Capitulo X. El inicio de un nuevo sentimiento

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Caminaba por los pasillos del instituto hasta que se detuvo en uno de los aulas al observar a un joven de cabellos rubios leyendo un libro mientras estaba sentado en su pupitre que la dejo sorprendida, verlo muy concentrado en algo ya que siempre se encontraba tirado alguna parte de los corredores o en las escaleras, como de costumbre, pero desde aquel día cambio radicalmente, pero la evitaba mas de lo normal;  pidiendo dormir en otra habitación, lo que no se opuso y prefirió darle su espacio retirándose dejándolo solo, pero el se había percatado de su presencia que lo estaba observando.

 Regresando a su salón que no había nadie tomo asiento en su lugar, mirando por la venta dejando deleitar por la luz de la luna, poniendo sus brazos sobre la mesa del pupitre en modo para poder recargar su cabeza y dejarse llevar por el silencio, en segundos para quedarse completamente dormida. Una mano agarro los pequeño mechones oscuros de la joven, para entrelazar con sus dedos enredándose en el pelo, mientras admiraba esos labios que anhelaba besarlos de nuevo, pero esa sensación lo detenía cada vez que quería acercarsele. era molesto, tenia que evitarla hasta tuvo que dormir en el cuarto de invitados porque algo lo estaba invadiendo en tenerla a su lado cada segundo y eso no estaba bien , no debía, no podía.

Apartando su mano, fue retenido por la mano pequeña de la joven, que no tenia mucha fuerza para forcejear, pero se sentía demasiado raro que no estaba de humor de discutir


-¿Me has estado evitando durante una semana? y no trates de mentirme porque e dado cuenta cuando me vas a ver a escondidas cuando duermo, ¿No entiendo?-Se levanta, mirándolo muy fijamente, que no pudo evitar ruborizarse.

-No lo se.-Dijo en un tono molesto.

-Pues no tienes que explicarlo, esta entendible que no me toleras pero acosarme de esa manera sin querer dormir en la misma habitación y cuando fue tu idea de acostarnos y sales huyendo.

- Yo no hui.-Se defiende intentando zafarse pero dentro no quería que lo hiciera.

-¿Hice algo malo?-Pedía una explicación con esos de suplica que no pudo contenerse mas, uniendo sus labios con las de ella, dejándola mas confundida, siendo tele transportada al aula de música que fue acostada en el banco donde sentaban para tocar el piano, donde tomo las muñeca de esta poniéndolas hacia arriba de su cabeza casi pegados, fue deslizando su corbata para quitárselo y utilizarlo para amarrarla.-¿Que haces?-Pregunto con temor.

-Voy a terminar lo que no comencé.

-¿Eh? espera Sh...shu no me refería a eso, aparte estamos todavía en el instituto nos van escuchar.-Dijo intentándolo convencerlo, pero una sonrisa se dibujo en sus labios.

- Seré lo menos discreto pero no prometo nada que no te haré gritar.-Una mirada llena de terror de la chica.

-¡No puede estar pasándome esto!

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Las horas pasaron llegando a la mansión donde vivían lejos de los demás , teniendo su propio espacio como pareja recién casados, donde una pequeña alma salia de su boca.

- No creo aguantar con este ritmo.-Dijo la mini fantasmita Kikuo cuando escucho la puerta abrirse que hizo que sobresaltara y se parara deprisa arricondadose en una esquina.

Viendo a lo lejos, como entraba un muchacho de cabellos rubio que solo arqueo la ceja y con extrañeza miro a su esposa estaba como ratón asustadizo.

-Exagerada.

-¡Yo! si tu que me dijo que irías despacio, luego me evitas, para después amarrarme y plash.

-¿Plash?

- Te das cuenta que soy apenas una niña desconozco mucho de la vida y tu me haces ese tipo de esas cosas perversas, que no sabia que existían...

- Ajam luego.

- ¡Me traumastes!

-Calmate, di que fui cariñoso contigo que hice lo posible de hacerte sentir cómoda, otra cosa que te advertí que no prometía nada lo que podía suceder.

-¡Gracias! por amarrarme .-dijo en modo de sarcasmo.

- Pero admite que también lo disfrutaste siendo tu primera vez.-dice ya estando frente suyo a lo que se ruborizo al tenerlo tan cerca.- Que te parece si continuamos donde tu boca y mi boca saboreaba .-Muchas palabras pervertida en un día que la estaba ardiendo de la vergüenza que quería que se la tragase la tierra.

-N...No yo debo estudiar.-Le dice toda nerviosa y roja como tomate que los labios le temblaban que lo empujaba poniéndose sus manos en su pecho.

-Lo harás después.-La agarra de la muñeca y jalándola hacia el, tomándola el mentón para que lo mirarse a los ojos.- Ahorita tu y yo haremos nuestras obligaciones como marido y mujer.-La avienta a la cama a lo que intento huir pero la toma de la pierna para que no lo hiciese.

- ¡No quiero!.-Dijo entre sollozos.-Tu querrás que haga esas cosas de nuevo.

- Es tu deber aprender los deseos de tu esposo, y yo intentar descubrir los tuyos.

-No podemos hacerlo mañana.-Intentando convencerlo.

-Deja de quejarte, tu eras la necia que querías intentar que funcionara.

-Si pero...

-Te aguantas.

-¡Ah!-Se quejo, maldecía el momento que le salieron esa palabras de su boca. Sabia que seria una noche muy larga y sin descanso.

A la mañana tenían una reunión con Karl Heinz, a lo que las ojeras bajo de su parpados de la chica se notaban que estuvo desvelada toda la noche porque alguien no la dejaba, bostezo que salían, que casi estaba semidormida en el sofá.

-Veo que alguien no dormido bien esta noche.Hablo Laito, quien le estaba haciendo sus pequeñas indirectas, pero como no estaba de humor para tontería y ignorarndolo se recostó en el hombro de Shu que estaba sentado a su lado escuchando lo que decía el rey de los vampiros .

-  Es un buen inicio, espero que pronto nos den la noticia del nuevo miembro de la familia.

-Ore sama no cuidara un mocoso llorón.

-Para eso estarán las sirvientas para que se encarguen de criarlo.-Comenta Reiji.

- ¿Criarlo?-Se medio despierta al oír ese comentario.-Esperen, pero yo me opongo que alguien cuide a mi bebe.

-Como la esposa de mi primogénito y el encargado del nuevo puesto que tendrá como Rey de los vampiros, tienes que acompañarlo a casa reunión que haya.

-¡Si voy a tener un bebe quiero ser que lo cuide!-dice oponiéndose la idea de que alguien mas lo crie a su hijo, aunque no llegara en las mejores condiciones quería ser una buena madre para el.

-Me gusta tu valentía, por eso fuiste selecta para ser la mujer mi hijo, así que te concederé que lo cuides pero no quiero que descuides tus estudios así que las sirvientas lo cuidaran en esos ratos que tu no estés y en tus obligaciones como esposa, de acuerdo.-Ella asiente con la cabeza.-Lo mismo lo digo para ti.

- No te preocupes, seré un mejor padre lo que fuiste tu, eso tenlo en mente.

-Espero con ansias ver eso.







Diabolik Lovers ♠Mi Pequeña Dama♠ //Shu Sakamaki//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora