Memoria #5: "Sanguche de jamon y queso"

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  • Dedicado a Cesia Belizan
                                    

Entre los miles de recuerdos inolvidables que tenemos, momentos epicos en nuestra amistad, sucesos que quedan para la historia, hay un recuerdo en particular que creo que me va a perseguir por el resto de mi vida, y si yo llego a olvidarmelo, seguramente vos me lo vas a hacer recordar. 

Para empezar esta historia es necesario hacer notar que el colegio en el que pasa todo, es un colegio de religion adventista, los cuales, no comen ningun derivado del cerdo. Nos habiamos quedado a comer en el cole para despues ir a la clase de educacion fisica, otro tortuoso dia quedandose hasta las 3 o 4 de la tarde despues de una larga y pesada mañana. Estabamos llendo a la cantina para poder comprar algo para almorzar, nosotras dos hablando, yo totalmente metida en nuestra conversacion al punto ya ni de notar lo que pasaba al rededor nuestro, podria haber pasado un elefante a mi lado y si me seguias hablando, te aseguro que ni me daria cuenta de ello. 

Completamente interesada en lo que hablamos, nos acercamos a la tiendita y me puse al frente para poder pedir; cuando la señora me pregunto que queria comprar, yo le pedi un sanguche de jamon y queso. Instantaneamente a mi pedido, la conversacion que llevabamos se corto y en lugar de eso recibí de tu parte una serie de caras y expresiones inentendibles. 

Movias manos, brazos, boca, cejas, todo medio que podrias haber usado para llamarme la atencion lo hiciste, yo no podia encontrar forma de darle sentido a todas esas cosas raras que hacias, era como si estuvieras teniendo espasmos en la cara y los brazos e hicieras cosas sin razon alguna. Paso un  buen rato entre tu panico por hacerme entender y mi completa desconeccion con la vida real y lo que tratabas de decirme hasta que cai en la cuenta de lo que habia hecho, pedi jamon y queso. 

¡Santo cielo! ¡¿Que habia hecho?! No, esto no es posible, como voy a hacer esto, ¡Que verguenza! ¡¿Como le voy a pedir jamon?! Por Dios, que horrible, y ¡¿ahora como arreglo esto?! 

En cuanto cai en lo que habia pasado, supongo que mi reaccion fue instantanea, de total ignorancia a completo panico por mi error, salte como desesperada a intentar solucionarlo, aunque, como es de esperarse de mi parte, mientras mas trataba de salir a flote, mas me hundia. Que no, no quise decir eso.. jamas comeria jamon.. bueno, si como jamon en mi casa.. pero en el colegio no.. porque respeto su decision, no es que esten equivocados, aunque igual el jamon me gusta, pero.. pero.. ay, ya, olvidalo. 

No sabia que cara ganaba a la mejor reaccion del año, si la tuya por lo muerta de risa que estabas, la mia por lo colorada de verguenza, o la de la señora que nos atendio por perplejidad ante mi pedido y mi forma tan estupida de excusarme. Termine llendome con mi sanguche de SOLO QUESO en mano, una amiga asfixiada a carcajadas y una timidez tal que nunca me volvi a dirigir a la señora a menos de que no hubiera otro remedio. 

Este es uno de esos momentos inolvidables en nuestra amistad, uno de mis tantos errores y momentos imperdibles, son cosas que siempre que lo recuerdo lloro de risa, y me sorprendo de mi idiotez en algunos momentos. Dudo que esto alguna vez pase a ser historia nunca mas contada, y me gusta, este recuerdo es parte de nuestra vida de secundaria, parte de nuestro dia a dia, risa a risa, error a error y bueno, fue parte del camino que recorrimos antes de ser mejores amigas.

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