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Los adolescentes Kim se encontraban entrando a su hogar luego de su primer día de clases. Estaban realmente felices, pensaron que no iban a encajar, cosa que en realidad fue cierta, pero pudieron hacer dos amigos y eso para ellos valió totalmente la pena.

—Vi que le hacias ojitos lindos a Jimin —golpeó suavemente con su hombro al rubio.

—C-cómo crees, Tae —sonrió nervioso y se sentó en un sillón— Sólo estaba siendo amable. Quiero ser su amigo.

—Porque está guapo, y lo sabes —movió sus cejas juguetón mientras se acomodó a su lado y Jungkook bufó.

—¿De qué hablan? —dijo Jin al llegar a la sala donde sus hijos estaban.

Les dio un abrazo a cada uno, junto con un beso en la frente y luego se sentó con ellos.

—De un chico —habló Taehyung.

—¡Oye! —se quejó el menor.

—Si tu hermano no lo hubiese dicho, igual lo sabría —soltó una carcajada muy típica de él— Tu mente grita que es todo un encanto.

—¡Appa Jin! —se quejó y sus mejillas se tornaron carmesí— Mi privacidad.

Sin más salió corriendo a su habitación, dejando a su hermano mayor y padre riendo por su actuar.

Cerró la puerta tras de sí y se sentó en su cama. Sacó su celular y busco un contactó: "Jimin", habían intercambiado números. La verdad es que Jungkook fue un poco atrevido y sí, sí le estaba haciendo ojitos lindos al chico, pero es que nunca había visto alguien tan hermoso así que no se podía resistir, le nacía inconscientemente.

En sus 16 años de vida había conocido a pocos chicos y chicas, para ser sincero solo los que salvaba a veces en su rol de héroe. Pero la verdad es que los humanos eran muy normales para su gusto. En cambio, este chico tenía algo diferente, no sabía definir qué, pero definitivamente le gustaba eso.

Miro el contactó y estaba dudando en si era correcto escribir tan pronto, es que ¡Acaban de verse! Él simplemente no sabía cómo eran las relaciones entre humanos.

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Jimin tenía hambre, mucha hambre, tanto así que su estómago sonaba como si se tratase de una orquesta sinfónica. Decidió bajar a la cocina por algo de comer, al llegar a su destino y para su suerte había un plato servido, pero su felicidad acabó al ver que tenía una nota.

"Propiedad de Hanna, es probable que si la comas... Mueras, y no porque este envenenado"

Él realmente le tenía miedo noona Hanna, como ella le hacía llamar. Así qué lloriqueando e inflando sus cachetes salió rendido en dirección a la sala.

—¿Qué haces? —miró incrédulo al chico acostado en el sofá— ¿No es que no te gusta ser "humano"?

—Dejame —bufó— Tengo tanta hambre que no tengo ánimos para cambiar de forma.

—¡Yo también muero de hambre! —se sentó a su lado.

—Omma Hanna dejo comida, pero los hyungs se la comieron toda con la excusa de que "necesitaban energía para poder salir y ser héroes" —imito la voz de Hoseok.

—Que aburrido es estar aquí en casa —movió su cabello hacia atrás— No entiendo porque no podemos salir y ser héroes como lo hemos hecho siempre, ¿que hay de diferente ahora?

Yoongi, Hoseok y Hanna habían decidido que mientras estuviesen estudiando, no podrían salir como superhéroes. Debían mantener un perfil bajo como adolescentes normales para que dejarán de hablar sobre ellos o alguien pudiera sospechar de sus identidades.

BTS Hero - °KOOKMIN°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora