Novena Parte

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Kojiro estaba demasiado feliz y emocionado con la noticia. Su hermoso Omega le iba a dar un hijo. Era un sueño hecho realidad.

Habían pasado unos cuantos días, así que ambos acordaron darles la noticia a sus amigos en 'Sia la luce'.

El restaurante era un lugar seguro y reconfortante para Kaoru, y el Omega quería sentirse cómodo cuando dieran la noticia.

Por lo tanto, no había mejor lugar que el restaurante de su amado Alfa.

Cuando los tres menores y Shadow llegaron a Sia la luce, pudieron sentir una atmósfera suave y relajante. Había musica de fondo y una de las mesas estaba decorada especialmente para la ocasión.

Ninguno entendía a que se debía toda esta situación, pero no le dieron mucha importancia. Iban a tener una cena gratis, después de todo.

Kojiro se dió cuenta de que habían llegado y los recibió con una grata sonrisa.

—¡Bienvenidos! —dijo muy animado el Alfa.

Los chicos lo saludaron y le agradecieron la invitación.

—Oye, Joe... ¿A qué se debe todo esto? —preguntó curioso el Beta pelirrojo.

—Pronto lo sabran. Por el momento... ¿Desean ordenar algo? ¿Alguna bebida o postre?

—Yo quiero un tiramisú —pidió Miya.

—Un jugo de naranja para mí —pidió Reki.

—Lo mismo que Reki —dijo Langa.

—A mí dame un café —pidió Shadow.

—De acuerdo —Kojiro tomó sus ordenes y se dirigió a la cocina.

Y solo tuvieron que esperar quince minutos, ya que Joe había llegado con sus respectivos pedidos y se había unido a ellos.

Mientras esperaban la llegada del Omega, los chicos decidieron hablar sobre las nuevas actividades y enfrentamientos que habrían en "S"

Kaoru llegó minutos después. 

Kojiro se levantó de la silla y fue a recibirlo personalmente. Luego lo guió a la mesa donde estaban sus amigos y gentilmente le corrió una silla para que se sentara.

Los presentes estaban sorprendidos ante tal acción.

—Hola a todos —saludó Kaoru con una pequeña sonrisa.

Los chicos le devolvieron el saludo.

Kojiro se fue brevemente a la cocina y le trajo una carbonara al Omega ( el plato favorito de Kaoru )

El Alfa quería consentirlo.

—¿Y bien? ¿Nos diran a que se debe esta ocasión? —preguntó un impaciente Shadow.

Kojiro y Kaoru se miraron y sonrieron.

—Queremos compartirles a todos ustedes nuestra felicidad —dijo Kojiro, rodeando la cintura de su Omega con uno de sus brazos.

Los demás lo miraron expectantes.

—Kojiro y yo seremos padres —dijo el Omega, acariciando con suavidad su vientre.

Kojiro amaba cuando su Omega hacía eso.

Todos se sorprendieron con la noticia. Todos a excepción de Miya.

—¡Wow! ¡Felicitaciones a los dos! —los felicitó primero Reki.

—Felicidades —dijo Langa con una pequeña sonrisa.

—¡En hora buena, Joe y Cherry! —Shadow tambien los felicitó.

—Muchas gracias —agradeció la pareja.

—Miya, ¿por qué no has dicho nada aún?—preguntó el pelirrojo, levantando una ceja con curiosidad.

—Y-Yo...—el niño no sabía que decir. Se sentía demasiado triste y afligido por la noticia.

Kaoru lo notó, por supuesto.

Kojiro y él habían acordado que al finalizar la cena hablarían a solas con Miya y le explicarían mejor la situación. Kaoru quería abrazarlo y decirle que la llegada de este cachorro no se interpondría en su lazo.

El Alfa entonces decidió cambiar de tema y pidió nuevamente las órdenes de sus amigos.

Después de todo, esta era una velada especial.

  
(...)

Los demás siguieron platicando sobre temas triviales mientras comían.

Y después de una hora, la velada finalizó. Los dos adolescentes se fueron primero, pero no sin antes agradecer por la cena.

Shadow se fue unos minutos después, dejando a la pareja y al niño solos en el restaurante.

Kaoru, con cautela, se acercó a Miya y le dedicó una suave sonrisa.

Miya se la devolvió con dificultad.

—Miya, pequeño... no deberías preocuparte —dijo el Omega con dulzura.

—Pero Joe y tú van a tener un cachorro propio. Ya no me necesitas. Sólo soy un estorbo...—dijo Miya con dolor en su voz.

—No eres ningún estorbo —dijo el Omega con seriedad.

—P-Pero... —trató de hablar, pero Cherry lo interrumpió.

—Miya, tú también eres mi cachorro, no voy abandonarte.

Miya lo miró asombrado.

—Kaoru y yo estuvimos discutiendo sobre la situación... —el Alfa se unió también a la conversación.

—Así es, pequeño. Y los dos queremos que seas el hermano mayor de este pequeño cachorro —explicó el Omega con una cálida sonrisa.

—¿D-De verdad? ¿No vas a romper el lazo que tienes conmigo?

—No, no voy a romper el lazo. Eso te lo aseguro —respondió Cherry, con convicción en sus palabras.

A Miya se le humedecieron los ojos. El niño lloraba de felicidad y de alivio. No quería alejarse del Omega y de su calidez.

Kaoru lo tomó en sus brazos y lo meció con suavidad.

—Ahora eres parte de esta pequeña familia — dijo el Alfa con una sonrisa.

Miya también sonrió.

Estaba feliz. Iba a tener un hermano o una hermana.

Iba a formar parte de la vida de Joe y Cherry.

Y eso, sin duda alguna, lo hacía muy feliz.

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Los lazos que nos unen ✨🍵🌸✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora