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Me dirijo a casa de los mellizos, la cual está a dos calles de la mía. Voy andando por la acera como muerto viviente. Son escasas las 8 de la mañana.

Zoey, quien se ha apuntando como candidata para reina del baile, me ha obligado/demandado/ exigido que vaya a ayudarla con la campaña. Este año ha decidido preparar croquetas y darlas en el comedor. Y como no, Elia y yo somos los dos pobres desafortunados que vamos a ayudar en su campaña. Ella me ha llamado hoy a las 7 de la mañana para que no se me olvidara que tengo que ayudarla y de paso despertarme. Cuando me llamó pensaba que era algo urgente y cuando empezó a hablar sobre la campaña me dio ganas de tirarle el móvil a la cabeza. Además, hoy es domingo. No trabajo y no instituto. Mi único día libre de la semana y debo hacer croquetas.

Un claxon suena a mi lado, pero no hago caso. El sonido sigue durante varios metros y harta me giro a ver. Es un coche negro blindado. ¿Quién es? ¿Qué clase de coche es este? ¿No son estos tipos de coches los que llevan los famosos y las personas importantes? ¿Por qué me pita?
Ignoro de nuevo el coche y sigo mi camino. De nuevo suena el claxon.

- Ya, ¿no?- grito al coche. Me acerco al coche que está detenido en la calzada, cerca de la acera.- Si quiere algo salga del coche y dígamelo a la cara, pero no haga sonar a esa ballena pariendo (el claxon). Son las 8 de la mañana de un domingo señor o señora o quienquiera que sea. Si no va a decirme nada váyase y deje de dar la lata. ¿Si? Adiós.- Descargo todo mi enfado acumulado y sigo mi camino.

Escucho a alguien bajar del coche. Estoy a punto de ver la cara del gilipolla, pero me contengo y sigo mi camino.

- ¡¡Espera!!- grita a quien reconozco como Brandon. No me detengo.- Cris! Cris! Crispicienta!- grita mientras corre. Se pone enfrente de mi. Paro y lo fulmino con la mirada.- Al fin te paras. Siento la molestia, pero llevo varios metros llamándote y no hacías caso. Y cuando lo haces, pues... me daba miedo salir. Pareciera que ibas a abrir la puerta y tirarme al asfalto y matarme.

- Ganas no me faltaban. No estoy de humor para escuchar a alguien perseguirme durante una calle completa.

- Lo siento de verdad.- dice apenado. Asiento aceptando su disculpa.

Camino y él me sigue. ¿Acaso es un perro? Ni Max me sigue de esa forma.

- ¿A donde vas?

- A casa de los mellizos.

- ¿De Clare y Suzy?

- De Zoey y Elia. Voy a ayudar a Zoey con su campaña.

- Oh. Voy también. Cuatro personas son mejor que tres.

- Como quieras.

Seguimos caminando y llegamos a la casa. Llamo al timbre y Zoey nos abre. Ella viste el pijama y un delantal de flores.

- Cris, al fin llegas!- dice al verme. Mira detrás de mí.- Hola Brandon. - saluda.- Cris! Ya podrías haber avisado que ibas a traer a Brandon. Mira que pintas tengo. Voy a cambiarme. Id a la cocina.- dice al darse cuenta de su ropa.

Nos deja pasar y vamos a la cocina. Allí está Elia con un mantel de cupcakes y el pijama también.

- Hola.- saluda Elia.

- Hola.- saludamos.

- Cris, no tienes buena cara. ¿Que te pasa? Tienes cara de haber chupado un limón.

- Pregúntaselo al acosador que tengo al lado y a tu hermana. El estúpido me ha seguido con el coche durante una calle entera y ha estado todo el rato con el claxon. Y Zoey me ha llamado a las 7 para recordarme que tengo que ayudarla en la campaña. A punto estaba de matar a tu hermana y a Brandon.

CrispicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora