Los lazos que nos unen ✨🍵🌸✨

Extra 3

Miya despertó un poco desconcertado, pero podía recordar lo que había ocurrido horas antes.

—A-Así que...s-soy un Omega...—susurró en la oscuridad de su habitación.

La situación lo tenía confundido y pensativo.
Todo era nuevo para él. Los recientes cambios en su cuerpo eran señal de que ya no sería más un niño pequeño. Y eso lo asustaba.

Miya entonces decidió salir de su habitación. Necesitaba hablar con el Alfa y el Omega. Con sus... padres...

Cuando salió, al primero que vió fue a Joe. Kazuki estaba en sus brazos durmiendo.

—Veo que ya despertaste, Miya.

—S-Sí... Por cierto... ¿Dónde está Cherry?

El menor estaba ansioso. Kojiro claramente lo notó.

—Está en nuestra habitación. Kazuki y Kaori se despertaron por comida. Kaoru los estaba alimentando —explicó el Alfa.

—¿P-Puedo ir a verlo? —preguntó con timidez el pequeño Omega.

—Claro que puedes. No tienes que pedirme permiso. —respondió Kojiro con una sonrisa —Además...—el Alfa continuó hablando —Kaoru y yo queremos hablar contigo. Necesitamos explicarte muchas cosas...

—E-Está bien... —Miya no se opuso. Sabía que tarde o temprano debían hablar sobre el tema. Sobre su segundo género...

(...)

Al llegar a la habitación, Miya pudo ver al Omega mayor recostado en la cama. Kaoru estaba terminando de alimentar a la pequeña Kaori.

—Miya, cariño, me alegra que hayas despertado. ¿Cómo te sientes? —Kaoru le hizo una seña con la mano para que se acercara a la cama.

—B-Bien, eso creo...

—Cariño... sé que todo esto es nuevo para ti. Sin duda fue una sorpresa para todos que te presentaras como un Omega, pero no tienes que tenero miedo.

Kaoru con delicadeza acostó a la pequeña que estaba en sus brazos y se acercó a Miya. El pequeño Omega lo observó atentamente.

—Kaoru tiene razón, pequeño. No tienes que tener miedo de ser un Omega. Nos tienes a los dos para ayudarte y guiarte en este proceso —Kojiro se unió a la conversación mientras acostaba a Kazuki al lado de su hermana.

—Así es, tesoro. Kojiro y yo siempre estaremos aquí para ti —aseguró Kaoru con una suave sonrisa.

—G-Gracias...—dijo el niño con lágrimas en los ojos—Y-Yo... sólo estoy asustado. Después de lo que sucedió con ese Alfa en Sia la luce, no he dejado de sentirme extraño. Y cuando me presente hoy en la escuela como un Omega, recordé esa sensación horrible. Recordé a ese Alfa y sus manos sobre mi. Me sentí... sucio...

—Cielo...—Kaoru miró preocupado a Kojiro. El Alfa se estaba conteniendo. No quería liberar sus feromonas de frustración e ira. Sus cachorros aún estaban en la habitación durmiendo.

—Miya... lo que ocurrió en Sia la luce fue un descuido mío. Debí estar más pendiente de ti —dijo Kojiro.

Kaoru se acercó a él y lo abrazó. No le gustaba ver a su esposo culpándose por algo que no pudo predecir.

—Kojiro, lo que sucedió no fue tu culpa. Ni tuya ni de Miya —dijo con firmeza el Omega.

Kojiro le sonrió con suavidad y tomó una de sus manos para besarla con delicadeza. Luego dirigió su mirada hacia el pequeño Omega.

Miya lo miró con temor. El Alfa había cambiado su semblante a uno más serio.

—Miya...

—¿S-Si...?