La Furia de Mascara Rojiza

Capitulo 2

Al día siguiente Pequeño Rojizo aún no se levantaba de la cama, aunque ya fuera mediodía, Manchas Oceánicas simplemente lo veía dormir, y se preguntaba, que le tenía el Clan Estelar a su pequeño hijo. Pequeña Nieve por su parte ya estaba en el campamento, andando de un lado al otro como si nada. Pequeño Rojizo despertaria.

-Buenos Dias dormilon!!- Oiría el pequeño aún despertándose poco a poco.

-B-buenos días ma! Creo que no he dormido muy bien...- Diría el gatito ya un poco más despierto.

-Conque eso fue lo que pasó!!- Diría Manchas Oceánicas. -Nunca imagine verte dormir hasta medio día...- Diría la gata burlonamente, mientras le lamía la cabeza al gatito el cual ya se había levantado y parado enfrente de ella.

-C-como!!?? Ya es mediodía!!??- Preguntó el gatito atónito al darse cuenta que se había perdido medio día por estar durmiendo.

Pequeño Rojizo saldría corriendo de la maternidad a juntarse con su padre, el cual estaba recibiendo el sol, seguramente después de una patrulla de caza.

-Papa!!!- Grito Pequeño Rojizo. - ¡Ya estoy aquí!! Perdón, me quedé dormido..

-No importa- Diría Cielo Rojo estirándose. -Hoy, como ya casi es tu bautizo de aprendiz, te enseñaré unos cuantos movimientos que pueden ayudarte en tu aprendizaje.-

Cielo Rojo, se encaminará a una zona del campamento donde no hubiera gatos para así no incomodarlos.

-Mira, te mostraré uno de mis movimientos favoritos- Diría Cielo Rojo, al instante saltaría, daría la vuelta en el aire y al caer al suelo, daría un pívot alargando su pata. -Es una bastante complicada, pero si logras manejar puede ayudarte mucho en un combate.

Pequeño Rojizo miraba sorprendido a su padre, puesto que era una maniobra que nunca había visto y eso que ya había visto entrenamientos de aprendices.

-No te apresures tanto- Escucharía Pequeño Rojizo que su padre le decía- Aun eres muy pequeño para manejar ese movimiento...

Pequeño Rojizo se la pasaría la tarde viendo como su padre le mostraba posturas de caza y ataques sencillos que repetiría con mucha certeza el pequeño.

-Hijo, por hoy acabamos, me toca salir con la patrulla fronteriza, nos vemos al rato- Gritaría Cielo Rojo ya encaminado a la salida del campamento.

Pequeño Rojizo se quedaría intentando recordar todo lo que había aprendido ese día y el anterior, para así que su aprendizaje fuera más rápido y sencillo.

-Pequeño Rojizo?- Escucharía el gatito que alguien lo llamaba, cuando se volteó vio que era Noche Azulada, la cual le movía la cola haciéndoles señas de que se acercara.

-Si?- Preguntaría Pequeño Rojizo al llegar donde estaba Noche Azulada.

-Pues... quería saber si quisieras ayudarme a organizar unas cuantas plantas, como ayer me ayudaste, tal vez hoy también tuvieras ánimos.-

-Vale!- Respondería el gatito inmediatamente, puesto que no tenía nada que hacer, y también le agradaban los ratos con Noche Azulada.

Pequeño Rojizo seguiría a Noche Azulada a su guarida donde vio que estaban esparcidas por todo el suelo todo tipo de plantas, de diferentes colores, texturas, aromas...

-Porque el desorden?- Pregunto Pequeño Rojizo mirando a Noche Azulada curiosamente.

-Pues, veras, con las nuevas raciones de plantas que recogí hoy, no tenía espacio, por lo que pienso que lo mejor es reorganizar todo. ¿Me ayudarías igualmente?-

-Claro!- Respondería Pequeño Rojizo feliz de poder hacer algo útil para el clan aunque aún no sea aprendiz.

-Mira esas de aspecto de estrella y de color azul, porfa ponlas aqui- Le diría Noche Azulada a Pequeño Rojizo, mostrando con la cola la punta del estante.

-Y... como ves al clan?- Preguntaría Pequeño Rojizo para que no se fuera a estacionar un silencio incómodo.

-Estamos prosperando, pero hay que cuidarse de la estación sin hojas, ya se está aproximando, solo espero que los gatos que llegaron la soporten...

-Que!? ¡Qué gatos!??- Preguntó apresuradamente Pequeño Rojizo

-¿No te habías enterado?- Preguntó Noche Azulada. -Los solitarios que llegaron hoy, le mostraron a Estrella Blanca sus capacidades y les permitió entrar.

-Como!!?, y todo eso me perdí por haberme dormido!!- El pequeño gatito saldría corriendo de la guarida de la curandera sin rechistar.

Pequeño Rojizo, se daría cuenta de un olor que no había percibido antes, era el de gatos desconocidos... El gatito se acercaría...

-H.. Hola! Soy Pequeño Rojizo, ¿ustedes son los nuevos gatos del clan?

La gata miraría cuidadosamente a otro gatito de la misma edad de Pequeño Rojizo.

-Si..., somos nosotros un gusto Pequeño Rojizo!-

-Pequeño Rojizo!!- Escucharía el gatito volteando la cabeza.

Vería como su padre lo llamaba desde el otro lado del campamento, se despediría de los gatos y saldría corriendo donde su padre.

-Papa!! Ya me enseñaras algo!!??- Pregunto Pequeño Rojizo retomando el aliento.

-Efectivamente, saldremos al río que rodea el campamento, te enseñaré a nadar y algunas cosas que te pueden servir en tu vida guerrera... y después... volveremos con tu madre y hermana!.

-Vale! En ese caso pongámonos en marcha!!- Diría ya encaminado a la salida.

El gatito sería rebasado por Cielo Rojo, el cual no se alejaría de más de una cola de ratón de él, así llegaron al borde del río.

-Primero te enseñaré a nadar, lo que tienes que hacer, es mantener la cabeza alta y la cola, así no te hundes, mientras mueves tus patas, ni muy rápido ni muy lento por si son trayectos largos. Como no quiero apresurarme y que te lleves un buen susto, te alzaré y ahí harás lo que te acabo de decir entendido?-

-Vale!-Pequeño Rojizo pudo mantener la cabeza y cola en lo alto mientras su padre lo agarró del pescuezo sin hacerle daño.

-Vamos, mueve las patas- Balbuceo Cielo Rojo con Pequeño Rojizo en la boca.

Pequeño Rojizo movería las patas tranquilamente. Y al cabo de un momento, su padre lo volvió a dejar en el suelo.

-Crees poder hacerlo solo?- Preguntó Cielo Rojo, mientras miraba a su hijo.

-Si!, se que lo puedo hacer!!- Diría energéticamente el gatito.