Capítulo 18

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Alice apretó el acelerador del lujoso auto amarillo, y sin saber porque, las pulsaciones de Zenith se descontrolaban con el presentimiento de que algo malo iba a pasar, tenía que llegar lo más rápido posible.

-Alice, más rápido!

Tenía la fuerte necesidad de llegar lo más rápido posible, como si algo preciado para ella estuviese por perderse en cualquier momento.

-Alice?

-Los Vulturi rechazaron su oferta.... Se mostrará ante toda la gente a las doce!!

*******************Horas antes

-Tienes que venir conmigo!!

-Que? Pero que pasa Alice? Recién te conozco.- Zenith hizo esa afirmación, pero en el fondo tenía la gran necesidad de seguirla. La ansiedad y remordimiento iban en aumento.

-Se que recién nos conocemos, pero si realmente quisiera hacerte daño ya lo abría echo. A demás es urgente que vengas, te lo ruego.-Agregó Alice, mirando sus ojos esmeralda agarró sus manos para persuadirla.

En ese momento, los ojos de Zenith se quedaron en blanco, procesando en su mente los recuerdos de Alice.

-Como hiciste eso?! No, ahora no importa. Tenemos que irnos.

-Está bien, pero tengo que hacer algo primero.- rápidamente, agarró un lapicero y un papel, y escribió en el para después dejarlo en la mesa.

-Ok, vámonos.

*************************Actualidad

Entraron a una ciudad, donde las personas vestían capas de un rojo intenso.

-Porque todos visten de rojo? Y porque hay tanta gente?!!

-Es el festival de San Marco, conmemora la expulsión de los vampiros de la ciudad.

-Es genial! Cómo vamos a llegar hasta el reloj, si no podemos cruzar?!?! Dime dónde voy?!

Exclamó apresurada, su corazón latía estrepitosamente en su pecho sintiendo la ansiedad a flor de piel.

-Al pie de la torre del reloj, apresurate. Tenemos menos de cinco minutos.

Nada más escuchar eso, sus piernas se movieron solas, corriendo lo más rápido que pudo, con las lágrimas desbordando de sus ojos por el miedo a perder algo valioso, otra vez.

-Mira por donde pasas!!- Le gritó un hombre al que golpeó, pero no se detuvo en ningún momento.

Corriendo con más rapidez cuando pudo ver el pie del reloj, faltando un minuto para las doce, observó a un hombre de piel pálida y ojos color miel salir del gran reloj.

-Nooo!!... Edward!!- gritó con toda sus fuerzas pero él no parecía escucharlo.

-Espera, no lo hagas!!!- gritó hasta casi desgarrarse la garganta, al ver como él se quitaba la capa roja.

-Edward!!!- Gritó desesperada, cayendo dentro del reloj con ella encima de él, evitando que vean su brillosa piel sea vista por las personas.

Cuando Edward se percató del abundante cabello negro y de los delgados brazos que lo sujetaban, su muerto corazón, que hacía siglos no sentía nada, palpitó como si hubiese vuelto a la vida, abrazándola inevitablemente, que de no ser porque no podía derramar lágrimas alguna, ahora estaría llorando por el alivio de verla viva.

-Estas viva...

-Que te pasa!!! No puedes volver a hacer eso nunca, jamás!!! Entendiste.- Exclamó eufórica, una vez sentada sobre él, golpeando su pecho sin causarle daño alguno.

Lo único que Edward pudo hacer mientras era regañado fue ver como una hermosa mujer de delicadas facciones, cabellos suaves como la seda y ojos esmeralda que dejaban caer gruesas lágrimas, dejaba ver su preocupación por él y lo único que pudo hacer fue enderezar su espalda y volver a abrazarla, sin poder creer que aquella hermosa mujer que sólo había visto en sus sueños, estuviese junto a él.

-Que escenita más repugnante estoy viendo.

La tan conmovedora escena fue interrumpida por los pensamientos de uno de los Vulturi y que al parecer también fueron escuchados por Zenith.

-Zenith!

-Alice!- Exclamó al ver a su amiga junto a otra chica y dos hombres que le resultaban muy intimidantes, con esos ojos rojos que delataba.

- Vengan con nosotros, Aro quiere verlos.

Habló la chica de cabellera rubia yo ojos rojos que infundía miedo y respeto.

-Ustedes son los Vulturi, no?

La chica solo la miró de arriba a abajo y luego se dió media vuelta para que la siguieran.

Subieron a un ascensor que los dejó en una recepción donde una mujer que no parecía tener nada en particular les habló en italiano.

Zenith tomó de la mano a Edward, escuchando distintos comentarios, incluso los de Alice, que podía ver el futuro, lo que hizo que se asustara y lo soltara.

Edward la miró dolido y estañado, mientras los otros dos vampiros que estaban atrás de ellos la observaron curiosos de aquella reacción.

-La chica que estaba en la recepción, sabe?

Preguntó ya incómoda por sus miradas penetrantes.

-Sí.- Habló fugazmente Edward.

-Ella... Quiere ser un vampiro...

-Y lo será pronto...- Habló el rubio que los seguía desde atrás.

- O el postre.- Dijo fríamente la chica, que luego abrió una gran puerta de madera tallada.

-Hermana, te mandaron a traer uno y trajiste dos y medio. Que chica tan lista.- Habló un chico de cabello castaño hacia la rubia, que se dirigió hasta él.

-Que agradable sorpresa!!- exclamó un señor como de mediana edad y de cabello largo y negro, que se paró de una especie de trono. Por naturaleza, Zenith supo que era un vampiro.

-Zenith, Zenith, Zenith... Estás viva, después de todo. No es fantástico!... Me encanta un final feliz!

El señor se acercó lentamente a ellos y agarró la mano de Edward, dejándolo como hipnotizado, cosa que no le gustó.

-Son tan raros... la Tua anima, incluso más que la Tua cantante... Se dice que su sangre es tan exquisita, pero no tiene olor alguno... Me provoca...sed... Como soportas el... Compartirla?

-No podría alejarla jamás de ellos, ella los ama, aunque ahora no pueda aceptarlos... Alejarla la lastimaría...

En ese momento Zenith se replanteo el sentimiento que tenía con "ellos", ella los sentía como amigos... No?

-Ya veo...

-Aro puede leer cualquier pensamiento que he tenido... Con solo tocarme... Y ahora sabe todo... Acaba de una vez...

Explicó Edward, mirando con repudio a Aro.

-Y tu eres un excelente rector de almas... Aunque... A pena la conoces... Pero por lo que he visto... Eres una bruja! Excelente...-Habló ahora dirigiéndose a Zenith.- Me permites...- pidió cortésmente, extendiendo su mano.

Zenith lo miró a los ojos y aunque no le daba confianza, extendió su mano con confianza.

En ese momento todo se revolvió dentro de su cabeza, llegaron recuerdos de Aro, sangre matanza, muerte, miedo, los Vulturi. Vió a cada uno de las personas ahí, a Jane, Alec, Dimitri, Caius, Marcus. Pero increíblemente no pareció afectarle.

*************Capítulo 18: Fin*************

Festival de San Marco

Gracias por leer el siguiente capítulo se publicará el día 19/07







Bruja de Corazones-Twilight: New Moon (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora