Pequeño Rojizo miraría sorprendido el espectáculo que tenía enfrente. Tenía un lago, no muy grande pero tampoco pequeño, la luz de la luna que ya había salido quedaba reflejada en el lago y mostraba una luz hermosa. Cuando el primer impacto pasó, pudo ver más detalladamente el lugar en el que estaba. Era como una hondonada, tenía un muro de piedras enfrente de donde salía un manantial que caía en la laguna misma.
-Esta es la Laguna Lunar, Pequeño Rojizo acércate un poco más al lago.- Noche Azulada se sentó al lado de la laguna.
Pequeño Rojizo se sentaría junto a ella.
-Pequeño Rojizo- Comenzó Noche Azulada mirando la luna.
Pequeño Rojizo comprendería que la ceremonia había comenzado y se quedaría mirando la luna al igual que su mentora.
-¿Deseas adentrarte en los misterios del como curandero?- Noche Azulada lo miraría directamente a los ojos.
-Si!- Pequeño Rojizo le devolvió la mirada a Noche Azulada, preparado a lo que le tenía el futuro enfrente.
-Entonces acércate. Guerreros del Clan Estelar, os presento a este aprendiz. Ha escogido la senda del curanderismo. Conceded vuestra sabiduría y perspicacia para que pueda comprender vuestras costumbres y sanar a su clan de acuerdo con vuestra voluntad.- Noche Azulada recitaría estas palabras mirando el reflejo que la luna dejaba en el lago.
Pequeño Rojizo se tumbaría suavemente frente al lago, lamería suavemente la superficie del lago y poco a poco caería en un sueño profundo.
...
Pequeño Rojizo se levantaría después de un buen rato, se sentía cansado, agotado. Noche Azulada se acercaría a su encuentro.
-Ya es hora, hora de que volvamos, Zarpa Rojiza.- Noche Azulada miraría orgullosamente a Zarpa Rojiza.
Zarpa Rojiza sentiría un escalofrío cuando su mentora pronunció su nuevo nombre. Ya no se llamaba Pequeño Rojizo, era Zarpa Rojiza, el aprendiz de Noche Azulada y futuro curandero del Clan del Río.
-Si, ya tengo muchas ganas de volver!!- Zarpa Rojiza se sacudió y comenzaría a seguir a Noche Azulada, la cual ya iba de bajada por el arroyo que salía de la Laguna Lunar.
Zarpa Rojiza daría gracias silenciosamente al Clan Estelar por aceptarlo y correría para alcanzar a su mentora. Volverían sobre sus pasos, hasta el lago, donde esta vez no irían por el camino que habían tomado solo que siguieron por el otro lado.
-Noche Azulada, porque vamos por ahí?...- Zarpa Rojiza le preguntaría a su mentora rápidamente.
-Quisiera mostrarte toda la zona del lago, ahora pasaremos por el territorio del Clan del Viento.- Noche Azulada le mostraría la zona y comenzaría a correr para allá.
Zarpa Rojiza la seguiría y se daría cuenta que ese territorio era muy diferente, no tenía árboles como los otros dos, era un páramo completamente abierto. Siguieron por todo el borde, llegarían a un tronco que llevaba a una pequeña isla en el lago.
-Zarpa Rojiza, esta es la isla donde ocurren las asambleas, cada luna llena, la próxima, vendrás como mi aprendiz, el aprendiz de curandero del Clan del Río.
-Vale!- Zarpa Rojiza comenzaría ya a imaginarse la isla y cómo sería su primera asamblea.
-Ya estamos otra vez en el territorio del Clan del Río, volveremos al campamento y podrás descansar, debes recuperar las fuerzas para tu entrenamiento!- Noche Azulada seguiría su camino hacía el campamento.
Zarpa Rojiza la seguiría, y ya acercándose al campamento, Zarpa Rojiza lograría saber que ya estaban cerca, ya que vio el lugar donde se había escondido con Zarpa Azul y Zarpa de Nevisca y había caído al agua.
-Noche Azulada, me gustaría quedarme un rato aquí, después quiero despedirme de mi padre y padre, ahí me dirigiré a la guarida...- Zarpa Rojiza se había sentado enfrente de uno de los arroyos que rodeaba el campamento.
-Esta bien, si quieres les aviso para que vengan aquí- Noche Azulada miraría el clan tranquilamente.
-Vale muchas gracias!- Zarpa Rojiza miraría las estrellas del manto plateado.
Esperaría un momento a qué Cielo Rojo y Manchas Oceánicas llegaran a donde estaba.
-Madre, Padre, ya crecí, ya no soy más un cachorro, les agradezco por todo. Madre, va a ser extraño, pero ya no dormiré más contigo, ahora dormiré en la guarida de los curanderos con Noche Azulada. Padre, gracias por todo lo que me enseñaste, es verdad que no seguiré ese camino, pero seguro me será útil.- Zarpa Rojiza los miraría con lágrimas de emoción.
-Hijo..., gracias por las palabras, pero te seguiremos cuidando sea cual sea tu edad- Cielo Rojo le pasaría la cola por las orejas cariñosamente.
-Pequeño Rojizo... perdón! Zarpa Rojiza, siempre estaremos para tí.- Manchas Oceánicas le lamería la oreja suavemente.
Zarpa Rojiza dejaría pasar un rato, no quería olvidar ese momento de cariño con sus padres. Zarpa Rojiza se levantaría y se despediría de ellos, tomaría la dirección de la guarida de Noche Azulada.
-Ya vine Noche Azulada- Zarpa Rojiza entraría a la guarida lentamente.
-Mira Zarpa Rojiza, te mostraré el orden de la guarida. Aquí en la entrada están los musgos para los enfermos y heridos, al frente ves que están los estantes donde se guardan todas las plantas, lo que no sabes, es que aquí, esta tu nueva cama, la estaba confeccionando para que tuvieras un espacio más privado para ti solo.- Noche Azulada acompañaba cada palabra con su cola mostrando esos lugares.
-Vale! Muchas gracias Noche Azulada, duerme bien.- Zarpa Rojiza se acostaría en el musgo que le había dejado Noche Azulada.
-Igualmente- Escucharía Zarpa Rojiza.
Zarpa Rojiza no tardaría en dormirse, no le resultaba muy cómodo no tener la sensación de su madre, pero igualmente se dormiría por el cansancio que llevaba acumulando.
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La Furia de Mascara Rojiza
FantasiLa Furia de Máscara Rojiza es un fanfic de las populares sagas de gatos, Los gatos Guerreros. La historia se basa en Pequeño Rojizo, un pequeño gato del Clan del Río que después de recibir una visita inesperada toma su camino, tras sucesos de mucho...