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Jimin y Yeontan se encontraban siendo regañados desde hace treinta minutos por una bajita mujer de cabellos castaños y ojos negros amenazantes, con su carita roja por la rabia, ya que era tan clara que eso se notaba con demasía.

Le había llegado un mensaje del estado de su cuenta bancaria, que ella ni siquiera había usado.

—No sé qué les está pasando —frotó su rostro con desesperación— Apenas llevan un día yendo a clases ¡Un día! Y ya andan de insurrectos.

—Lo siento, omma —Yeontan bajo la mirada— Fue mi idea...

—Fuera idea tuya o no, Jimin te siguió.

—Lo siento, noona —suspiro bajo— Como mayor debo hacerme responsable por esto.

—No —sentenció— Ambos se van a hacer responsables. Los dos disfrutaron, los dos se van a atener a las consecuencia.

—Está bien —dijeron los chicos al unísono.

—Vayan a su habitación —bufó y se dirigió a la cocina.

Yeontan rápidamente se transformó en perrito y corrió a su pequeña casita a esconderse. Por otro lado Jimin caminó hasta su habitación y cerró la puerta tras de sí.

—No me arrepiento de nada, hoy fue un gran día —pensó Jimin.

En eso tocan la puerta de su habitación.

—Soy yo —escucho la voz de Hoseok.

—Adelante —dijo al sentarse en su cama.

—Hola, Minnie —se acercó a él y movió su cabello.

—Hola, hyung —sonrió pesadamente.

Escuche que Hanna los estaba regañando ¿Que sucedió?

Su mayor en ocasiones cuando quería tener privacidad recurriría a la telepatía. Sólo que para poder hablar con la otra persona, esta tenía que estar mirándolo a los ojos, sino estaría hablando a la nada.

Ni te imaginas, ha sido una locura.

Jimin le contó, evitando algunas partes. No quería que lo regañaran nuevamente y menos por haber quedado expuesto, o por ocasionar problemas en lugares públicos.

Entiendo, Minnie. Pero sabes que estuvo mal.

Lo sé, pero realmente me divertí.

El bajo hizo un puchero.

Bueno, haremos lo siguiente... Te ayudaré a buscar un trabajo de medio tiempo. Así le pagas a Hanna y tendrás algo de dinero para gastar en cosas que tú quieras.

¿¡Es en serio, hyung!?

Los ojitos de Jimin brillaron en un lindo tono amarillento, cosa que Hoseok amaba ver en el pequeño, así que asintió en respuesta junto con una gran sonrisa.

—Gracias —abrazo fuerte al mayor.

—No te preocupes —acaricio su cabello— Yo entiendo que este planeta suele ser aburrido. Sólo recuerda que somos diferentes, no puedes intentar ser un humano más.

BTS Hero - °KOOKMIN°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora