el segundo piso, no la soltó sino que ella al intentar avanzar, por la mano de él, retrocedió.

-¡Ey! -soltó ella sorprendida. Snape siempre había sido reservado para cosas como esa. Ya sea contacto o juegos con este.

La abrazó por la cintura y ella se aferró a su cuello mientras permanecían de pie, la cabeza del mago estaba sobre el hombro de ella y sus cuerpos como hace dos días, pegados sin espacios para pensar "¿Por qué?"

-La extrañé -era más directo, no tenía temor, aquello hizo temblar a la joven por dentro.

Ella intentó apretarlo y él se quejó sin oxígeno por un momento.

-Oh ¡Yo lo extrañé! -Hermione se sentía bien en sus brazos, no había nada mejor que eso. Si él decía, ella también.

En momentos similares sus conversaciones se hacían naturales, conversaciones que más parecían no tener sonido, sin embargo a sus oídos el ruido de sus respiraciones eran escandalosas, no formados en sus labios sino más bien de sus gestos y el movimientos de sus manos, escasos de significados claros pero a la vez claros, la verdadera comunicación empezaba a surgir ahí, otra vez.

SEVMIONE - Confía En MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora