THE KING

Capitulo 22

Valeria

—Entonces, quieres ir?—Me pregunto Maximo nervioso—Digo, si no quieres ir no pasa nada, también puedo elegir otro lugar o mejor elígelo tú, yo...—Lo interrumpí antes de que continuara, estaba muy nerviosos y empezaba a divagar.

—Maximo—al instante se detuvo.

—Lo siento, estoy un poco apurado.—suspiro—Quieres ir?

—No lo sé, necesito pensarlo—La expresión de Max fue de decepción.—Te daré una respuesta al final del día, lo prometo.—eso pareció tranquilizarlo pero aun estaba tenso.

—Estamos bien?—pregunto dudoso.

—Claro que estamos bien, es solo que... nos vamos a casar, tengo que asimilarlo primero.

—Bien, tengo que ir a trabajar—se levanto de su silla en el comedor.—Nos vemos linda.—dejo un beso tierno beso en mi frente y se fue.

Dos semanas, semanas con Maximo en Irlanda, en Hillsborough. Podría aguantar dos semanas con Maximo sola?

—Veo que las cosas van bien.—Stark se acerco.

—Así es.—le sonreí con tristeza.—Enserio te vas? Llevamos toda la vida contigo, que no vayas a estar aquí es extraño.

—Van a estar bien.—se sentó en la silla al lado de la mía y me miro raro.—Valeria, no quiero que te sientas comprometida a nada.

—De qué hablas?—Claramente le había perdido el hilo a la conversación.

—Si en algún momento quieres abandonar el plan puedes hacerlo, no te juzgare, nadie lo hará.—asentí dudosa.

Quería seguir con el plan? Es decir, las cosas con Max estaban tan bien, enserio parecía que iba a cambiar, que todo iba a mejorar. Enserio quería arriesgar mi libertad y la de Lorcan por una posibilidad? La respuesta era clara, no.

No podía arreglar mi vida en base a una posibilidad. Y si Maximo no cambiaba? Y si solo es una actuación para que me casé con él y así no poder huir? Debo decir que la otra noche sonaba muy sincero al decir que no me volvería a hacer daño.

Muchas preguntas y pocas respuestas.

—Por ahora quiero seguir con el plan, no confío del todo en Maximo.

—Esta bien.— se levanto del la silla al mismo tiempo que yo—Me tengo que ir, ya me despedí de Maximo y de Lorcan, la limosina me espera para ir al aeropuerto.—Me dio un abrazo y beso mi frente.—No dejare que te vuelva a hacer daño, te sacare de aquí.—prometio y sus ojos se llenaron de tristeza.

—Lo sé, confío en ti.—Dije al borde del llanto. —Te voy a extrañar mucho.

No pude evitar que las lagrimas salieran. Stark me conoce desde que estaba en el vientre de mi madre, ha sido el mejor amigo de Maximo toda su vida. Fue mi primer enamoramiento, otro hermano mayor, y un gran amigo. Que se fuera me hacia sentir sola, mi madre se iría pronto y solo quedaríamos Maximo, Lorcan y yo.

—Yo también te voy a extrañar, a Lorcan y a Max.—lo ultimo le dijo con mucha tristeza en su voz.—Te llamare todas las semanas y a Lorcan, no te preocupes.—Asentí con la cabeza. —Ya me voy.—Se separo de mi y salió del comedor dejándome sola.

Si yo estoy así de triste no quiero imaginarme cómo debe estar Max. Han sido amigos desde siempre, fueron al internado juntos, Stark siempre ha sido su mano derecha.

Cuando me di cuenta estaba caminado hacia el despacho de Max. Los guardias en la puerta apenas me vieron me dejaron entrar. Maximo se encontraba sentado en su escritorio con el cabello desordenado como si hubiera pasado sus manos por el repetidas veces.